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BOSQUEJO
Tema: Adoración – profeta Isaías. Título: Ministros y perros. Texto: Isaías 56: 9 – 12. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. El perro en la cultura Judía era un animal inmundo y abominable dado que vivía de comer cadáveres, basura y sangre. Decirle perro a una persona era de los peores insultos. Sin embargo, como se deduce del texto los pastores de ovejas solían adiestrar perros para que les ayudaran a cuidar el rebaño.
En este texto Isaías (como haría también Pablo en Filipenses 3:2), va a comparar a los atalayas y pastores de Israel, es decir, a los líderes civiles y religiosos con este animal, lo hará en sentido despectivo como un insulto pero aún más mostrando que de la misma manera que el perro guardián era adiestrado para un fin y era inservible cuando no lo cumplía, de la misma manera, los líderes religiosos de Israel son inservibles al no cumplir su llamado divino.
B. En este texto se nos dice que los atalayas y pastores o líderes civiles y religiosos de Israel eran:
I. PERROS SOÑOLIENTOS (Ver 10).
A. Se suponía que un deber de los perros guardianes era estar alertas y despiertos para avisar a las ovejas y al pastor sobre cualquier peligro que este percibiera. Los líderes de Israel eran perros soñolientos, ya que, en su descuido de la ley de Dios, su pereza, entre otras cosas, había perdido la capacidad de distinguir el mal del bien.
B. Un falso ministro de Dios es un perro soñoliento, perezoso, esta pereza le lleva a no estudiar la Palabra, esto a su vez, le lleva a no poder discernir el peligro para su rebaño. La peor desgracia para una congregación es un líder espiritual que no conozca la Escritura y que no pueda interpretarla cabalmente. (1 Tim 4:13,16; 2 Tim 2: 15).
Nota para el predicador: el énfasis aquí es en la capacidad de discernir, favor solo usar un texto de apoyo.
II. PERROS MUDOS (Ver 10).
A. Una cosa lleva a la otra, ser un perro soñoliento llevara a ser un perro mudo. Además de estar despierto para percibir el peligro el perro debe también estarlo para ladrar y así avisar del mismo. Esto era imposible para estos líderes, ya que, si no podían discernir mucho menos hablarían claramente para advertir al pueblo sobre las situaciones que así lo requerían o tal vez podían reconocer el peligro pero no su gravedad. Note que el texto no dice: “no quieren ladrar” sino “no pueden ladrar”. No pueden porque no pueden discernir las cosas.
B. Un falso ministro de Dios no advertirá sobre el peligro dado que no lo percibe, o no se da cuenta de la gravedad de este o le da miedo hablar o no le conviene hablar. Un ministro de Dios debe hablar todo aquello que su discernimiento le dé para hablar, sin miedo alguno, sin pensar en conveniencias el ministro de Dios es un hombre consagrado al mensaje total que se le encomienda, es un profeta (1 Tim 4: 1 - 7; 4: 1 – 5; Tito 1: 9 – 13; 2: 1, 7 – 8, 15).
C. Ilustración: https://www.youtube.com/watch?v=dY_oBAFqKao (Ver este video).
Nota para el predicador: aquí el énfasis debe ser la capacidad de hablar, de denunciar, de advertir basados en el discernimiento favor escoger uno de los tres textos de apoyo, uno no más.
III. PERROS COMILONES (Ver 11).
A. Esta comparación es en la que más se detiene el Profeta, nos dice que:
1. Un perro comilón es insaciable.
2. Un perro comilón sigue su propio camino.
3. Un perro comilón busca su propio provecho.
4. Un perro comilón va por su lado.
Este es un perro que solo piensa en él y en su bienestar pero no en el rebaño. Este es un perro avaro y codicioso. Así tal cual los líderes de Israel, a ellos no les importaba la gente sino sus propias agendas de sueños y éxito.
B. Un ministro de Dios está llamado a no pensar en el sino en su rebaño, esta llamado al sacrificio por el mismo, no usa el rebaño para llevar a cabo sus ambiciones personales, no es avaro y no ve a su rebaño como fuente de ganancia, en pocas palabras no es un PERRO COMILON.
Distinto al falso ministro quien percibe a la gente como escalones para una vida mejor, es egoísta y avaro (1 Timoteo 6: 5 – 10).
Nota para el predicador: aquí el énfasis es en el egoísmo.
Conclusiones.
A. El peligro de estas cosas es que un falso ministro te conduce a una falsa adoración, el peligro es que un falso ministro te expone al peligro.
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