Tema: Liderazgo transformacional. Título: ¿Qué ENSEÑANZA nos deja NEHEMÍAS en el LIDERAZGO? 3 CLAVES que TODO LÍDER necesita saber (¡La #3 cambiará tu forma de dirigir!) Texto: Nehemías. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. Dividiremos esta conferencia en dos partes, hoy hablaremos de cualidades generales que todo líder debe tener y el próximo domingo hablaremos de cualidades específicas de un líder cristiano, aunque estas últimas fácilmente se puede aplicar también a todo tipo de liderazgo.
B. Las cualidades de las que hablaremos hoy son esenciales y deben ser desarrolladas por todo líder que quiera ser efectivo y eficaz en su tarea. Ellas le van a garantizar éxito en lo que emprenda.
C. Hablaremos hoy de un conocido personaje de la biblia al que se le reconoce un gran liderazgo: Nehemías. Vamos a ver en su vida estas características:
I. INICIATIVA (Ver 1: 1 – 4) .
A. Es el tiempo del destierro Babilónico, Nehemías se entera de la difícil situación que están viviendo las personas que en ese momento vivían en Jerusalén. Las noticias no eran nada alentadoras: “…están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego” con estas palabras fue informado Nehemías de lo que pasaba.
Inmediatamente sin tener quien se lo dijera, quien lo mandara se puso en acción para resolver la necesidad, para buscar maneras de hacer las cosas, teniendo en cuenta que lo que se proponía no era una tarea minúscula. A esto se le llama INICIATIVA.
B. La iniciativa es: "La capacidad de una persona para inventar o emprender cosas".(http://es.thefreedictionary.com/iniciativa). Las personas con iniciativa son aquellas que emprenden, son aquellas que no esperan a que se les diga que tiene que hacer (pro-activas), son aquellas que no temen cometer errores y fallar, son aquellas que no necesitan al jefe en todo momento supervisándolos.
C. ¿Cómo desarrollar iniciativa? pensemos en algunas cosas que hizo Nehemías (concejos para todos, líderes y seguidores):
a) Observe su entorno, identifique necesidades. Fue lo que hizo al preguntar por sus compatriotas
b) Piense en cómo se pueden resolver, use su imaginación, sea creativo, innove. En su tiempo de ayuno seguro pensó en eso
c) No tema proponer sus ideas a otros. Le propuso sus ideas al rey
d) Tenga en cuenta que hay cosas que debe consultar con sus superiores otras no. Se lo consulto al rey
Concejos para líderes:
a) Permita que los seguidores tomen decisiones.
b) Cuando alguien aporte iniciativa a su grupo y falle evalué con ellos como hacerlo mejor.
c) Reconozca públicamente a las personas cuando estas tengan iniciativa.
II. ENTUSIASMO (2: 17 – 20).
A. Nehemías está ya en Jerusalén a inspeccionado las murallas y entonces reúne a un grupo de gente clave: nobles, sacerdotes, oficiales y demás personas del pueblo. Les habla de:
a) La precaria situación en la que están: “…Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego…”
b) Les lanza un desafío: “…venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.”
c) Les cuanta la historia: “Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho…”
El resultado de todo esto fue: “…dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien”.
B. Vemos aquí lo que es entusiasmo en acción, entusiasmo que contagia a otros. Según el diccionario el entusiasmo es: “Sumo interés en algo, que lleva a poner en su logro mucho esfuerzo y empeño”. (http://www.wordreference.com/definicion/entusiasmo).
C. ¿Cómo desarrollar entusiasmo?:
a) Medite en porque le hace falta entusiasmo.
b) Habitúese a pensar positivamente.
c) Rodéese de gente entusiasta.
d) Sea agradecido con lo que tiene y ha logrado. Haga una lista de ellas y repásela.
¿Cómo desarrollar entusiasmo en otros? aprendamos de Nehemías.
a) Cuente una historia. Hable a la gente de historias bíblicas, propias o de otros donde se superaron momentos difíciles.
b) Lance desafíos para vencer las situaciones difíciles. Sea positivo, dígale una y otra vez a las personas: que si se puede, que es posible, use la fe en Dios y las promesas de Dios para esto
c) Véase entusiasta. muéstrese a usted mismo entusiasta (su voz, su sonrisa, sus movimientos corporales), esperanzado, hágale ver a la gente que con trabajo y esfuerzo se puede.
