Tema: La Preocupación Título: Hombres de poca fé. Texto: Mateo 6:30 Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruíz
Introducción:
A. Jesús habla en este texto no de personas sin fe, sino de personas con poca fe. ¿Nos preguntamos cómo es una persona de poca fe? ¿Qué características manifiesta?
B. Hoy hablaremos de esto, porque en el fondo, la causa de la preocupación ansiosa, esa que enferma el alma y el cuerpo, está en la falta de fe.
C. En los textos que leeremos, Jesús plantea tres preguntas que evidencian la falta de fe. Analicémoslas para saber si nos identificamos con lo que Jesús dice aquí:
I. ¿Por qué PENSÁIS dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan? (Mateo 16:8).
A. Jesús pregunta a sus discípulos: ¿Por qué PENSÁIS…? Al mirar esta palabra en el idioma griego, descubrimos que significa “reunir diferentes razones, considerar las razones, razonar, girar en la mente, deliberar”:
Si te das cuenta, la pregunta también podría traducirse como “¿Por qué estáis preocupados por no tener pan, hombres de poca fe?” Esto se debe a que la palabra implica lo mismo que hacemos al preocuparnos. Queda claro entonces que preocuparse ansiosamente es un acto que evidencia “poca fe”. ¿Te preocupas ansiosamente?
B. A continuación, Jesús les muestra uno de los remedios para la preocupación. Este se encuentra en el pasado. Las preguntas de Jesús transmiten la enseñanza de que “los milagros de ayer deben mostrarnos cuán seguros estamos”. Si Dios lo hizo antes, puede volver a hacerlo, y si no lo hace, es porque tiene mejores propósitos.
II. ¿Por qué TEMÉIS, hombres de poca fe? (Mateo 8:26)
A. En este texto, Jesús nos habla del temor como evidencia de poca fe. ¿De qué tipo de temor habla? Nuevamente, al ir al idioma griego, descubrimos varias cosas interesantes sobre esta palabra:
- Se refiere a alguien que ha perdido su fortaleza.
- Se refiere a alguien que tiene un miedo excesivo a perder.
- Se refiere a una persona cobarde.
B. ¿Esto nos caracteriza? Si es así, es porque eres una persona con poca fe.
C. Una vez más, Jesús nos da aquí un consejo sobre cómo superar la preocupación y aumentar la fe. Nuevamente, la clave está en el pasado. Para entenderlo, volvamos a la pregunta de los discípulos: “¿No tienes cuidado de que perecemos?” Acto seguido, el Señor calma la tormenta con un milagro. Si unimos estas dos cosas, entendemos que “cuando Jesús ha intervenido en el pasado a nuestro favor, es una muestra para el futuro de que Él cuida de nosotros”.
III. ¿Por qué DUDASTE? (Mateo 14:31)
A. La duda, según Jesús, es otra evidencia de poca fe. Pero, ¿de qué tipo de duda nos habla aquí? Se refiere específicamente a lo siguiente:
- Tener una doble postura.
- Tener indecisión.
- Querer hacer dos cosas que se excluyen mutuamente.
En este caso, la encrucijada está entre creer o no creer, confiar o no hacerlo. ¿Te identificas con esta descripción? Si es así, eres una persona de poca fe.
B. Por último, Jesús nos da nuevamente un consejo para superar la duda en este texto. Esta vez, la clave está en el presente. El versículo 30 nos dice que Pedro MIRÓ (se concentró) en el fuerte viento y entonces tuvo miedo (pavor, terror). Es claro entonces que para evitar el pavor, es necesario dejar de concentrarse en los problemas y enfocarse en Dios y sus cosas.
Conclusión:
A. La poca fe, según Mateo 6:30, es la causa fundamental y principal de la preocupación ansiosa que nos lleva a la depresión y a la ansiedad. Las evidencias de esta poca fe son la preocupación, el temor y la duda. Esta poca fe se vence al mirar el pasado y al tener cuidado con el presente.
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