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SERMÓN - BOSQUEJO: RUT: Cuando la Vida Parece Injusta, ¿Dónde Está Dios? (El Secreto de la PROVIDENCIA que Cambió Todo)

VÍDEO 

BOSQUEJO

Tema: Rut. Título: RUT: Cuando la Vida Parece Injusta, ¿Dónde Está Dios? (El Secreto de la PROVIDENCIA que Cambió Todo) Texto: Rut 2. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.

Introducción:

A. Si decimos: “Dios ha destinado todo lo que sucede” (providencia)  inmediatamente surgen dos inquietudes (entre  muchas otras): 

1. Entonces él es culpable del mal.
2. Entonces solo somos títeres en su juego, no tenemos voluntad.

Aunque esto es una discusión de siglos en la teología, yo he tratado de entenderlo con la comparación del ajedrez, el este juego los oponentes USAN y hasta GUÍAN las decisiones de su oponente con el fin de llevar a cabo el propósito de ganar el juego, del mismo modo, Dios en su inteligencia y omnipotencia desde la eternidad ha dispuesto todo de manera que sus propósitos y fines se llevaran a cabo usando las decisiones libres de los hombres. 

Este es un asunto intrincado. No ahondaremos en él, sin embargo, trataremos de dar algunas sencillas explicaciones que nos iluminen sobre el asunto y como la idea de la providencia de Dios debe ser sanadora para nosotros

B. Hoy quiero que veamos en este texto de manera muy práctica y hasta cierto punto como opera la providencia de Dios en las situaciones difíciles de la vida.

I. DIOS TIENE CONTROL DE LOS TIEMPOS (Ver 1: 22).


A. Dios había dispuesto la muerte de los hijos de Rut en el momento exacto para que cuando ellas llegaran a Belén fuera el tiempo de la siega de la cebada. Ni antes, ni después, en ese momento especifico y ello porque Dios tenía un plan.

B. Fíjese que aun la muerte de personas que amamos está dentro del plan de Dios, fíjese que aun estas cosas suceden en un tiempo específico no por casualidad sino porque responden a un diseño de Dios. Tengamos paciencia y confiemos en los tiempos de Dios, en la sabiduría de Dios.


II. DIOS TIENE CONTROL DE NUESTRA FAMILIA (Ver 2: 1).


A. El capítulo dos comienza haciéndonos una aclaración que será importante para comprender la providencia de Dios en el texto y es que Booz era pariente de Elimelec quien había sido el marido de Noemí. El detalle va a ser importante porque casualmente entre tantos lugares donde Rut pudo haber llegado este día llego preciso al campo de Booz (Ver 3).

B. Veamos como la providencia de Dios nos hace nacer y hasta emparentar con quien responde al plan de Dios, si acaso nos dejamos guiar y aun si resultamos haciendo cosas contrarias a su plan el también sabrá usar esas circunstancias.

C. Es más, el relato es también la historia de cómo la providencia de Dios unirá a Booz y a Rut también para un propósito especial.


II. DIOS TIENE CONTROL DE NUESTROS IMPULSOS (Ver 2: 2).


A. Un día Rut empezó a pensar que debía hacer algo para subsistir, se le ocurrió algo, ella no tiene ni idea que sin saberlo está siendo controlada por Dios, esa idea, ese deseo surgía de Dios; Nosotros lo sabemos porque podemos leer toda la historia ella no.

La idea era ira a recoger espigas. Habla con su suegra y entonces emprende.

B. Aclaración: cuando decimos que Dios tiene control de nuestros impulsos nos referimos a impulsos como los de este tipo y no impulsos pecaminosos, esos Dios puede usarlos para llevar a cabo sus planes pero jamás los instigara en nosotros.

C. Pro 16:1, Prov 16:9; Pro 19:21, Pro 20:24, Pro 21:30: Aunque no podamos entender cómo funcionan estas cosas algo es cierto: Dios guía nuestros impulsos y deseos llevándolos hacia donde él quiere.

d. Entonces ¿acostémonos a dormir porque las cosas de todos modos sucederán? Por supuesto que no, Dios nos manda a trabajar y eso también hace parte de su plan, solo que trabajemos con la mente puesta en estas cosas.


