¡Bienvenido! Accede a mas de 1000 bosquejos bíblicos escritos y en video diseñados para inspirar tus sermones y estudios. Encuentra el recurso perfecto para fortalecer tu mensaje y ministerio hoy. ¡ESPERAMOS QUE TE SEAN ÚTILES, DIOS TE BENDIGA!

BUSCA EN ESTE BLOG

SERMON: LECCIONES SOBRE EL PECADO EN JOSUE 7 - ACAN (BOSQUEJO Y AUDIO)

BOSQUEJO


Tema: Josué. Título: Lecciones sobre el pecado en Josué 7. Texto: Josué 7. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.


Introducción:

En el relato de Josué 7, encontramos una profunda enseñanza sobre la naturaleza del pecado y sus consecuencias. A través de la historia de Acán, quien desobedeció las instrucciones divinas, se nos revela que Dios está plenamente consciente de nuestras transgresiones, y que nuestras acciones tienen repercusiones no solo en nuestra vida, sino también en la comunidad que nos rodea. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la importancia del arrepentimiento y la santificación, recordándonos que Dios no solo castiga el pecado, sino que también tiene un plan de redención para aquellos que se vuelven a Él. Al estudiar este capítulo, podemos aprender valiosas lecciones sobre cómo lidiar con el pecado y la necesidad de mantener una relación honesta y transparente con Dios.

I.   DIOS SABE ACERCA DE NUESTROS PECADOS - . V 11 

A. Josué  no sabía lo que había pasado pero Dios si, él sabía exactamente lo que había hecho Acan.  Conf. Pro. 15:3; He. 04:13 


II.   DIOS REACCIONA A NUESTROS PECADOS - . V 11 

A. fijémonos en las consecuencias que tendría que enfrentar Israel al haber `pecado:

1. No podrán hacer frente a sus enemigos…
2. Ni estaré más con vosotros…

B. No es que el pecado ofenda a Dios y el mire para otro lado, nuestras maldades tienen consecuencias.


III.   DIOS TIENE UN PLAN PARA NUESTRAS PECADOS - V. 13.

A. Josué le dice al pueblo que debe santificarse. Esta santificación entre otras cosas incluía pedir perdón y arrepentirse.

B. La Voluntad de Dios cuando pecamos es nuestra santificación, no es que nos dejemos apabullar por el pecado, no es que nos quedemos en nuestros pecados, no es que nos lamentemos y sintamos lastima de nosotros mismos.  Conf.  Pro. 28:13; 1 Juan 1: 9; Psa. 32: 5 

O usted trata con sus pecados de esta manera o Dios tratara con ellos de otra. 


IV. DIOS CASTIGARÁ A NUESTROS PECADOS - V. 15.

A. En este texto se anuncia el castigo para el culpable, sus posesiones y su familia.

B. Siempre hay precio que pagar por la rebelión y la desobediencia. Pero también note que los castigos de nuestros pecados también pueden incluir a quienes amamos. Conf Gal. 6: 7-8.


CONCLUSIONES:

El relato de Josué 7 nos recuerda que el pecado no solo nos separa de Dios, sino que también tiene consecuencias en nuestra vida y en la de quienes nos aman. La santificación y el arrepentimiento son esenciales para restaurar nuestra relación con el Señor. Al enfrentar nuestras transgresiones con honestidad y humildad, podemos experimentar la gracia y el perdón que Dios ofrece.



AUDIO
CLICK AQUÍ PARA DESCARGAR EL AUDIO DEL SERMÓN


CLICK EN PLAY PARA OÍR EL AUDIO DEL SERMÓN 


VERSIÓN LARGA
Lecciones sobre el pecado en 
Josué 7  


Introducción:

En el relato de Josué 7, se presenta una enseñanza profunda sobre la naturaleza del pecado y sus consecuencias. A través de la historia de Acán, quien desobedeció las instrucciones divinas, se revela que Dios es plenamente consciente de nuestras transgresiones. Además, se nos recuerda que nuestras acciones tienen repercusiones no solo en nuestra vida, sino también en la comunidad que nos rodea. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la importancia del arrepentimiento y la santificación, recordándonos que Dios no solo castiga el pecado, sino que también tiene un plan de redención para aquellos que se vuelven a Él. Al estudiar este capítulo, podemos aprender valiosas lecciones sobre cómo lidiar con el pecado y la necesidad de mantener una relación honesta y transparente con Dios.

I. DIOS SABE ACERCA DE NUESTROS PECADOS - V. 11

A. Josué no sabía lo que había pasado, pero Dios sí. Él sabía exactamente lo que había hecho Acán. Esto subraya la omnisciencia de Dios: no hay nada oculto ante Su mirada. Proverbios 15:3 nos recuerda que "los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos". Asimismo, Hebreos 4:13 afirma que "no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia". Este conocimiento de Dios sobre nuestros pecados nos lleva a la comprensión de que no podemos ocultar nuestras faltas de Él.

