Tema: Rut. Título: La Restauración de Noemi: Cómo el Dolor de Noemí Cambió la HISTORIA para Siempre. Texto: Rut 4: 15 – 22. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. Comenzando el libro de Rut tuvimos hambre, muerte, amargura, despedida y desesperanza. Ahora, dijimos allí que esta era la historia de cómo Dios restauraba y que aunque el libro comenzaba así no terminaría de la misma manera, el libro termina con Noemi en otra situación:
B. En esta situación ella:
I. CUENTA CON UN RESTAURADOR (Ver 15ª).
A. Booz sea casado con Rut y han engendrado un hijo, las vecinas de Noemi le dicen que este niño será un “RESTAURADOR DE SU ALMA”. El significado de restaurar es: “VOLVER AL PUNTO DE PARTIDA”. Es decir, Noemi había logrado cosas en la vida, todo ello se había perdido por las circunstancias que ya conocemos, pero Dios había obrado de tal manera que ahora a través de este bebe Dios le devolvía lo que había perdido.
Notemos que no les devolvió a los difuntos, pero hizo otra cosa que compensaba lo que había perdido.
B. Dios puede cambiar la situación y si tal vez no nos devuelva lo que perdimos o deseamos que nos devuelva si nos dará algo que compensara la perdida con creces. Cuando Dios restaura, Dios compensa.
II. SE LE ASEGURA UN FUTURO (Ver 15b).
A. Ellas habían quedado totalmente desamparadas, su futuro al terminar el capitulo uno era muy incierto, solo podían esperar una vida difícil. Sin embargo, Dios proveyó al redentor (Booz), un hombre rico y más que eso proveyó al bebe Obed (siervo), el cual según las leyes debía ser considerado hijo de los difuntos, heredero, primogénito, seguramente ya no debían temer por su futuro. La biblia dice que este niño seria: “SUSTENTADOR DE TU VEJEZ”.
B. Cuando Dios restaura no solo puede compensar lo que hemos perdido, sino que también puede darnos algo que nos asegure el futuro.
III. SE LE PROVEE ALGUIEN QUE LA AME (Ver 15c).
A. Las vecinas de Noemi reconocen en Rut una mujer que ama a su suegra, la expresión: “ella es de más valor para ti que siete hijos” es una expresión bastante llamativa: tener siete hijos era tener la familia perfecta por cuanto el siete es el numero de la perfección. Sin embargo, note que para la gente era evidente que Rut era mejor que tener la familia perfecta por la manera como amaba a Noemi.
B. Cuando Dios restaura, Dios nos provee alguien que nos ame de tal manera que el amor de esa persona nos hace “olvidar” las penas.
IV. SE LE DA LO IMPENSABLE (Ver 18 – 22).
A. El libro termina con una lista de antepasados donde se nos informa que este niño vendría a ser el padre del rey David, como sabemos el Rey David fue un antepasado de Jesucristo lo que quiere decir que Obed vino a ser un antepasado de Cristo ¡imagínese la bendición!
Noemi murió sin saber esto, lo desconoció totalmente.
B. Esto es solo una muestra de como las tragedias de la vida en los que aman a Dios obedecen a propósitos superiores que tal vez ni alcancemos a contemplar con nuestros ojos, nuestras tragedias pueden resultar en bendiciones impensables.
Conclusiones:
La restauración de Dios puede contener este paquete completo o solo uno dos de estas bendiciones, no sabemos, pero si podemos estar seguros que: “A LOS QUE AMAN A DIOS TODAS LAS COSAS LES AYUDAN A BIEN”.
VERSIÓN LARGA
El libro de Rut comienza con un trasfondo de hambre, muerte, amargura, despedida y desesperanza. A través de las primeras escenas, nos encontramos con Noemí, una mujer que ha perdido a su esposo y a sus dos hijos, quedando sola en una tierra extranjera. Sin embargo, a medida que avanzamos en la historia, observamos cómo Dios orquesta un plan de restauración para ella, un tema central que nos invita a reflexionar sobre la providencia divina en medio de las dificultades. Al final del libro, Noemí se encuentra en una situación completamente diferente, gracias a la intervención de Dios en su vida a través de Rut y Booz.
El primer aspecto a considerar es que Noemí cuenta con un restaurador. En el versículo 15, después de que Rut se casa con Booz, se nos dice que han engendrado un hijo, y las vecinas de Noemí le dicen que este niño será un "restaurador de su alma". El significado de restaurar implica "volver al punto de partida". Se puede decir que Noemí había logrado cosas en su vida, pero debido a las circunstancias trágicas que enfrentó, todo se había perdido. Sin embargo, Dios obró de tal manera que, a través de este niño, le devolvía lo que había perdido. Es importante notar que Noemí no recuperó a sus difuntos, pero Dios le dio algo que compensaba su pérdida. Esta restauración no se trata simplemente de recuperar lo que se perdió, sino de recibir algo nuevo que trae esperanza y propósito.