Conclusión:

A. Noemí hoy Sara (amarga) recibe consuelo en la providencia de Dios, ella se da cuenta que Dios está en este asunto, Rut 2:9 – 20.

Recibamos consuelo en la idea de su providencia: Dios tiene su tiempo, Dios está al control de los detalles, Dios tiene un buen plan en las cosas que suceden deben ser pensamientos sanadores para nosotros.

VERSIÓN LARGA 

En un mundo donde la incertidumbre y la angustia a menudo parecen dominar nuestras vidas, la noción de la providencia de Dios puede ser tanto una fuente de consuelo como un dilema teológico. La idea de que Dios ha destinado todo lo que sucede, que está en control de cada detalle de nuestras vidas, puede suscitar preguntas profundas y, a veces, inquietantes. Si Dios es realmente soberano, ¿es responsable del mal que experimentamos? ¿Significa esto que somos meros títeres en un juego divino, sin voluntad propia? Estas preguntas han sido parte de la discusión teológica a lo largo de los siglos, y aunque no profundizaremos en ellas, podemos acercarnos a esta complejidad de una manera que ilumine nuestras almas.

Imagina un juego de ajedrez. Cada movimiento que haces, cada pieza que despliegas, está guiado por una estrategia que busca el triunfo. De manera similar, Dios, en Su infinita sabiduría y omnipotencia, ha dispuesto todas las cosas de tal manera que Su propósito divino se cumpla, utilizando las decisiones libres de los hombres para lograrlo. Así, mientras reflexionamos sobre la vida de Rut y la providencia de Dios, podemos encontrar en su historia un relato de esperanza y redención.

La historia de Rut comienza en un contexto de dolor y pérdida. En Rut 1:22, encontramos a Noemí y a su nuera Rut regresando a Belén después de haber experimentado la tragedia de la muerte de sus maridos. Este regreso, sin embargo, no es simplemente un acto de retorno físico; es un momento en que Dios, en Su providencia, estaba orquestando un nuevo comienzo. La muerte de los esposos de Noemí y Rut no fue un accidente, sino parte del plan divino que llevaría a Rut a la tierra de Belén en el momento preciso de la cosecha de cebada. Dios tiene control sobre los tiempos, y cada evento de nuestras vidas está bajo Su soberanía.

Es fácil perderse en la angustia de las circunstancias y preguntarse por qué suceden cosas malas. Sin embargo, la muerte de seres queridos, aunque dolorosa, forma parte del diseño de Dios. En medio de la tragedia, encontramos la semilla de la providencia. Dios no se complace en el sufrimiento, pero en Su sabiduría, utiliza incluso nuestras pérdidas para traernos a un lugar de bendición. La clave aquí es confiar en los tiempos de Dios, sabiendo que en la espera y en la incertidumbre, Él está trabajando para nuestro bien.

Al avanzar en la narrativa, llegamos al capítulo 2, donde la providencia de Dios se manifiesta de manera clara. En Rut 2:1, se nos presenta a Booz, un pariente de Elimelec, el esposo de Noemí. Este detalle puede parecer una simple mención, pero es fundamental para comprender el plan divino en acción. Rut, al decidir ir a recoger espigas para subsistir, sin saberlo, se dirige al campo de Booz. Aquí vemos cómo Dios tiene control no solo sobre los tiempos y las circunstancias, sino también sobre nuestras familias y relaciones.

La decisión de Rut no fue casualidad; fue guiada por la mano de Dios. A menudo, la providencia de Dios se manifiesta en las relaciones que formamos y en las circunstancias que se presentan en nuestras vidas. Noemí y Rut no solo regresan a Belén; su regreso marca el inicio de una historia de redención. La conexión entre Rut y Booz es un ejemplo perfecto de cómo Dios orquesta los detalles de nuestras vidas, incluso aquellos que parecen insignificantes.

