Tema: Ester. Titulo: Amán. Texto: Ester 3. Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz.
Introduccion:
A. Amán es un personaje siniestro, un anti-valor que nos ayuda a entender lo que no debemos ser. Tiene caracteristicas bastante malignas que analizaremos durante esta enseñanza Biblica.
I. AMÁN ES ORGULLOSO (ver 1 - 5).
A. Amán es un hombre a quien el rey Asuero "engrandece" y "honra". Dicho acto no hizo a Amán mas humilde, al contrario lo hizo un ser pretotente que se llena de orgullo, cuando descubre que Mardoqueo no se arrodillaba ante él.
B. El diccionario nos dice que orgullo es: "Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás". Precisamente esto es lo que vemos en Amán.
D. La biblia tiene que decirnos mucho sobre el orgullo:
1. Es una actitud aborrecida por Dios (Prov. 6: 16 - 17)
2. A la postre traera humillación y derrota (Prov. 29:23).
3. Dios resiste al orgulloso (1 Pedro 5:5).
II. AMÁN ES IRACUNDO (ver 5)
A. El orgulllo lleva a Amán a llenarse de ira y tomar decisiones basadas en ello, recalcamos que no fue solamente llevado a ira sino que "se lleno de ira", estaba repleto y consumado de la ira, esto nos lleva a pensar que su nivel de enojo era directamente proporcional a su nivel de orgullo.
La ira desvocada como siempre llevo a Amán a responder de manera exagerada ante lo que un solo hombre hacia. No contento con desear llevarse la vida de Mardoqueo desea matar a todos los Judios (ver 6).
B. Al igual, que con el orgullo la Biblia tiene mucho que decirnos sobre la ira:
1. Es propio de necios perder la cabeza en medio de la ira (Ecle 7:9)
2. El creyente puede enojarse pero no pecar en ello (Efe 4:26)
3. El creyente debe DESECHAR tal pecado de su vieja naturaleza (Efe 4:31).
4. Debemos ejercer dominio propio sobre la ira, si vivimos asi no podremos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios (Santiago 1: 19. 20).
III. AMÁN ES CHISMOSO (ver 8).
A. Para lograr su cometido Amán usa de armas muy bajas, cosas como el chisme y la calumnia, armas de gente baja, de gente oscura. Le asegura a Asuero que el pueblo Judio no respeta sus leyes, cosa que no era cierta.
B. ¿Tendra la Biblia algo que decir sobre el chisme y la calumnia?
1. El chismoso causa división (Prov. 16:28).
2. El chismoso es un impio que destruye a las personas (Prov. 11:9)
3. Debemos evitar la compañia de personas asi (Prov. 20:19).
Conclusiones
Amán representa los peligros de dejarse llevar por el orgullo, la ira y el chisme. Su historia nos desafía a cultivar la humildad, el autocontrol y la verdad en nuestras relaciones. Al evitar estos anti-valores, podemos vivir en armonía y cumplir la voluntad de Dios, contribuyendo a un entorno más justo y amoroso.
VERSIÓN LARGA
Amán: orgullo, ira y chisme
Ester 3
Introducción
Amán es un personaje siniestro, un anti-valor que nos ayuda a entender lo que no debemos ser. Su vida y acciones nos presentan características malignas que analizaremos durante esta enseñanza bíblica. A través de su historia, podemos identificar actitudes y comportamientos que son destructivos no solo para uno mismo, sino también para las personas que nos rodean. La narrativa de Amán en el libro de Ester nos invita a reflexionar sobre la importancia de cultivar virtudes opuestas a las que él encarna y cómo podemos vivir de manera que honre a Dios y a los demás.
I. Amán es orgulloso (Ester 3:1-5)
Amán es un hombre a quien el rey Asuero "engrandece" y "honra". Este acto del rey no lo llevó a la humildad, sino que lo convirtió en un ser petulante y arrogante. Cuando Amán descubre que Mardoqueo no se arrodilla ante él, su orgullo se manifiesta de manera intensa. Esta falta de respeto hacia su persona se convierte en un desencadenante de su ira, mostrando cómo el orgullo puede llevar a la intolerancia y al deseo de venganza.
El diccionario define el orgullo como "exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás". Precisamente esto es lo que vemos en Amán, quien se siente superior a los demás y, por ende, no puede tolerar que alguien como Mardoqueo no le muestre la reverencia que cree merecer. Este tipo de arrogancia es peligrosa y tiene consecuencias devastadoras, no solo para el orgulloso, sino también para aquellos que se encuentran a su alrededor.
La Biblia nos ofrece múltiples advertencias sobre el orgullo. En Proverbios 6:16-17, se nos dice que el orgullo es una actitud aborrecida por Dios. La soberbia y el orgullo no solo son repulsivos a los ojos de Dios, sino que también pueden llevar a la humillación y a la derrota, como se menciona en Proverbios 29:23. Además, en 1 Pedro 5:5 se nos recuerda que Dios resiste al orgulloso, lo que implica que aquellos que se envuelven en la arrogancia están alejados de la gracia de Dios.
