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BOSQUEJO
Tema: Milagros de Jesús.
Título: El intocable - El leproso.
Texto: Marcos 1: 40 – 45.
Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
A. Hay momentos donde la sanidad no debe ser solo física sino también interna y esta historia nos ilustra con suficiencia esta frase. Examinemos esta bella historia de los evangelios:
I. LOS MILAGROS SE RUEGAN (Ver 40)
A. El leproso nos muestra cómo se pide un milagro: de rodillas, rogando, suplicando, humillándonos.
II. LOS MILAGROS DEPENDEN DEL DESEO (Ver 40 – 41).
A. El leproso sabe que Jesús puede, lo que no sabe es si quiere, en este caso, Jesús quería.
B. Pero no siempre Jesús quiso o no siempre Jesús quiere. El mejor ejemplo de esto es Pablo (2 Cor 12: 7 – 9), Jesús no quería sanarlo.
C. Un concejo: Pida su milagro y en primera instancia asuma que es la voluntad de Dios dárselo a menos que de alguna manera usted llegue a saber lo contrario. En otras palabras, es un SI mientras Dios no le diga NO.
III. LOS MILAGROS SON EXPRESIONES (Ver 41).
A. Nos dice la Biblia que aquel milagro fue motivado por la misericordia que sintió Jesús hacia aquel hombre. En esta ocasión la expresión de esta misericordia fue darle su sanidad.
Sin embargo, debemos entender que en otras ocasiones la expresión de tal misericordia es dejarnos como estamos (recordemos a Pablo) o darnos otra cosa. Ya que, existen propósitos que son superiores.
IV. LOS MILAGROS TAMBIÉN SON INTERNOS (Ver 41).
A. Jesús para operar esta sanidad ve pertinente TOCAR al hombre. Este detalle puede pasar desapercibido pero es importante. Los leprosos eran personas intocables, vivían en comunidades alejadas, despreciados, la gente sentía una mezcla de asco y temor.
Imaginemos lo que tal situación causaba en el interior de estas personas. Pero Jesús le toca demostrándole así que el le acoge, que él no le desprecia, Jesús hace lo impensable y se acerca al hombre, el detalle de tocarlo también fue sanador.
B. Existen enfermedades del alma, estas también son objeto del ministerio sanador de Jesús.
Conclusiones.
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