Título: Lo que pasa sobre
el agua.
Texto: Mateo 14: 22 – 33
Autor: Pastor Edwin
Guillermo Núñez Ruiz
Introducción:
A. Lemas. Tenemos en este texto 4 acciones de Jesús
que nos dejan sendas enseñanzas acerca de nuestras tormentas:
I. JESÚS OBLIGO (Ver 22)
A. Jesús prácticamente obliga a los discípulos a
entrar en la barca e irse solos, ya que, seguramente sabía lo que les iba a
suceder, él lo había preparado.
B. Dios está involucrado activamente en nuestras
pruebas desde el comienzo, muchas veces es el mismo quien nos lleva a la
tormenta pero no nunca olvidemos que no lo hace porque si, él tiene allí sui
escuela, su propósito.
II. JESÚS VINO (Ver 25)
A. En efecto la tormenta se levanta y Jesús tiene
acciones llamativas y que confirman la intencionalidad del momento:
1. Los observa desde cierto lugar donde el oraba.
2. Además espera demasiado tiempo, cuando los ve ya
fatigados y sin fuerzas viene a ellos (Marcos 6:48). Viene a ellos a la cuarta
vigilia de la noche, es decir, entre las 4 y
las 6 am, si tenemos en cuenta que Marcos 6:35 nos dice que empezaba
oscurecer cuando se sucedió el milagro de la multiplicación de los panes,
calculando que mientras comieron y se recogieron las cestas por mucho
trascurrieron tres horas, sabiendo que después de esto Jesús les ordeno subir a
la barca eso nos da aproximadamente las 10:00 PM.
Si fue así ellos lucharon varias horas
contra la tormenta, mínimo 6 horas, la tormenta en realidad fue fuerte Juan nos
informa que solo habían podido remar 5 o 6 km (Juan 6:19)
3. Cuando llega a ellos, sabiendo la situación en
la que están hace el ademan de seguir de largo (Marcos 6: 48).
B. A veces parece que a Dios no le interesara
nuestra situación. Algo que hace más desesperante cualquier situación es saber
que el la conoce y que aun así parece que no actúa en ella.
III. JESÚS DIJO (Ver 29).
A. Cuando lo ven se asustan, pensaban los
discípulos que era un fantasma (en aquel entonces se creía que si se veía un
fantasma era señal inequívoca de la muerte), Jesús los calma: ¡No tengan miedo
soy yo! Les dice. Ellos no le creen y Pedro pide una señal: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas”. Jesús entonces le motiva a salir a su encuentro, mientras
Pedro va son su mirada puesta en el maestro todo está bien, el problema es
cuando quita su mirada de él y la pone en la tormenta entonces comienza a
hundirse.
B. En cuanto a la conducta de Pedro:
1. Es de valorar que es el único que se atreve a
salir de la zona de seguridad (y es que para ver la gloria de Dios muchas veces
tenemos que atrevernos a salir de nuestras zonas de seguridad),
2. Lo que no es de valorar es la falta de fe que le
reclama Jesús, el haber quitado sus ojos de Jesús para ponerlos en la tormenta.
Muchos de nosotros somos así comenzamos con fe y terminamos en incertidumbres,
empezamos con nuestros ojos puestos en Dios, sus promesas, su comunión y
conforme caminamos los quitamos de ellas y entonces los problemas se vuelven
más grande que nuestro Dios
Y es que para ver la gloria de Dios
necesitamos comenzar por fe y terminar por fe, necesitamos nunca quitar
nuestros ojos de Jesús creyendo que no importa el desenlace el siempre hará lo
que es mejor para nosotros.
IV. JESÚS EXTENDIO (Ver 31)
A. Mientras Pedro se hunde Jesús le rescata y al
mismo tiempo le reclama su falta de fe, sus dudas. Subidos a la barca el viento
se calmó y los discípulos adoraron a Jesús.
B. El fin último de cada prueba es que al salir de
ellas seamos mejores adoradores, el fin último de cada prueba es la gloria de
Dios.
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