II. Amán es iracundo (Ester 3:5)
El orgullo de Amán lo lleva a llenarse de ira, una emoción que consume su ser y determina sus acciones. No se trata de un enojo pasajero, sino de una ira desbordante que lo impulsa a tomar decisiones extremas. La escritura nos dice que se "llenó de ira", lo que sugiere que su enojo era colosal y desproporcionado a la situación. Este tipo de ira no solo es destructiva para quien la siente, sino que también puede tener repercusiones devastadoras para los demás.
Amán, al no poder soportar la desobediencia de Mardoqueo, decide que no solo quiere deshacerse de él, sino que desea exterminar a todos los judíos. Este nivel de venganza revela la profundidad de su ira y la falsedad de su orgullo. La ira descontrolada lo lleva a actuar de manera que afecta a toda una nación.
La Biblia también tiene mucho que enseñarnos sobre la ira. Eclesiastés 7:9 nos advierte que es propio de necios perder la cabeza en medio de la ira. La ira puede ser una emoción legítima, pero debemos manejarla con cuidado. En Efesios 4:26, se nos dice que el creyente puede enojarse, pero debe hacerlo sin pecar. Esto implica que hay maneras de expresar la ira que son correctas y otras que son destructivas. Además, en Efesios 4:31, se nos insta a desechar la ira, entendiendo que es parte de la vieja naturaleza que no debe prevalecer en la vida del creyente. Santiago 1:19-20 también nos recuerda que debemos ser lentos para la ira, ya que la ira humana no produce la justicia de Dios.
III. Amán es chismoso (Ester 3:8)
Para lograr su cometido, Amán utiliza tácticas bajas y engañosas, como el chisme y la calumnia. Este tipo de comportamiento es indicativo de un carácter maligno que busca destruir a los demás a través de la mentira y la manipulación. Amán asegura al rey Asuero que los judíos no respetan sus leyes, cuando en realidad esto no es cierto. Este uso del chisme muestra la maldad en su corazón y su disposición a destruir a otros para satisfacer su ego herido.
La Biblia también tiene mucho que decir sobre el chisme y la calumnia. Proverbios 16:28 nos advierte que el chismoso causa división. Las palabras de Amán no solo son mentiras, sino que siembra discordia entre el rey y el pueblo judío. Proverbios 11:9 enfatiza que el chismoso es un impío que destruye a las personas. La calumnia y el chisme son armas que han sido utilizadas a lo largo de la historia para desestabilizar relaciones y comunidades. Además, Proverbios 20:19 nos aconseja evitar la compañía de personas que participan en tales prácticas, ya que pueden influir negativamente en nuestra vida y en nuestra relación con Dios.
Conclusiones
La historia de Amán representa los peligros de dejarse llevar por el orgullo, la ira y el chisme. A través de su vida, vemos cómo estas actitudes pueden llevar a la destrucción de uno mismo y de los demás. Amán es un ejemplo claro de lo que no debemos ser, y su relato nos desafía a cultivar la humildad, el autocontrol y la verdad en nuestras relaciones.
En contraste con Amán, el llamado del creyente es a vivir en humildad, reconociendo que todo lo que tenemos y somos proviene de la gracia de Dios. Al evitar el orgullo, podemos abrirnos a recibir la sabiduría y la dirección que Dios tiene para nosotros. La humildad nos permite ver a los demás con amor y respeto, en lugar de desdén y desprecio.
Además, al manejar la ira de manera constructiva, podemos evitar que esta emoción nos lleve a actuar de maneras que son dañinas para nosotros y para quienes nos rodean. La ira puede ser una señal de que algo está mal, y en lugar de dejar que nos controle, debemos aprender a canalizarla hacia la acción positiva, buscando la reconciliación y la justicia.
Finalmente, al rechazar el chisme y la calumnia, podemos contribuir a un ambiente de confianza y amor en nuestras comunidades. La verdad debe ser nuestro estándar, y debemos esforzarnos por ser portadores de paz y reconciliación, en lugar de divisores. Al vivir de esta manera, no solo honramos a Dios, sino que también creamos un entorno más justo y amoroso para todos.
En conclusión, la historia de Amán nos ofrece valiosas lecciones sobre cómo no vivir. Al reflexionar sobre su carácter, podemos identificar las actitudes que debemos evitar y, en su lugar, cultivar virtudes que nos acerquen a Dios y nos permitan vivir en armonía con los demás. Que nuestras vidas sean un reflejo de la gracia de Dios, y que, a través de nuestras acciones, podamos ser instrumentos de Su amor y verdad en el mundo.
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