VÍDEO
BOSQUEJO
Título: La parábola de la viña.
Texto: Isaías 5: 1 – 7.
Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. La parábola del viñedo en Isaías 5: 1 – 7 nos enseña que:
I. DIOS SE PREOCUPA POR SU PUEBLO (Ver 2)
A. El vinicultor (Dios) había:
1. Cercado el campo.
2. Despedregado el terreno.
3. Escogido las mejores semillas.
4. Había construido una torre de vigilancia.
5. Había construido un lugar donde procesar la uva para hacer vino.
Si Dios es el vinicultor, el terreno y las vides son el pueblo de Dios a quien Dios ha prodigado su amor y cuidado.
B. Es muy parecido a lo que Dios ha hecho por nosotros. ¿Cómo ha demostrado Dios su cuidado hacia ti? A parte de lo que podamos responder somos conscientes que su muerte en la cruz fue la mejor y más grande demostración de su amor.
II. DIOS QUIERE UN BUEN FRUTO (Ver 2b - 4).
A. Después de tanto esfuerzo el Vinicultor (Dios), no sin razón esperaba una buena cosecha de uvas muy dulces, en realidad, lo que le dio fue uvas agrias, un mal fruto (Ver 8 ss)
El vinicultor se hace dos preguntas:
1. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella?
2. ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?
Estas preguntas reflejan la frustración, la desazón de aquel vinicultor. Es necesario aclarar que al ser parábola y no una historia real no puede ser aplicada estrictamente, esto porque Dios no puede decir: “esperando yo…”, Dios todo lo sabe el nada lo toma por sorpresa, la parábola solo intenta mostrarnos lo que siente Dios ante un pueblo, una persona que no da fruto.
B. La reflexión aquí es: Después de todo lo que Dios ha hecho por nosotros ¿no deberíamos estar dando buen fruto? ¿Por qué después de todo seguimos dando frutos amargos? ¿no es acaso eso ingratitud, deslealtad e infidelidad?
III. DIOS TIENE UN LIMITE (Ver 5 – 6).
A. Dado lo ocurrido con la viña (Israel), el Vinicultor (Dios) va a tomar ciertas acciones:
1. Quitar vallado.
2. Destruir el muro.
3. Cesara la poda y la limpieza.
4. No habrá más lluvia.
B. Tal ingratitud, deslealtad e infidelidad a través del tiempo hacen que Dios nos abandone y seamos entregados por tanto a nuestra propia pecaminosidad con las consecuencias que esto pueda traer, hace que Dios mismo se vuelva contra nosotros para disciplinarnos.
Conclusiones:
¿Estas dando fruto? ¿Cuáles?
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