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SERMÓN - BOSQUEJO: 🙏🏽 "ORDENA TU CASA, porque la MUERTE no espera" – Lo que Ezequías ENSEÑA al mundo HOY 🚨

Tema: 2 Reyes. Titulo: 🙏🏽 "ORDENA TU CASA, porque la MUERTE no espera" – Lo que Ezequías ENSEÑA al mundo HOY 🚨 Texto: 2 Reyes 20: 1 - 11. Autor: Edwin Guillermo Núñez Ruíz.

Introducción:

A.  Ezequías era un magnifico hombre de Dios y aun así le toco sufrir muchas cosas contrario a lo que pudiéramos pensar. Después del asedio del ejercito Asirio ahora le viene esto, una enfermedad terminal.

B. Cuando Isaías le dice a Ezequías que Dios le curara y le dará 15 años mas de vida, algo sucede que no nos relata el autor de Reyes, tenemos que ir al libro del profeta Isaías para saberlo (Isaías 38), en realidad Ezequías ora.

C. En esa oración encontramos algunas valiosas enseñanzas sobre la enfermedad y su relación con los creyentes:

I. LA CRUDEZA DE LA ENFERMEDAD (ver 13 - 14)

A. En estos versos encontramos expresiones que nos muestran la dureza de su prueba:

1. "Contaba yo hasta la mañana" - vigilia.

2. "Como un león molió todos mis huesos"

3. "Como la grulla y la golondrina me quejaba"

Estas ultimas expresiones describen la intensidad del dolor físico y emocional que sentía el rey.

B. El dolor hacia algo y era orar, clamar, suplicar por su sanidad.

C. Realmente la enfermedad es una prueba muy dura, gracias a Dios aunque los hermanos se enferman pocas veces he visto yo a alguien sufrir de esta manera por una enfermedad.


II. ENSEÑANZAS DE LA ENFERMEDAD (ver 12  - 13).

A. La oración nos muestra algunas enseñanzas que le dejo a Ezequías esta experiencia:

1. La transitoriedad de la vida "Como tienda de pastor"

2. La debilidad de la vida.

3. Lo intempestivo de la muerte "De la mañana a la noche me acabaras"

B. Estos pensamientos debe hacernos meditar sobre la vida y como la vivimos. Vivamos de tal modo que cuando seamos viejos no tengamos remordimiento alguno que lamentar.



III. EL PROPOSITO DE LA ENFERMEDAD (ver 15, 17, 18 - 20).

A. Encontramos en esta oración tres propósitos de la enfermedad que el rey percibe:

1. Humildad. "andaré humildemente todos mis años a causa de aquella amargura de mi alma".

2. Mostrar la gloria de Dios. "A ti agrado librar mi alma del hoyo de corrupción". A veces la gloria de Dios se ve en mi sanidad y a veces se ve en la manera como Dios nos ayuda a lidiar con la enfermedad.

3. Entender lo importante. "el que vive, el que vive, este te dará alabanza, como yo hoy" Lo importante es vivir para Dios, para adorarlo, para amarlo. esto es el todo.



IV. LA CURACION DE LA ENFERMEDAD (ver 14)

A. "violencia padezco, fortaléceme", el rey ora y como resultado de su oración Dios lo sana.

B. ¿Cómo lo sana? Esta vez Dios no obro milagrosamente, el obro a través de un remedio común de la época, la masa de higos.

C. Esto nos muestra como obra la multiforme gracia de Dios.



Conclusiones:

La historia de Ezequías nos enseña que las dificultades y enfermedades son oportunidades para fortalecer nuestra fe, humillarnos, y glorificar a Dios. La oración sincera y la confianza en su gracia son esenciales en momentos de prueba. Vivir con propósito y dependencia en Dios nos prepara para enfrentar cualquier adversidad con esperanza y valor.


VERSION LARGA

Ezequías era un rey que se destacó por su dedicación a Dios, un hombre que se enfrentó a grandes adversidades y que, sin embargo, nunca dejó de confiar en la providencia divina. Su reinado estuvo marcado por importantes reformas religiosas y un esfuerzo sincero por restaurar el culto a Yahvé en Judá. Sin embargo, la vida de este rey también estuvo llena de desafíos dolorosos que lo llevaron a experimentar el sufrimiento de una manera muy intensa. Después de soportar el asedio del ejército asirio, Ezequías se enfrenta a otra prueba: una enfermedad terminal que lo pone al borde de la muerte.

Cuando el profeta Isaías se presenta ante Ezequías y le dice que Dios le ha otorgado 15 años más de vida, el rey se encuentra en un estado de angustia profunda. Esta noticia, aunque alentadora, también viene acompañada de una dura realidad: la inminente muerte que lo acechaba. En este momento crítico, Ezequías no solo recibe una promesa de sanidad, sino que también se convierte en un ejemplo de cómo enfrentar el sufrimiento con fe. En el relato del segundo libro de Reyes, el autor no detalla la oración de Ezequías, pero al referirse al libro de Isaías, podemos entender que el rey clama a Dios con un corazón sincero y contrito.

La crudeza de la enfermedad es palpable en su oración. En 2 Reyes 20:13-14, Ezequías expresa su dolor de manera desgarradora. La frase "Contaba yo hasta la mañana" revela su angustia, mientras que "Como un león molió todos mis huesos" ilustra la intensidad de su sufrimiento físico y emocional. Estas palabras no son solo un lamento, sino un llamado al entendimiento profundo de su condición. Ezequías siente el peso de la enfermedad, una carga que lo lleva a buscar fervientemente la ayuda divina. La necesidad de orar, de clamar y suplicar por su sanidad se convierte en su única esperanza. La enfermedad puede ser una experiencia desgarradora, y la historia de Ezequías nos recuerda que el dolor es parte de la existencia humana. No obstante, también es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, podemos buscar a Dios.

A través de su sufrimiento, Ezequías aprende valiosas lecciones sobre la transitoriedad de la vida. En su oración, menciona que la vida es como "una tienda de pastor", una metáfora que evoca la fragilidad y temporalidad de nuestra existencia. Esta reflexión lo lleva a cuestionarse sobre cómo está viviendo. La debilidad de la vida se hace evidente cuando reconoce que la muerte puede llegar en cualquier momento. "De la mañana a la noche me acabarás" es una frase que resuena con fuerza y nos invita a meditar sobre la importancia de vivir con propósito. Ezequías nos invita a evaluar nuestras propias vidas y a considerar si estamos viviendo de tal manera que, al mirar hacia atrás en nuestros años, no tengamos remordimientos. Esta es una enseñanza esencial: vivir con la conciencia de que cada día es un regalo y que debemos aprovecharlo al máximo.

La experiencia de Ezequías también revela el propósito detrás de su enfermedad. En su oración, el rey identifica tres propósitos que surgen de su sufrimiento. Primero, la humildad. Ezequías reconoce que esta experiencia dolorosa lo ha llevado a un lugar de humildad. "Andaré humildemente todos mis años a causa de aquella amargura de mi alma". La enfermedad puede ser una forma de recordarnos nuestra fragilidad y la necesidad de depender completamente de Dios. En lugar de permitir que el orgullo nos consuma, la humildad se convierte en una virtud que nos acerca más a Dios y nos permite ver la vida con una perspectiva más clara.

El segundo propósito que Ezequías identifica es la glorificación de Dios. "A ti agrado librar mi alma del hoyo de corrupción". En medio de su sufrimiento, el rey no solo busca su sanidad, sino que también anhela que su vida glorifique a Dios. Esto nos recuerda que nuestras pruebas pueden ser una plataforma para mostrar la grandeza de Dios, tanto en nuestra sanidad como en nuestra capacidad para enfrentar el dolor. A veces, la gloria de Dios se ve en cómo lidiamos con nuestras dificultades, y Ezequías se convierte en un ejemplo de cómo podemos glorificar a Dios, incluso en medio de la adversidad.

El tercer propósito que Ezequías identifica es la comprensión de lo que realmente importa. "El que vive, el que vive, este te dará alabanza, como yo hoy". Ezequías se da cuenta de que lo fundamental es vivir para Dios, adorarle y amarlo. En momentos de crisis, se nos recuerda que la vida no se trata solo de nuestras preocupaciones diarias, sino de la relación que mantenemos con nuestro Creador. La enfermedad y el sufrimiento pueden servir como un llamado a reevaluar nuestras prioridades y a enfocarnos en lo que verdaderamente importa.

Finalmente, la historia de Ezequías no termina con su enfermedad. En 2 Reyes 20:14, el rey ora: "Violencia padezco, fortaléceme". Esta súplica es un testimonio poderoso de que, en nuestras debilidades, podemos acudir a Dios en busca de fortaleza. La respuesta de Dios a la oración de Ezequías es notable. En lugar de realizar un milagro instantáneo, Dios utiliza un remedio común: una masa de higos. Este hecho nos enseña que la gracia de Dios puede manifestarse de maneras inesperadas y ordinarias. A menudo, esperamos respuestas sobrenaturales, pero Dios puede obrar en nuestras vidas a través de lo simple y lo cotidiano. La sanidad de Ezequías se convierte así en un testimonio de la multiforme gracia de Dios.

La historia de Ezequías es un recordatorio poderoso de que las dificultades y enfermedades son oportunidades para fortalecer nuestra fe, humillarnos ante Dios y glorificar Su nombre. A través de su experiencia, aprendemos que la oración sincera y la confianza en la gracia de Dios son esenciales en momentos de prueba. La vida está llena de desafíos, pero vivir con propósito y dependencia de Dios nos prepara para enfrentar cualquier adversidad con esperanza y valor. Al final, lo que realmente importa es cómo vivimos cada día en Su presencia, ordenando nuestras vidas y glorificando Su nombre. La historia de Ezequías nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe y a recordar que, incluso en medio de las dificultades, hay un propósito divino que nos llama a acercarnos más a Dios y a vivir con un corazón agradecido y lleno de alabanza.

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