✝️Tema: Las pruebas. ✝️Título: Revelación, fe y perfección como propósito de las pruebas. ✝️Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
INTRODUCCIÓN:
A. Nos hemos llenado de sabiduría conociendo sobre los propósitos de Dios
cuando pasamos por dificultades, aflicciones, tribulaciones, etcétera. Hemos
usados palabras claves como humildad,
consuelo, gloria, paciencia, obediencia y plan. El día de hoy terminaremos y usaremos de nuevo algunas
palabras claves para identificar nuestros últimos propósitos:
(Dos minutos de lectura)
i. REVELACIÓN (Deuteronomio 8: 2)
A. Este versículo nos habla sobre otra razón para las pruebas en nuestras
vidas y es que estas vienen para revelarnos
lo que hay en nuestro corazón (Proverbios 17: 3)
B. Funciona así: en la mayoría de ocasiones, cuando todavía no estamos
reflexivos, se necesita de la prueba, de las aflicciones para que estemos más
reflexivos, y en esta reflexión comenzamos a darnos cuenta de muchas cosas
“torcidas” que hay en nuestras vidas.
C. Job es una ilustración de todo esto (Job 42: 5).
ii. FE (2 Corintios
1: 8-10)
A. En el texto, Pablo nos describe una tribulación que les vino cuando
estaban en Asia, dicha prueba los abrumó sobremanera, sobrepasó sus fuerzas,
una experiencia que los llevó casi a la muerte. El apóstol descubre el
propósito de Dios en la tribulación: aprender
a no confiar en ellos sino en Dios, quien es todopoderoso.
B. Un propósito de las pruebas es que aprendemos a confiar más en Dios, a depender más de Dios y menos de nosotros mismos. Muchas veces nos hallamos en situaciones donde en nuestras fuerzas probamos de todo, tocamos todas las puertas, hablamos con todo el que podemos y aun así no pasa nada, pero Dios nos está gritando: ¡confía y depende de mí!
iii. PERFECCIÓN (1
Pedro 5: 10)
A. Este texto en especial nos habla de uno de los propósitos más
generales de la prueba: la perfección.
B. Cuatro cosas específicas ocurren después de la prueba: perfección, firmeza, fuerza, seguridad.
C. La mejor ilustración de esto la encontramos en Daniel 3, en la historia
de Sadrac, Mesac y Abed-nego, cuando al pasar por el horno de fuego, lo único
quemado en su vida eran las ataduras (Daniel 3: 22-25).
Conclusiones:
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