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SERMÓN - BOSQUEJO: RAZONES PARA EVANGELIZAR

VIDEO

BOSQUEJO

Tema: Evangelismo. Título: ¿Por que debo evangelizar? Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.

Introducción:

A. Lemas. Este año será para nosotros el año del evangelismo y las misiones. Vamos a tener varias actividades en las cuales estaremos dando énfasis a este propósito de Dios para la iglesia y para nuestras vidas.

B. Hoy vamos a estudiar las razones por las cuales debemos evangelizar a otros:

(Dos minutos de lectura)

I. EL EVANGELIO ES EL ÚNICO MENSAJE.


A. Existen tendencias modernas que han afectado a la iglesia una de ellas es el pluralismo. El pluralismo le dice más o menos que no hay verdades absolutas, que todo depende, que todo es relativo, en palabras sencillas que: “todos los caminos conducen a Roma”.

Este modo de pensar ha afectado también a la iglesia. Muchas personas que conocen la Escritura le dirá que solo basta ser sincero, sin importar lo que usted crea, le dirán la interpretación de la biblia es relativa y que se puede ver de muchas formas.

Sin embargo los cristianos sabemos que:

1. Solo hay una forma de llegar a Dios y es a través de Jesucristo. Juan 14: 6; 1 Timoteo 2:5

2. Solo hay una persona en la que podemos ser salvos. Hechos 4:12.

B. Al callarnos le negamos a la gente la oportunidad de oír el único mensaje que puede darles salvación y vida eterna.


II. DIOS DESEA QUE TODOS SEAN SALVOS.


A. Esta es una verdad indudable que requiere de grandes malabarismo hermenéuticos y diatribas filosóficas para negarla como hacen algunos, estos afirman que: Dios no quiere la salvación de todos, que en realidad la gran mayoría de la masa humana es enviada al mundo con el propósito de condenarse, sin esperanza real de salvarse, porque así Dios lo dispuso desde antes de la fundación del mundo.

La Biblia en varias ocasiones nos enseña algo muy diferente (2 Pedro 3:9; Ezequiel 33:11; 1 Timoteo 2:4).

Además, Jesús gusto la muerte por todos y si lo hizo así es porque desea también la salvación de todos (1 Timoteo 4:10; 1 Juan 2:2).


B. Entonces debemos evangelizar porque con ello nos unimos a una labor que Dios quiere: salvar a todos los hombres de la condenación eterna.

III. ES UN ENCARGO DIVINO

A. 2 Corintios 5: 17 – 20 nos enseña esto, este texto nos dice que:

1. La tarea de reconciliar al mundo con Dios o de evangelizar es dada a los que ya fueron reconciliados. PARA RECONCILIARA A OTROS DEBO ESTAR RECONCILIADO CON DIOS. Porque:

a. Porqué de otra manera no sabré que decir y aunque muchos que son salvos no saben ni que decir este no es el estado ideal, cada reconciliado debe saber cómo es que es salvo.

b. Porqué puedo hablar de algo que experimento y vivo. Por tanto puedo ser un testigo veraz

c. Porqué  solo los reconciliados tiene el poder que los hace testigos.

2. La tarea de reconciliar al mundo con Dios tiene un mensaje: a través de Jesús se obtiene el perdón de los pecados y se llega a ser amigo de Dios. lo que implica que existen enemigos de Dios, todo aquel que ama el mundo, que ama sus pecados esta en tal condición.

3. Al evangelizar Dios habla, ruega a través de nosotros al mundo y le dice que se reconcilie, por ello quien evangeliza es un profeta de Dios.


Conclusiones: 

El evangelismo es una misión divina que debemos cumplir por amor a Dios y a las almas perdidas. La Biblia afirma que solo en Jesús encontramos salvación y que Dios desea que todos sean salvos. Como reconciliados, tenemos el deber de compartir este mensaje, actuando como instrumentos de su gracia y amor.

VERSIÓN LARGA

Este año será para nosotros el año del evangelismo y las misiones. Vamos a tener varias actividades en las cuales estaremos dando énfasis a este propósito de Dios para la iglesia y para nuestras vidas. En este contexto, surge una pregunta fundamental que todos debemos considerar: ¿por qué debo evangelizar? A continuación, exploraremos las razones que sustentan la importancia de compartir el evangelio.

El evangelio es el único mensaje que puede transformar vidas. En un mundo donde predominan las tendencias modernas, una de las más influyentes es el pluralismo. Esta ideología sostiene que no existen verdades absolutas y que todo es relativo, sugiriendo que "todos los caminos conducen a Roma". Este enfoque ha permeado también el pensamiento de muchas personas en la iglesia. A menudo, se escucha que no importa lo que uno crea, siempre y cuando sea sincero, y que la interpretación de la Biblia puede variar de persona a persona.

Sin embargo, los cristianos sabemos que la verdad es diferente. La Biblia establece claramente que solo hay una forma de llegar a Dios, y esa es a través de Jesucristo. En Juan 14:6, Jesús afirma: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Asimismo, en 1 Timoteo 2:5 se nos recuerda que "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre". Además, Hechos 4:12 declara que "en ningún otro hay salvación". Al quedarnos callados y no compartir este mensaje, estamos negando a las personas la oportunidad de escuchar el único mensaje que puede ofrecerles salvación y vida eterna.