III. PERSISTENCIA (Comp 2: 10, 19 y 20; comp. 4: 1 – 3 y 4 -6; 4: 7 – 8 y 9; comp 4: 10 – 12 y 14).
A. En todos estos textos vemos oposición, chismes, calumnias, burlas, críticas, cansancio y con ellos manifestada una de las principales cualidades de un líder: LA PERSISTENCIA.
B. La persistencia es: "Insistencia, firmeza, empeño en la ejecución de algo" (http://www.wordreference.com/definicion/persistencia).
C. La persistencia es importantísima para un líder, la persistencia suple la carencia de otras habilidades de liderazgo pero se puede decir que nada va a remplazar la persistencia.
D. Para desarrollar persistencia:
a) Simplemente no deje de trabajar; duele, no deje de trabajar; se acaban las fuerzas, no deje de trabajar; las cosas no salen como se pensaron, no deje de trabajar. ¡NUNCA DEJE DE INTENTAR!
b) Puede darse un respiro corto, para repensar las cosas, reagrupar al equipo pero vuelva a la carga pronto, muy pronto.
c) Puede caer porque fallo pero no puede quedarse en el piso tiene que levantarse y volver a la carga.
¿Cómo desarrollar persistencia en otros? lo mejor es ser un ejemplo de la misma.
Conclusiones:
La vida de Nehemías revela que un líder efectivo debe actuar con iniciativa, contagiar entusiasmo y mostrar persistencia ante desafíos. Estas cualidades inspiran a los equipos a perseverar, aceptar riesgos y alcanzar metas. El liderazgo transformacional se basa en el ejemplo y la fe en la misión, logrando cambios duraderos.
VERSIÓN LARGA.
El liderazgo transformacional encuentra en la figura de Nehemías uno de sus ejemplos más completos y prácticos dentro del texto bíblico. Su historia trasciende el mero relato histórico para convertirse en un manual vivo de principios de dirección que mantienen sorprendente vigencia en nuestros contextos organizacionales, eclesiásticos y comunitarios contemporáneos. Este análisis exhaustivo busca desentrañar las claves fundamentales que configuraron el estilo de liderazgo de este personaje bíblico, estructurando la reflexión en dos dimensiones complementarias: por un lado, las cualidades universales aplicables a cualquier ámbito de conducción humana; por otro, los rasgos específicamente cristianos que imprimieron carácter singular a su gestión.
El contexto histórico en el que emerge Nehemías como líder resulta particularmente elocuente. Desempeñándose como copero del rey Artajerjes en la capital persa de Susa, ocupaba una posición que trasciende la simple función ceremonial de servir vino. Los coperos reales en la antigüedad eran consejeros de máxima confianza, con acceso privilegiado al monarca y participación en decisiones de Estado. Este detalle biográfico revela desde el inicio varias cualidades de Nehemías: competencia profesional demostrada, integridad a toda prueba y capacidad de ganarse la confianza de las máximas autoridades. Estas características previas resultan fundamentales para entender su posterior desarrollo como líder transformacional.
Cuando las noticias sobre la condición desastrosa de Jerusalén llegan a sus oídos -muros derribados, puertas consumidas por el fuego, el pueblo en afrenta y deshonra- se produce en Nehemías una reacción que marca el primer hito de su liderazgo. Su respuesta emocional inmediata (llanto, duelo, ayuno y oración) revela una cualidad esencial: la capacidad de conmoverse profundamente ante las necesidades de su pueblo. Este aspecto emocional del liderazgo, frecuentemente subestimado en modelos contemporáneos, constituye el combustible que alimentará su posterior accionar. La compasión auténtica, distinta de la lástima pasiva, se convierte en motor de transformación.
El proceso que sigue a esta conmoción inicial ilustra magistralmente cómo la iniciativa personal debe articularse con la sabiduría estratégica. Nehemías no actúa impulsivamente, sino que dedica tiempo a la reflexión, al ayuno y a la oración, buscando claridad sobre su posible rol en la solución del problema. Este período de incubación es crucial, pues le permite desarrollar un plan coherente antes de actuar. Cuando finalmente se presenta ante el rey, no lo hace con vagas aspiraciones, sino con propuestas concretas, incluyendo cálculos precisos de tiempo, materiales necesarios y salvoconductos requeridos. Esta preparación meticulosa evidencia otra faceta clave del liderazgo transformacional: la combinación de pasión con planeamiento riguroso.