Este principio de restauración es fundamental en la vida de los creyentes. Dios, en su infinita sabiduría y amor, puede cambiar nuestra situación. Tal vez no nos devuelva exactamente lo que perdimos o lo que deseamos recuperar, pero siempre nos dará algo que compensará la pérdida con creces. Cuando Dios restaura, no solo repara lo roto, sino que también trae nuevas oportunidades y bendiciones. A menudo, estas bendiciones pueden adoptar formas inesperadas, lo que nos recuerda que en la economía de Dios, la restauración va más allá de lo material y se adentra en lo espiritual y emocional.
El segundo aspecto que debemos considerar es que Noemí se asegura un futuro. En el versículo 15b, se menciona que las mujeres reconocen que su futuro, que antes era incierto, ahora se ve iluminado por la llegada de Obed, el hijo de Rut y Booz. Al principio de la historia, Noemí se sintió desamparada y su futuro parecía sombrío. Sin embargo, Dios proveyó un redentor en Booz, un hombre rico que no solo la salvó del desamparo, sino que también le aseguró un futuro. El niño Obed, al ser considerado hijo de los difuntos, se convierte en heredero y primogénito, lo que garantiza que Noemí ya no debía temer por su futuro.
La restauración de Dios no solo compensa las pérdidas, sino que también asegura nuestro futuro. Cuando nos encontramos en momentos de crisis, es fácil pensar que no hay esperanza y que el futuro es incierto. Sin embargo, Dios tiene un plan para nosotros, un plan que incluye no solo la restauración de lo que hemos perdido, sino también la promesa de un futuro lleno de esperanza. La llegada de Obed simboliza esta esperanza, y su vida se convierte en un testimonio del cuidado continuo de Dios por Su pueblo.
Un tercer punto a considerar es que Noemí recibe el amor de alguien que la valora. En el versículo 15c, las vecinas de Noemí reconocen la devoción de Rut hacia su suegra, destacando que ella es "de más valor para ti que siete hijos". Esta expresión es poderosa, ya que el número siete en la cultura hebrea simboliza la perfección. Las vecinas ven en Rut una mujer que no solo se preocupa por Noemí, sino que su amor y dedicación son tan profundos que superan lo que podría ofrecer una familia perfecta. La devoción de Rut hacia Noemí es un reflejo del amor que Dios nos ofrece a través de los demás, especialmente en momentos de necesidad.
Cuando Dios restaura, con frecuencia nos provee personas en nuestras vidas que nos aman y nos apoyan de manera incondicional. Estas relaciones pueden ser un bálsamo en tiempos de dolor y sufrimiento. La presencia de Rut en la vida de Noemí es un recordatorio de que Dios utiliza a otros para mostrarnos su amor y cuidado. En nuestra propia vida, debemos estar abiertos a la posibilidad de que Dios esté utilizando a personas a nuestro alrededor para brindarnos apoyo en momentos difíciles. Estas relaciones pueden ser la fuente de aliento y esperanza que necesitamos para seguir adelante.
Finalmente, el libro de Rut concluye con un giro impresionante en la narrativa. En los versículos 18 a 22, se nos da una lista de antepasados que revela que Obed se convierte en el padre de Isaí, quien a su vez es el padre del rey David. Este desenlace es sorprendente, pues Noemí, al final de su vida, se convierte en parte de la genealogía del rey David, y de hecho, en la línea que lleva a Jesucristo. Es probable que Noemí nunca haya conocido esta realidad, y su vida estuvo llena de tristeza y pérdida, pero Dios tenía planes mucho más grandes de lo que ella podría haber imaginado.
Este aspecto de la historia nos enseña que las tragedias de la vida, por dolorosas que sean, pueden ser parte del plan divino de Dios para algo mucho más grande. Nuestras dificultades pueden resultar en bendiciones impensables, y aunque no siempre comprendemos el propósito en medio del sufrimiento, podemos confiar en que Dios tiene un plan que va más allá de nuestra comprensión. La restauración de Noemí no solo se trata de su vida personal, sino que también afecta a las generaciones venideras. Cada uno de nosotros tiene un impacto en la historia de Dios, y nuestras vidas pueden ser parte de un relato más amplio que trasciende nuestro tiempo y espacio.
En conclusión, la restauración de Noemí es un poderoso recordatorio de la fidelidad de Dios en medio de la adversidad. Su historia comienza con la desesperanza y el sufrimiento, pero termina con la promesa de un futuro lleno de esperanza, amor y propósito. La restauración de Dios puede incluir el regreso a lo perdido, la seguridad de un futuro, el amor de aquellos que nos rodean y la posibilidad de ser parte de algo mucho más grande. No sabemos cómo se manifestará la restauración en nuestras vidas, pero podemos estar seguros de que, como se nos recuerda en Romanos 8:28, "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien". En cada etapa de nuestra vida, incluso en los momentos más oscuros, podemos aferrarnos a la promesa de que Dios está trabajando para nuestra restauración y que el dolor puede dar lugar a bendiciones que nunca imaginamos. La historia de Rut y Noemí nos invita a confiar en la fidelidad de Dios y a estar abiertos a Su obra en nuestras vidas.
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