La segunda razón por la que debemos evangelizar es que Dios desea que todos sean salvos. Esta es una verdad indudable que requiere un gran esfuerzo hermenéutico y filosófico para ser negada, como lo hacen algunos. Hay quienes afirman que Dios no quiere la salvación de todos, que la mayoría de la humanidad está destinada a la condenación desde antes de la fundación del mundo. Sin embargo, la Biblia nos enseña algo muy diferente. Versículos como 2 Pedro 3:9, Ezequiel 33:11 y 1 Timoteo 2:4 nos muestran que el deseo de Dios es que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. 

Además, Jesús murió por todos, y si lo hizo, es porque desea la salvación de todos, como se menciona en 1 Timoteo 4:10 y 1 Juan 2:2. Por lo tanto, debemos evangelizar porque al hacerlo nos unimos a la labor que Dios quiere: salvar a todos los hombres de la condenación eterna. Este llamado a compartir el evangelio no es solo una opción; es un mandato divino que debemos cumplir con seriedad y pasión.

El evangelismo también es un encargo divino. En 2 Corintios 5:17-20, Pablo nos enseña que la tarea de reconciliar al mundo con Dios es dada a aquellos que ya han sido reconciliados. Esto significa que, para poder reconciliar a otros, debemos estar primeramente reconciliados con Dios. ¿Por qué es esto tan importante? Primero, porque de lo contrario no sabremos qué decir. Aunque muchos creyentes pueden sentirse inseguros acerca de su testimonio, el ideal es que cada reconciliado entienda cómo es que ha llegado a ser salvo.

En segundo lugar, solo podemos hablar de lo que hemos experimentado y vivido. Nuestra experiencia personal de salvación nos convierte en testigos veraces de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Cuando hablamos con convicción sobre nuestra relación con Cristo, nuestra palabra tiene poder. Además, solo los reconciliados poseen el poder que los hace testigos efectivos. Sin esta reconciliación, nuestra evangelización puede quedar vacía y sin impacto.

La tarea de reconciliar al mundo con Dios tiene un mensaje claro: a través de Jesús se obtiene el perdón de los pecados y se llega a ser amigo de Dios. Este mensaje es crucial, ya que implica que existen enemigos de Dios, aquellos que aman el mundo y sus pecados. Al evangelizar, estamos dando voz a un llamado divino que invita a los perdidos a reconciliarse con su Creador. En este sentido, quien evangeliza actúa como un profeta de Dios, llevando Su mensaje de esperanza y redención.

Es fundamental recordar que el evangelismo no es solo una actividad, sino una misión que trasciende nuestras preferencias y comodidades. Cada uno de nosotros ha sido llamado a ser parte activa de esta gran comisión. En Mateo 28:19-20, Jesús nos instruye a ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todas las cosas que Él nos ha mandado. Este mandato nos recuerda que el evangelismo es una responsabilidad compartida, no solo de unos pocos, sino de toda la iglesia. 

Al considerar la importancia de evangelizar, debemos también reflexionar sobre nuestra motivación. La motivación para evangelizar debe surgir del amor: amor por Dios y amor por los demás. Cuando entendemos la gravedad de la situación espiritual de aquellos que no conocen a Cristo, nuestro corazón debe moverse a la acción. Debemos sentir una profunda compasión por aquellos que están perdidos y sin esperanza. Esta compasión nos impulsará a salir de nuestra zona de confort y a compartir el mensaje de salvación con valentía.

Además, el evangelismo es una forma de adorar a Dios. Cuando compartimos nuestra fe y testificamos de Su obra en nuestras vidas, estamos glorificando Su nombre. En Romanos 10:14-15 se nos pregunta: "¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados?" Este pasaje resalta la importancia de ser enviados y de ser portadores del mensaje de salvación. Evangelizar es parte integral de nuestra adoración y servicio a Dios.

Por último, debemos recordar que el evangelismo no siempre será fácil. Enfrentaremos rechazos, burlas y, en algunos casos, persecución. Sin embargo, es fundamental mantenernos firmes en nuestra fe y en nuestro llamado. En 2 Timoteo 4:2, Pablo nos exhorta a predicar la palabra, a estar listos en todo tiempo, a reprender, a corregir y a exhortar con toda paciencia y doctrina. La perseverancia en el evangelismo es vital, ya que cada esfuerzo cuenta. No sabemos cuándo la semilla que sembramos dará fruto, pero Dios es quien da el crecimiento.

En conclusión, el evangelismo es una misión divina que debemos cumplir por amor a Dios y a las almas perdidas. La Biblia afirma que solo en Jesús encontramos salvación y que Dios desea que todos sean salvos. Como reconciliados, tenemos el deber de compartir este mensaje, actuando como instrumentos de Su gracia y amor. Al hacerlo, no solo cumplimos con un mandato divino, sino que también experimentamos la alegría y la satisfacción que provienen de ver a otros venir a Cristo. Que este año de evangelismo y misiones sea un tiempo de crecimiento, compromiso y frutos abundantes para el reino de Dios. Al final, recordemos que la obra de evangelización es un viaje que nos transforma a nosotros mismos mientras transformamos el mundo a nuestro alrededor.


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