B. Este reconocimiento de que Dios sabe lo que hacemos debe impulsarnos a vivir en la verdad, a no escondernos detrás de excusas o justificaciones. La honestidad ante Dios es esencial para una relación saludable con Él. Si bien podemos engañar a los demás, nunca podremos engañar a Dios. Este primer paso nos lleva a la necesidad de confrontar nuestros pecados y buscar Su perdón.

II. DIOS REACCIONA A NUESTROS PECADOS - V. 11

A. Observemos las consecuencias que tuvo que enfrentar Israel tras el pecado de Acán. En primer lugar, se nos dice que "no podrán hacer frente a sus enemigos". Esto significa que el pecado afecta no solo al individuo, sino también a la comunidad. La desobediencia de uno puede llevar a la derrota y la vulnerabilidad de muchos. Además, Dios declara: "Ni estaré más con vosotros". La separación de Dios es una de las consecuencias más graves del pecado. Cuando nos alejamos de Su voluntad, nos apartamos de Su presencia y protección.

B. Es importante entender que el pecado no solo ofende a Dios; también tiene consecuencias en nuestras vidas. No debemos pensar que nuestras maldades pasan desapercibidas. La justicia divina asegura que cada acción tiene su repercusión. Este principio se encuentra en Gálatas 6:7-8, donde se nos advierte que "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará". Esta ley espiritual nos recuerda que nuestras decisiones tienen consecuencias directas, no solo para nosotros, sino también para quienes nos rodean.

III. DIOS TIENE UN PLAN PARA NUESTROS PECADOS - V. 13

A. Ante esta situación, Josué le dice al pueblo que debe santificarse. Esta santificación implica un proceso de purificación que incluye pedir perdón y arrepentirse. La voluntad de Dios cuando pecamos es nuestra santificación. No se trata de quedarnos atrapados en nuestros pecados o lamentarnos sin actuar; se trata de buscar activamente la restauración de nuestra relación con Él. Proverbios 28:13 nos enseña que "el que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia".

B. El arrepentimiento es un acto poderoso. Nos permite reconocer nuestras faltas ante Dios y recibir Su perdón. En 1 Juan 1:9 se nos asegura que "si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". Asimismo, el Salmo 32:5 nos recuerda la liberación que se encuentra en la confesión: "Te haré saber mi iniquidad, y no encubriré mis pecados; dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová, y tú perdonaste la maldad de mi pecado".

C. Dios desea que abordemos nuestros pecados de manera activa y decidida. No podemos permitir que el pecado nos paralice ni que la culpa nos consuma. Si no tratamos con nuestros pecados, Dios lo hará de otra manera. La santificación es un proceso continuo, y es nuestra responsabilidad mantener una relación honesta y transparente con Él.

IV. DIOS CASTIGARÁ NUESTROS PECADOS - V. 15

A. En este texto se anuncia el castigo para el culpable, así como para sus posesiones y su familia. Esto nos recuerda que siempre hay un precio que pagar por la rebelión y la desobediencia. La justicia de Dios es clara: el pecado tiene consecuencias, y esas consecuencias pueden extenderse más allá del individuo. El pecado de Acán no solo lo afectó a él, sino que también afectó a su familia y a toda la nación de Israel.

B. Es crucial entender que los castigos de nuestros pecados a menudo incluyen a aquellos a quienes amamos. Gálatas 6:7-8 nos advierte sobre la ley de la siembra y la cosecha. Lo que hacemos no solo tiene repercusiones en nuestra vida, sino que también puede afectar a los que nos rodean. Esto subraya la importancia de vivir de manera recta, no solo por nuestro propio bienestar, sino también por el bienestar de nuestras familias y comunidades. Debemos ser conscientes de que nuestras decisiones tienen un impacto más amplio, y esto nos debe motivar a actuar con responsabilidad y diligencia en nuestra vida espiritual.

Conclusiones:

El relato de Josué 7 nos recuerda que el pecado no solo nos separa de Dios, sino que también tiene consecuencias en nuestra vida y en la de quienes nos aman. La santificación y el arrepentimiento son esenciales para restaurar nuestra relación con el Señor. Al enfrentar nuestras transgresiones con honestidad y humildad, podemos experimentar la gracia y el perdón que Dios ofrece. Es fundamental que tomemos en serio nuestras acciones y busquemos vivir en la luz de Su verdad, recordando siempre que, aunque el pecado puede traer consecuencias severas, Dios también tiene un plan de redención para aquellos que se vuelven a Él con un corazón contrito y humilde. La historia de Acán nos impulsa a mantener nuestra integridad y a buscar la santidad en nuestra vida diaria, confiando en que Dios es fiel para perdonar y restaurar a quienes se arrepienten sinceramente.

No hay comentarios: