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BOSQUEJO
✝️Titulo: El rapto de la iglesia. ✝️Textos: 1 Corintios 15: 20 - 24. ✝️Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruíz.
Introducción:
A. En los versículos anteriores (ver. 12 - 19) a este el Apóstol ha venido mostrándonos la importancia de la doctrina de la resurrección y toca 6 aspectos para resaltarla: (1) "vana es entonces nuestra predicación", (2) "vuestra fe es vana", (3) "aún estáis en vuestros pecados", (4) "somos hallados falsos testigos de Dios", (5) "Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron", (6) "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres".
Luego de esto, afirma que nada de esto es cierto pues Cristo en realidad resucito y si el resucito también nosotros. Acto seguido pasa a mostrarnos cuando sucederá esto (ver. 20- 24). Alli lo trata en forma somera, sin embargo en 1 tesalonicenses 4: 13 - 18 lo especifica más.
I. ES PACIENTE (2 Pedro 3:8 – 9).
A. Algunas personas como en aquel entonces se cuestionaran sobre la inmediatez de la venida de Cristo, ellos se preguntan por que la tardanza, son dos mil años de cristianismo y Cristo no aparece ¿Por qué?
B. La respuesta a esta pregunta la tenemos en el versículo:
1. Por que Dios no quiere que nadie sea condenado y por esta razón ha sido paciente.
C. La paciencia es una tributo de Dios por medio del cual Él que esta airado con el impío, Él quien es su enemigo, detiene su ira sobre el pecador.
D. Aun esto no debemos abusar de esta misericordia, longanimidad que Dios muestra hacia sus criaturas.
II. ES IMPRESIONANTE (1 Tes 4: 16 – 18).
A. El evento como se nos relata en la Escritura es impresionante, es un relato para usar la imaginación:
1. Dios dará la orden del arrebatamiento a un arcángel (jefe de Ángeles) quien la proclamara.
2. En este momento se escuchara el sonido de una trompeta: las trompetas se usaban para reunir al pueblo de Dios al inicio de una fiesta u otro acontecimiento extraordinario (Num 10: 1 – 10) y en ceremonias de coronación de reyes (1 Rey 1: 34).
3. En un abrir y cerrar de ojos (1 Cor 15: 52) Lit. en un pestañeo de ojo.
4. Cristo glorificado descenderá del cielo hasta las nubes.
5. Las personas muertas en Cristo resucitaran (1 Cor 15: 42 – 44): este cuerpo será bello, perfecto. Será un cuerpo espiritual que no es un cuerpo inmaterial sino uno adaptado a las realidades de su nuevo entorno. Es decir, un cuerpo como el de Cristo después de resucitar, Él comió, mostró sus heridas, atravesaba puertas etc.
6. Luego los que estén vivos serán transformados en un cuerpo como el de los que resucitaron (1 Cor 15: 51 – 52; Fil 3: 20 – 21).
7. Así nos encontraremos con el Señor en el aire.
III. ES PRÁCTICO.
A. Dado estos eventos se le insta al cristiano a varias cosas:
1. Hallar aliento en ella (1 Tesalonicenses 4: 13, 8)
2. Mantenernos vigilantes (1 Tesalonicenses 5: 6 - 8)
3. Animar y edificar a otros a la luz de esta enseñanza (1 Tesalonicenses 5: 11)
Conclusiones:
La enseñanza sobre el rapto de la iglesia es un recordatorio de la esperanza y la promesa de Dios. A través de la paciencia divina, se nos brinda la oportunidad de arrepentirnos y acercarnos a Él. Este evento, impresionante y transformador, nos insta a vivir con fe, vigilantes y dispuestos a alentar a otros en nuestra comunidad.
VERSION LARGA.
La doctrina del rapto de la iglesia es un tema de gran relevancia dentro de la teología cristiana, particularmente en lo que respecta a la esperanza futura de los creyentes. En 1 Corintios 15:20-24, el apóstol Pablo se refiere a la resurrección de Cristo como el primer fruto de aquellos que han muerto, y más adelante, en sus cartas a los tesalonicenses, proporciona un relato más detallado de este evento esperanzador que se conoce como el rapto. Este artículo explorará las características del rapto, basándose en las Escrituras, y se centrará en tres aspectos clave: la paciencia de Dios, la impresionante naturaleza del evento y su aplicabilidad práctica para los creyentes.
Las dudas sobre la inminente venida de Cristo han sido un tema recurrente a lo largo de la historia del cristianismo. Desde los tiempos de Pablo, los cristianos han cuestionado la tardanza de la promesa de la venida del Señor. En 2 Pedro 3:8-9, se responde a esta inquietud, recordando que un día para el Señor es como mil años, y mil años son como un día. Esta perspectiva divina nos enseña que Dios no actúa con la misma inmediatez que los seres humanos. La tardanza de Cristo no es un signo de inacción, sino más bien un testimonio de la paciencia de Dios. Él quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen al arrepentimiento. Esta es una clara indicación de la naturaleza amorosa y compasiva de Dios, quien, a pesar de su ira hacia el pecado, ofrece oportunidades para que los pecadores se acerquen a Él.
La paciencia divina es un atributo que debe ser valorado y respetado. Si bien es fácil caer en la trampa de pensar que la demora de la venida de Cristo significa que no regresará, es crucial recordar que cada día que pasa es una oportunidad para que más personas conozcan la verdad del Evangelio. Esta es una invitación a la reflexión sobre nuestras propias vidas y el estado espiritual de quienes nos rodean. Además, es un llamado a no abusar de la misericordia de Dios, sino a aprovechar el tiempo que se nos ha concedido para vivir de acuerdo con Su voluntad y propósitos.
El evento del rapto en sí es impresionante y, como tal, merece ser descrito detalladamente. En 1 Tesalonicenses 4:16-18, Pablo presenta una imagen vívida del arrebatamiento de la iglesia. Este evento comenzará con un comando emitido por un arcángel, quien anunciará la venida del Señor. A continuación, el sonido de una trompeta resonará en el aire. En la cultura israelita, las trompetas se usaban en momentos de gran significado, como el inicio de festividades o la coronación de reyes. Este simbolismo refuerza la idea de que el rapto no es un evento ordinario, sino un acontecimiento extraordinario que marcará un nuevo capítulo en la historia de la humanidad.
La transformación que ocurrirá en ese momento es igualmente impresionante. En un abrir y cerrar de ojos, los muertos en Cristo resucitarán con un cuerpo glorificado. Pablo explica que este cuerpo será espiritual, perfecto y adaptado a las realidades del nuevo entorno celestial. El modelo de este cuerpo transformado es el de Cristo después de Su resurrección, quien mostró Su humanidad al comer y al mostrar Sus heridas, pero también demostró que Sus capacidades eran diferentes, atravesando puertas y apareciendo donde Él deseaba. Los creyentes que estén vivos en ese momento también serán transformados, recibiendo un cuerpo similar al de los resucitados. Este milagro de transformación es una de las promesas más gloriosas que los cristianos pueden esperar.
El encuentro con el Señor en el aire será un momento de gran júbilo y esperanza. La expectativa de ver a Cristo cara a cara y ser llevados a Su presencia es una de las motivaciones más poderosas para vivir una vida de fe. Este evento no solo es un cierre a una era, sino también un comienzo glorioso en la presencia eterna de Dios. La certeza de que un día estaremos con el Señor nos anima a vivir con propósito y a mantener la esperanza viva en nuestros corazones.
Por último, el rapto de la iglesia tiene implicaciones prácticas en la vida diaria de los creyentes. La comprensión de este evento debe instarnos a vivir de manera activa y consciente. En 1 Tesalonicenses 4:13-18, Pablo insta a los cristianos a hallarse aliento en la esperanza de la resurrección. Este aliento no es solo para nosotros, sino también para aquellos que nos rodean. Es un recordatorio de que, aunque enfrentemos tribulaciones en esta vida, nuestra esperanza está en la promesa de Cristo.
Además, Pablo nos exhorta a mantenernos vigilantes (1 Tesalonicenses 5:6-8). La vigilancia implica estar alertas y preparados para el regreso de Jesús. Esto significa vivir de manera que honre a Dios, siendo conscientes de que el tiempo es valioso y que debemos aprovechar cada oportunidad para compartir el Evangelio y servir a los demás. La vida cristiana no es pasiva; está llena de acción y propósito.
Asimismo, la enseñanza sobre el rapto nos llama a animar y edificar a otros (1 Tesalonicenses 5:11). En momentos de incertidumbre y dificultad, las palabras de aliento y la edificación mutua son fundamentales. Como cuerpo de Cristo, debemos apoyarnos unos a otros en la fe, recordando la esperanza que tenemos en Él y la promesa de Su regreso. Esta comunidad de creyentes se convierte en un refugio donde encontramos fortaleza y ánimo.
En conclusión, el rapto de la iglesia es un evento central en la fe cristiana, lleno de esperanza y promesas. A través de la paciencia divina, se nos brinda la oportunidad de arrepentirnos y acercarnos a Dios. Este evento, impresionante y transformador, nos insta a vivir con fe, vigilantes y dispuestos a alentar a otros en nuestra comunidad. La enseñanza sobre el rapto no solo nos recuerda la realidad de la promesa de Cristo, sino que también nos impulsa a ser proactivos en nuestra vida espiritual y en la vida de aquellos que nos rodean. Al mirar hacia el futuro con esperanza, que podamos vivir en la luz de esta verdad, compartiendo el amor y la gracia de Dios con todos los que conozcamos.
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