BOSQUEJO
Tema: Levítico. Título: Fuego extraño. Texto: Levítico 10: 1 – 7. Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz.
Introducción:
A. Después de los siete días de retiro (algunos afirman que tipifican los días de la creación junto con el sábado), el octavo día se nos relata en el capitulo 9, se nos muestra los primeros sacrificios ofrecidos por los nuevos sacerdotes. En primer lugar, tenemos un sacrificio de expiación y un holocausto que Aarón ofrece por si mismo, luego tenemos un sacrificio de expiación, un holocausto, una ofrenda de paz y una de cereales que se ofrecen por todo el pueblo.
Lo llamativo es lo que sucede al final: tenemos la bendición de Aarón sobre el pueblo, luego de entrar junto con Moisés en el santuario de nuevo tenemos una bendición de ambos, y por ultimo, la gloria de Dios manifestada a todo el pueblo enviando fuego que quemo todo lo que estaba sobre el altar de bronce (este fuego no podía dejarse apagar, de tal modo que todo sacrificio que allí se ofreciera no seria quemado con un fuego común sino con el mismo fuego de Dios), el pueblo entonces adoro a Dios de rodillas y en medio de gritos de alegría.
B. En este contexto de cosas suceden los eventos del capitulo 10 el cual estudiaremos hoy:
I. NADAB Y ABIÚ, HIJOS DE AARÓN (Ver 1).
A. Los personajes centrales del relato son Nadab y Abiu que como bien dice el texto eran hijos de Aarón, particularmente, Nadab era el primogénito de Aarón seguido de Abiu, ambos estuvieron en el Sinaí como testigos directos de la manifestación de Dios (Éx 24:1, 9-11) y como es obvio nombrados sacerdotes por ser hijos de Aarón.
Como se aprecia estos no eran hombres comunes, eran lideres del pueblo, personas significativas dentro del mismo, ejemplos a seguir.
B. Dentro del sacerdocio del nuevo pacto existen grados, algunos tiene el privilegio de servir mas que otros y por ello son llamados grandes en el reino de los cielos, pero como veremos mas adelante tal privilegio conlleva una gran responsabilidad.
II. OFRECIERON …FUEGO EXTRAÑO (Ver 1).
A. Aparentemente un día después de su ceremonia de consagración como sacerdotes tomo cada uno su incensario, pusieron fuego e incienso en ellos y fueron al lugar santísimo (¿"delante de Jehova", alusión al Arca)? a ofrecer a Dios. Muchas discusiones sean dado con respecto a que fue lo que hicieron mal y porque a este fuego se le llama fuego extraño:
1. En caso que hallan entrado al lugar santísimo hay que tener en cuenta que solo el sumo sacerdote una vez al año podía entrar al mismo.
2. Probablemente ellos habían estado embriagados al hacer esto, por ello la advertencia del versículo 9.
3. Ellos tomaron el fuego de un lugar distinto al altar de bronce de donde debería haber sido tomado. Muy probablemente esta halla sido la causa y por ello la expresión fuego extraño.
En todo caso el texto es claro y dice que este fue un fuego no mandado por Dios.
B. Hay una sola manera de adorar a Dios, los hombres han inventado otras, ellos constantemente dicen: “yo adoro a Dios a mi manera” pero todas estas son solo “fuego extraño”.
De la manera correcta podemos enumerar varias particularidades:
De la manera correcta podemos enumerar varias particularidades:
1. Es a través de Jesucristo (Juan 14:6).
2. Es en espíritu y en verdad (Juan 4: 24). En espíritu o sea haciendo énfasis no en lo material (templos, imágenes) sino en lo espiritual y en verdad es decir, basado en la verdad de la Escritura (DE ALLÍ LA IMPORTANCIA DE LA SANA DOCTRINA) y en la sinceridad del corazón del adorador.
III. SALIÓ FUEGO DE DELANTE DE JEHOVÁ (Ver 2)
A. Dado el fuego extraño ofrecido por estos hombres un juicio vino sobre ellos, un fuego salió o de la nube, o del lugar santísimo, o del cielo y los quemo, este fuego no los calcino por completo pues mas adelante vemos como al sacarlos del campamento fueron envueltos en sus mismas túnicas sacerdotales (Ver 4 – 5). Mas bien, este fuego seria una especie de rayo que los mato.
Acto seguido Moisés le explica a Aaron la razón del suceso recordándoles las palabras de Dios: “Los sacerdotes que se me acerquen tienen que respetarme; les mostraré mi santidad y así todo el pueblo me respetará”» (PDT)
B. De este suceso entendemos que:
1. Dios es fuego consumidor (Hb 12: 28 - 29)
2. Dios juzga los pecados de los creyentes (aunque eso no quiere decir que pierda la vida) (Ananías y Safira: Hechos 5.1-11; 1ª Corintios 3.10-15; Hebreos 12.1-13).
3. A veces el juicio es inmediato. A veces tarda en suceder, a veces solo se verá en la eternidad.
4. Entre más privilegio más responsabilidad (Santiago 3:1).
Conclusiones:
El relato de Nadab y Abiú ilustra la seriedad de la adoración a Dios y la gravedad de desviarse de Su mandato. Su ejemplo nos advierte sobre el "fuego extraño", simbolizando cualquier intento de adorar a Dios fuera de Su revelación. La santidad de Dios demanda reverencia y obediencia, recordándonos que la adoración genuina solo se da en Su verdad.
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VERSIÓN LARGA
Fuego extraño: La seriedad de la adoración a Dios según Levítico 10:1-7
Introducción
El libro de Levítico, una obra fundamental dentro del Pentateuco, aborda temas cruciales relacionados con la santidad, la adoración y las normas que rigen la vida del pueblo de Israel. En este contexto, el capítulo 10 narra un evento trágico y revelador en la vida de los sacerdotes de Israel, específicamente los hijos de Aarón, Nadab y Abiú. Después de ser consagrados como sacerdotes, estos hombres, que habían sido testigos directos de la gloria de Dios, cometieron un grave error al ofrecer "fuego extraño" ante el Señor. Este suceso nos brinda importantes lecciones sobre la seriedad de la adoración a Dios y el respeto que debemos tener hacia Su santidad.
Después de siete días de retiro, que algunos interpretan como una representación de los días de la creación y el sábado, el octavo día marca un momento significativo en la historia de la adoración israelita. En el capítulo 9, se describen los primeros sacrificios ofrecidos por los nuevos sacerdotes, los cuales incluyen ofrendas de expiación y holocaustos tanto por Aarón como por el pueblo. Este ritual no solo establece un precedente para la adoración, sino que culmina en la manifestación de la gloria de Dios, quien envía fuego para consumir lo que había sido ofrecido en el altar. Este fuego, que representa la aceptación divina, se convierte en un símbolo de la presencia de Dios entre Su pueblo.
Sin embargo, el relato del capítulo 10 nos confronta con la realidad de que la adoración a Dios no debe tomarse a la ligera. Los eventos que siguen a las ofrendas en el capítulo 9 sirven como un recordatorio de la seriedad con la que debemos acercarnos a Dios. En este ensayo, exploraremos el relato de Nadab y Abiú, analizando las implicaciones de su acción y las lecciones que se desprenden de este trágico episodio.
I. Nadab y Abiú, hijos de Aarón
Nadab y Abiú, los hijos de Aarón, eran figuras prominentes dentro del pueblo de Israel. Como sacerdotes, su papel era vital en el sistema de adoración establecido por Dios. Eran testigos directos de la gloria de Dios en el Monte Sinaí, donde experimentaron la manifestación de Su poder y majestad. Sin embargo, a pesar de su privilegiada posición, estos hombres cometieron un error grave. La Escritura nos dice que "tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, e incienso sobre el fuego, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó" (Levítico 10:1). Este acto no solo fue un desliz en su deber, sino que también refleja una falta de respeto hacia las instrucciones divinas.
La historia de Nadab y Abiú nos recuerda que, dentro del sacerdocio del nuevo pacto, existen grados de responsabilidad. Algunos tienen el privilegio de servir en roles más prominentes en el reino de los cielos, lo que conlleva una gran responsabilidad. La posición de liderazgo y servicio no solo implica privilegios, sino también un mayor nivel de rendición de cuentas ante Dios. Nadab y Abiú, al haber sido elegidos para el sacerdocio, deberían haber entendido la seriedad de su llamado y las implicaciones de sus acciones.
En nuestro contexto contemporáneo, también estamos llamados a ser sacerdotes ante Dios (1 Pedro 2:9). Esto significa que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de acercarnos a Dios con reverencia y obediencia. La adoración no es solo un acto ritual; es una expresión de nuestra relación con Dios y debe ser tratada con la debida seriedad.
II. Ofrecieron fuego extraño
El relato continúa describiendo cómo Nadab y Abiú ofrecieron "fuego extraño". Este término ha generado diversas interpretaciones entre estudiosos, pero lo que está claro es que este fuego no fue ordenado por Dios. En primer lugar, debemos considerar que, si estos sacerdotes ingresaron al Lugar Santísimo, lo hicieron en violación de la ley; solo el sumo sacerdote podía entrar en ese lugar una vez al año, en el Día de la Expiación. Este acto de arrogancia revela una falta de comprensión sobre la santidad de Dios y la gravedad de su mandato.
Otra posibilidad es que Nadab y Abiú estaban bajo la influencia del vino o la embriaguez, como se sugiere en el versículo 9. El hecho de que la Escritura prohíba a los sacerdotes beber vino antes de entrar en el tabernáculo (Levítico 10:9) sugiere que su juicio podría haberse visto afectado. Esto es un recordatorio de que nuestras decisiones, especialmente en lo que respecta a la adoración, deben ser tomadas con claridad y sobriedad.