La iniciativa, como cualidad distintiva del liderazgo de Nehemías, se manifiesta en su capacidad para identificar problemas, asumir responsabilidad personal y movilizar recursos sin esperar que otros lo hagan primero. En el contexto organizacional actual, esta característica resulta particularmente valiosa. Las instituciones de todo tipo sufren con frecuencia de lo que se ha denominado "parálisis burocrática" -la tendencia a posponer decisiones y acciones esperando instrucciones superiores o condiciones perfectas-. Nehemías modela un enfoque alternativo: evaluar la situación, considerar los recursos disponibles (aunque sean limitados) y avanzar con los medios al alcance.
El desarrollo de esta cualidad requiere tanto de disposiciones personales como de entornos organizacionales que la fomenten. A nivel individual, implica cultivar la observación aguda de las realidades circundantes, superando la miopía del encierro en las propias responsabilidades inmediatas. También exige desarrollar creatividad para imaginar soluciones no convencionales y coraje para proponerlas, incluso cuando puedan ser recibidas con escepticismo. Para las organizaciones que desean fomentar la iniciativa entre sus miembros, el ejemplo de Nehemías sugiere la necesidad de crear culturas que valoren la proactividad, toleren los errores como parte del aprendizaje y reconozcan públicamente las contribuciones innovadoras.
La segunda cualidad fundamental que emerge del relato es la capacidad de Nehemías para generar y sostener entusiasmo en su equipo de trabajo. Al llegar a Jerusalén, su estrategia de convocatoria merece estudio detenido. No impone su autoridad recién adquirida, sino que reúne cuidadosamente a los diferentes estamentos de la sociedad -nobles, sacerdotes, oficiales y pueblo en general-. Su discurso inicial contiene tres componentes magistralmente combinados: una descripción honesta y cruda de la realidad ("Vosotros veis el mal en que estamos"), un desafío movilizador ("edifiquemos el muro de Jerusalén") y un testimonio personal del respaldo divino y real recibido. Esta estructura retórica produce un efecto catalizador inmediato: la adhesión unánime del pueblo al proyecto.
El entusiasmo que Nehemías logra despertar no es el efímero arrebato emocional que caracteriza a ciertos liderazgos carismáticos, sino una convicción profunda y sostenible. Este matiz es crucial, pues la reconstrucción de los muros no sería tarea de días, sino de semanas y meses, bajo condiciones adversas. La psicología organizacional contemporánea ha redescubierto lo que Nehemías parecía entender intuitivamente: que los proyectos transformacionales requieren niveles altos de engagement (compromiso emocional) por parte de los participantes, no mera acquiescencia (aceptación pasiva).
Para cultivar este tipo de entusiasmo auténtico, el texto sugiere varias prácticas relevantes aún hoy. La primera es la comunicación transparente de la realidad, sin edulcorar los desafíos pero también sin magnificarlos hasta paralizar. La segunda es la presentación clara de un propósito unificador que trascienda los intereses particulares. La tercera, quizá la más poderosa, es el testimonio personal del líder acerca de cómo ha experimentado el respaldo en su propia trayectoria. Cuando los miembros de una organización perciben que su líder no solo "vende" una idea, sino que está genuinamente comprometido con ella y ha visto evidencias de su viabilidad, la respuesta suele ser mucho más entusiasta.
La tercera cualidad que examinaremos, y quizá la más determinante en el éxito final del proyecto, es la persistencia inquebrantable de Nehemías frente a la adversidad. El relato bíblico documenta una sucesión casi ininterrumpida de obstáculos: desde las burlas y el descrédito inicial por parte de Sanbalat y Tobías (4:1-3), hasta las amenazas de ataque armado (4:7-8), pasando por el desánimo interno de los trabajadores (4:10-12) y las conspiraciones políticas para desacreditar a Nehemías (6:1-9). Cada una de estas crisis podría haber justificado el abandono del proyecto, pero la respuesta constante de Nehemías es buscar soluciones creativas sin perder de vista el objetivo principal.
Esta persistencia no es terquedad irreflexiva, sino tenacidad estratégica. Frente a las burlas, Nehemías recurre a la oración y redobla los esfuerzos prácticos. Ante las amenazas de violencia, implementa simultáneamente medidas de seguridad (trabajar con una mano y empuñar armas con la otra) y refuerza la moral del pueblo con discursos motivacionales. Cuando surge el desánimo por el cansancio acumulado, reorganiza la distribución de tareas y protege especialmente a las familias más vulnerables. Cada obstáculo se convierte así en oportunidad para fortalecer el proyecto, nunca en excusa para abandonarlo.