La providencia de Dios no solo se limita a los eventos grandiosos y visibles. A veces, se manifiesta en las pequeñas decisiones del día a día. En Rut 2:2, encontramos a Rut reflexionando sobre su situación. Se da cuenta de que necesita hacer algo para sobrevivir, y esa necesidad la impulsa a buscar espigas. Este impulso, aunque parece un acto de desesperación, es en realidad una dirección divina. Dios guía nuestros impulsos y deseos, llevándolos hacia Su propósito.

Es fundamental aclarar que cuando hablamos de que Dios tiene control de nuestros impulsos, nos referimos a aquellos deseos que buscan el bien y la supervivencia, no a impulsos pecaminosos. Dios puede utilizar incluso nuestros errores para llevar a cabo Su plan, pero nunca los instigará en nosotros. Proverbios 16:1 nos recuerda que "los planes del corazón pertenecen al hombre, pero la respuesta de la lengua es del Señor". En otras palabras, mientras nosotros planificamos y tomamos decisiones, es Dios quien guía esos planes hacia Su objetivo divino.

La historia de Rut es un poderoso recordatorio de que, a pesar de nuestras circunstancias, Dios está en control. A veces, podemos sentirnos perdidos y sin rumbo, pero al igual que Rut, nuestros deseos y decisiones pueden estar alineados con la voluntad de Dios, incluso cuando no lo entendemos completamente. La pregunta que debemos hacernos es: ¿estamos dispuestos a actuar con fe, como lo hizo Rut, confiando en que Dios está dirigiendo nuestros pasos?

La providencia de Dios también se manifiesta en cómo nuestras vidas se entrelazan con las vidas de otros. Rut y Booz no solo se encuentran por casualidad, sino que sus vidas están conectadas por un propósito divino. La historia de Rut es, en última instancia, una historia de redención. A través de su relación con Booz, ella se convierte en parte del linaje de David y, en consecuencia, del linaje de Jesús. Esto nos muestra que las decisiones que tomamos pueden tener repercusiones eternas, no solo para nosotros, sino también para las generaciones futuras.

Al llegar al final de la historia, vemos a Noemí, quien había sido amarga y desalentada, recibir consuelo en la providencia de Dios. En Rut 2:19-20, se da cuenta de que Dios ha estado obrando en su vida, incluso en los momentos más oscuros. Este es un mensaje de esperanza para todos nosotros. No importa cuán difícil sea nuestra situación actual, Dios está trabajando en los detalles. Su providencia es un recordatorio de que Él tiene un buen plan, incluso cuando no podemos verlo.

Cuando enfrentamos momentos de dificultad, es esencial recordar que la providencia de Dios es una fuente de sanación. Nos invita a confiar en Su sabiduría, a reconocer Su control sobre nuestras vidas y a descansar en la certeza de que Él está presente en cada circunstancia. La historia de Rut nos muestra que, aunque podamos enfrentar adversidades, siempre hay un propósito divino detrás de ellas. Dios no solo tiene el control de nuestras vidas, sino que también se preocupa profundamente por nosotros.

Así que, al reflexionar sobre la providencia de Dios, recordemos que no estamos solos en nuestras luchas. Cada desafío que enfrentamos es parte de un plan más grande, un plan que Dios ha diseñado con amor y cuidado. Si estamos dispuestos a abrir nuestros corazones y permitir que Su providencia nos guíe, podemos encontrar consuelo y esperanza en medio de la tormenta.

En conclusión, la historia de Rut y su viaje hacia la redención es un hermoso recordatorio de que la providencia de Dios está presente en cada momento de nuestras vidas. Desde los tiempos y las circunstancias hasta nuestras decisiones y relaciones, Dios está en control. Al igual que Rut, aprendamos a confiar en Su dirección y a actuar con valentía, sabiendo que Él tiene un buen plan para nosotros. Que esta verdad nos inspire a vivir con fe y a reconocer la mano de Dios en cada detalle de nuestra existencia. Al final, la providencia de Dios no solo nos guía, sino que también nos ofrece la esperanza de un futuro lleno de propósito y significado.


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