El fuego extraño también puede referirse al hecho de que Nadab y Abiú tomaron el fuego de un lugar diferente al altar de bronce, de donde debería haber sido tomado. Este acto de desobediencia simboliza cualquier intento de adorar a Dios fuera de Su revelación y mandamientos. Es un recordatorio de que hay una sola manera de adorar a Dios, y cualquier otra forma es, en última instancia, "fuego extraño". En la actualidad, muchas personas afirman adorar a Dios a su manera, pero este enfoque es engañoso y peligroso. La adoración a Dios debe basarse en Su revelación y en la verdad de Su palabra.
III. Salió fuego de delante de Jehová
Como resultado de su acción, un juicio inmediato cayó sobre Nadab y Abiú. La Escritura nos dice que "salió fuego de delante de Jehová y los consumió, y murieron delante de Jehová" (Levítico 10:2). Este fuego, que representaba el juicio divino, no solo eliminó a los sacerdotes, sino que también dejó una impresión duradera en el pueblo de Israel sobre la seriedad de la adoración a Dios. Este evento resalta que, aunque Dios es amoroso y misericordioso, también es un Dios de justicia que demanda reverencia y obediencia.
Dios es descrito en la Escritura como un "fuego consumidor" (Hebreos 12:29). Esto significa que Su santidad es tan pura y poderosa que no puede tolerar la desobediencia. Nadab y Abiú, al ofrecer fuego extraño, deshonraron la santidad de Dios y, en consecuencia, enfrentaron las consecuencias de su acción. Este juicio inmediato es un recordatorio de que Dios no toma a la ligera el pecado, especialmente entre aquellos que están en posiciones de liderazgo.
Es importante señalar que el juicio de Dios no siempre es inmediato. A veces, puede parecer que Dios es paciente y que no castiga nuestras acciones de inmediato. Sin embargo, la Escritura nos enseña que, aunque el juicio puede tardar, eventualmente llegará. Dios es un Dios de justicia, y Su paciencia no debe ser malinterpretada como indiferencia. El relato de Nadab y Abiú nos recuerda que, aunque podemos pensar que nuestras acciones están ocultas, Dios siempre está observando.
IV. Lecciones del fuego extraño
El relato de Nadab y Abiú ilustra la seriedad de la adoración a Dios y la gravedad de desviarse de Su mandato. Su ejemplo nos advierte sobre el "fuego extraño", simbolizando cualquier intento de adorar a Dios fuera de Su revelación. La santidad de Dios demanda reverencia y obediencia, recordándonos que la adoración genuina solo se da en Su verdad.
Una de las primeras lecciones que podemos extraer de este relato es que la adoración debe ser conforme a la voluntad de Dios. No podemos acercarnos a Dios de cualquier manera; debemos hacerlo de acuerdo con Su palabra y Su orden. La adoración genuina es aquella que se basa en la verdad de la Escritura y en la sinceridad del corazón del adorador. La importancia de una sana doctrina no puede ser subestimada, ya que es fundamental para nuestra relación con Dios.
Además, el fuego extraño también nos recuerda que la adoración no debe ser un acto superficial o ritualista. Es fácil caer en la trampa de pensar que asistir a un servicio o realizar ciertas acciones es suficiente para agradar a Dios. Sin embargo, lo que Dios busca es un corazón sincero y una vida dedicada a Él. La adoración genuina es el resultado de una relación auténtica con Dios, no simplemente un cumplimiento de normas.
Finalmente, el relato de Nadab y Abiú nos llama a considerar la seriedad de nuestra propia adoración. Como creyentes, estamos llamados a ser sacerdotes ante Dios, y con esta responsabilidad viene la necesidad de reverencia y obediencia. Debemos examinar nuestras propias vidas y preguntarnos si estamos adorando a Dios de acuerdo con Su voluntad. ¿Estamos ofreciendo nuestro "fuego extraño" en lugar del fuego que Él ha provisto? Esta pregunta es vital para nuestra vida espiritual y nuestro crecimiento en la fe.
Conclusión
El relato de Nadab y Abiú es un poderoso recordatorio de la seriedad de la adoración a Dios y de la importancia de acercarnos a Él con reverencia. La historia de estos sacerdotes nos enseña que no podemos adorar a Dios a nuestra manera; debemos hacerlo de acuerdo con Su revelación y Su verdad. El fuego extraño simboliza cualquier intento de desobedecer las instrucciones divinas, y su trágico destino debe servir como una advertencia para todos nosotros.
La santidad de Dios es un aspecto fundamental de Su carácter, y nuestra adoración debe reflejar esa santidad. A medida que avanzamos en nuestra relación con Dios, debemos recordar la importancia de ofrecerle nuestro corazón sincero, nuestra obediencia y nuestra adoración conforme a Su palabra. Solo entonces podremos experimentar la verdadera gloria de Su presencia y la alegría que proviene de una relación genuina con Él. La adoración no es solo un acto ritual; es una forma de vida que debe ser vivida con reverencia y respeto hacia el Dios que nos ha llamado a ser Su pueblo. En este camino, encontramos la verdadera vida y comunión que solo Él puede ofrecer.
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