La psicología contemporánea del liderazgo ha identificado esta cualidad como "resiliencia" -la capacidad de recuperarse frente a la adversidad- y "grit" -la pasión y perseverancia por objetivos a largo plazo-. Investigaciones recientes sugieren que estas características predicen el éxito en contextos desafiantes mejor que el coeficiente intelectual o otros factores tradicionalmente valorados. El ejemplo de Nehemías anticipa estos hallazgos, mostrando cómo la persistencia bien dirigida puede suplir carencias de recursos, apoyo político o condiciones favorables.
Para desarrollar esta cualidad, el texto ofrece pistas valiosas. La primera es mantener constantemente visible el propósito original, evitando que las dificultades inmediatas lo oscurezcan. La segunda es cultivar la flexibilidad táctica -cambiando métodos cuando sea necesario- sin comprometer la visión estratégica. La tercera, y quizá más importante, es la capacidad de inspirar esta misma persistencia en el equipo, mediante el ejemplo personal y la comunicación constante. Nehemías no pide a otros lo que no está dispuesto a hacer él mismo, y esta congruencia resulta fundamental para sostener el esfuerzo colectivo en los momentos más difíciles.
Un análisis detallado del texto revela además cómo estas tres cualidades principales -iniciativa, entusiasmo y persistencia- se entrelazan con otras competencias de liderazgo igualmente relevantes. La integridad personal de Nehemías, por ejemplo, queda demostrada cuando rechaza los privilegios alimenticios a los que tenía derecho como gobernador (5:14-19), eligiendo más bien compartir las privaciones de su pueblo. Su capacidad de delegación se evidencia en la distribución sistemática de tareas a lo largo del muro (capítulo 3), asignando a cada familia sectores cercanos a sus propias viviendas. Su justicia social se manifiesta al enfrentar la explotación de los pobres por parte de los nobles (5:1-13), mostrando que el verdadero liderazgo transformacional no se limita a proyectos físicos, sino que incluye la transformación de las relaciones sociales.
La espiritualidad profunda que sustenta todo el accionar de Nehemías constituye quizá el aspecto más distintivo de su liderazgo. A diferencia de modelos secularizados contemporáneos, su gestión está permeada constantemente por la oración, la dependencia de Dios y el reconocimiento del propósito divino en los acontecimientos humanos. Esta dimensión espiritual no opera como mera formalidad religiosa, sino como fuente real de discernimiento, fortaleza y motivación. Las numerosas oraciones intercaladas en el texto (1:4-11; 2:4; 4:4-5; 5:19; 6:9; 6:14; 13:14, 22, 29, 31) no son piezas retóricas, sino expresiones genuinas de una vida gobernada por la conciencia de la presencia divina.
El estudio del liderazgo de Nehemías ofrece así un modelo integral que desafía dicotomías artificiales frecuentes en la literatura especializada. En su ejemplo encontramos síntesis poderosas: entre compasión y competencia, entre espiritualidad y pragmatismo, entre firmeza en los principios y flexibilidad en los métodos. Estas síntesis no son meramente teóricas, sino que emergen de las exigencias concretas de una situación compleja que requería respuestas igualmente complejas.
Las implicaciones para el liderazgo contemporáneo son múltiples. En un mundo organizacional que a veces privilegia el tecnicismo sobre la integridad, los resultados inmediatos sobre la sostenibilidad a largo plazo, o la eficiencia sobre la justicia, el modelo de Nehemías propone un camino alternativo. Su ejemplo desafía a los líderes actuales -sean religiosos, políticos, empresariales o comunitarios- a cultivar no solo habilidades técnicas, sino el carácter y la visión que hacen posible una auténtica transformación.
La reconstrucción de los muros de Jerusalén en cincuenta y dos días (6:15), contra todo pronóstico, permanece como testimonio perdurable de lo que puede lograr un liderazgo que combina iniciativa, capacidad de inspirar entusiasmo y persistencia inquebrantable, todo ello cimentado en una profunda vida espiritual y compromiso con el bien común. Estas lecciones, surgidas de la antigüedad, mantienen sorprendente relevancia para los desafíos de nuestro tiempo, ofreciendo no solo diagnóstico sino también camino forward para quienes aspiran a ejercer un liderazgo verdaderamente transformacional.
AUDIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario