VÍDEO
BOSQUEJO
Tema: Jueces. Título: Los enemigos de Sansón. Texto: Jueces 15: 9 ss.
Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. Después de los sucesos ya explicados tenemos a Sansón huyendo de los filisteos ocultándose en una cueva, los Filisteos están listos a continuar con el espiral de venganza ya visto y este trasegar de eventos descubriremos hoy lecciones importantes acerca del trato con nuestros enemigos:
I. EL COMPROMISO CON EL ENEMIGO (Ver 9-13).
A. Los Filisteos invaden Judá en busca de Sansón, están dispuestos al ataque, los hombres de Judá piden una explicación, los invasores se la dan, ellos quieren venganza.
Después de estas cosas 3.000 hombres de Judá van en busca de Sansón a la cueva y lo recriminan, pues los ha puesto en peligro, ellos quieren entregarlo a los filisteos y es lo que harán después de jurar a Sansón que no lo mataran ellos mismos, Sansón es atado y llevado.
B. Me llama la atención que en lugar de destruir al enemigo, persiguen a su propio hermano para atarlo y entregarlo. ¡Los hombres de Judá por miedo! Note el Compromiso de Israel:
1. ¡Prefieren coexistir con el enemigo y ser miserables que destruir al enemigo y ser libres!
2. Habían aprendido a vivir con el enemigo en lugar de enfrentarse a él.
3. Sus vidas estuvieron dominadas por el miedo y el fracaso.
C. Muchas veces nos sucede lo mismo tenemos un compromiso con el enemigo, a pesar de ser quien somos y tener lo que tenemos preferimos ceder al enemigo (carne, mundo, satanás, las circunstancias), no intentamos obtener nuestra liberación.
II. EL CONFLICTO CON EL ENEMIGO (Ver 14-17).
A. Cuando los Filisteos lo vieron venir salieron a su encuentro con algarabía. Sin embargo, en ese momento Sansón es lleno del Espíritu de Dios, rompe las sogas y con la quijada de un asna mato a mil Filisteos.
B. Antes de continuar quisiera recalcar algo que tiene que ver con el punto anterior, el estado de postración de los varones de Judá era tal que ni aun viendo esta hazaña deciden unirse a Sansón para atacar a los filisteos. Eso es lo que hace el miedo.
C. Volviendo a los versos 14 – 17 nos damos cuenta aquí como podemos vencer a nuestros enemigos:
1. El Espíritu Santo: Vencer a nuestros enemigos es mucho más fácil si lo hacemos confiando, andando y dependiendo del poder que ha sido puesto en nosotros, así derretiremos cualquier soga en contra nuestra.
2. Los recursos dados: Lo que halla Sansón es una sencilla quijada de burro y con ello derrota a los filisteos. Sepa esto: CUALQUIER ENEMIGO QUE DIOS PERMITA EN NUESTRA NOS ES DADO POR QUE DIOS NOS HA PREPARADO PARA ENFRENTARLO, tenemos los recursos ¡usémoslos!
ILLUS: Si una ostra puede convertir un grano de arena en una hermosa y valiosa perla ¿Qué podremos hacer nosotros con los recursos que Dios nos ha dado?
III. DESPUÉS DEL ENEMIGO (Ver 18-20).
A. Una vez venció a sus enemigos Sansón entona una especie de poema (ver 16). A pesar de que la victoria obtenida se debe a Espíritu Santo sobre él, Sansón se aboga lleno de orgullo la victoria, dice: “mate a mil hombres”, nada de dar gloria a Dios, “yo mate mil hombres”.
Acto seguido el trato de Dios que le demuestra que ni el, el más fuerte de los hombres puede ser independiente de Dios, Sansón empezó a sentir una sed terrible (Ver 18), tanta era la sed que clamo a Dios, note que en toda la historia leída hasta ahora es la primera vez que lo hace, esto nos habla muy mal de él.
Dios actúa a su favor abriendo un manantial para que Sansón saciara su sed.
B. Notemos:
1. Muchas veces a pesar de obtener victorias sobre nuestros enemigos a través de los recursos de Dios somos descuidados o desagradecidos abrogándonos las victorias como si fueran nuestras.
2. No olvidemos nunca que Dios tratara con semejante tipo de orgullo.
Conclusiones:
La historia de Sansón nos enseña que la victoria sobre el enemigo proviene del poder de Dios y no de nuestras fuerzas. Sin embargo, el orgullo y el miedo pueden impedirnos actuar con fe. Debemos depender del Espíritu Santo, reconocer nuestros recursos como regalos divinos y mantener siempre la humildad y gratitud hacia Dios para permanecer victoriosos y libres.
VERSION LARGA
La historia de Sansón, un juez de Israel, es un relato lleno de valentía, conflictos y, sobre todo, lecciones valiosas sobre cómo tratar con nuestros enemigos. En Jueces 15:9 y siguientes, encontramos a Sansón enfrentándose a los filisteos, quienes buscan venganza tras las provocaciones de él. A través de este relato, podemos extraer enseñanzas sobre el compromiso, el conflicto y la actitud que debemos tener después de haber vencido a nuestros enemigos.
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La narrativa comienza en un momento crítico, donde Sansón se encuentra escondido en una cueva debido a la persecución de los filisteos. Este contexto nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y cómo, en ocasiones, podemos sentirnos rodeados por enemigos, ya sean circunstancias adversas, tentaciones o enemigos espirituales. La manera en que respondemos a estas situaciones puede definir nuestro camino y nuestro carácter.
Los filisteos, al enterarse de que Sansón se encontraba en su territorio, invaden Judá en busca de él. La reacción de los hombres de Judá es sorprendente: en lugar de unirse a Sansón y luchar contra el enemigo, deciden entregarlo. Este episodio revela un compromiso problemático; los hombres de Judá prefieren coexistir con sus opresores en lugar de enfrentarlos. La razón detrás de esta decisión es el miedo; tienen tanto temor de los filisteos que están dispuestos a sacrificar a uno de los suyos por el bien de la seguridad colectiva.
El primer aspecto que podemos observar es la preferencia por la coexistencia. Los hombres de Judá optan por la paz a cualquier costo, incluso a expensas de su libertad y justicia. Esta actitud refleja cómo, a veces, en nuestra vida, preferimos mantener una relación cómoda con aquello que nos oprime, ya sea el pecado, la mediocridad o las circunstancias adversas. Nos adaptamos a la situación, eligiendo la comodidad sobre la lucha por una vida plena y libre. Este es un punto crucial que debemos considerar: ¿cuántas veces hemos elegido la comodidad de la inacción en lugar de la valentía de la acción?
La cultura del miedo también juega un papel fundamental en esta historia. La historia de Judá nos muestra que el miedo puede dominar a un grupo, llevándolos a traicionar a su propio hermano. En lugar de levantarse contra el enemigo, eligen la traición. Esta dinámica de miedo puede ser un reflejo de nuestras propias vidas, donde el temor a lo desconocido o a las repercusiones nos impide actuar con valentía. Nos encontramos en la misma situación que los hombres de Judá, donde el miedo puede llevarnos a la inacción y a la traición de nuestros principios y valores.
A menudo, enfrentamos compromisos similares en nuestra vida espiritual. Podemos ceder ante el pecado o las tentaciones, eligiendo la comodidad de la inacción en lugar de esforzarnos por la liberación espiritual. Es crucial reconocer cuándo estamos permitiendo que el enemigo tenga control sobre nuestras vidas y buscar activamente nuestra liberación. Esta es una lucha que muchos enfrentan, y es un recordatorio de que debemos estar alertas y preparados para actuar en defensa de lo que es correcto y justo.
Cuando los filisteos se acercan a Sansón, este es lleno del Espíritu de Dios, lo que le permite romper las cuerdas que lo ataban. Con solo la quijada de un asno, Sansón derrota a mil filisteos. Este momento es crucial, ya que muestra cómo Dios puede utilizar lo que parece insignificante para lograr grandes victorias. La acción del Espíritu Santo es fundamental en esta narrativa. La victoria de Sansón no proviene de su fuerza física, sino del poder del Espíritu Santo. Esto nos recuerda que, en nuestras luchas, debemos depender del poder de Dios. A menudo, intentamos enfrentar nuestros enemigos con nuestras propias fuerzas, pero debemos recordar que es el Espíritu de Dios quien nos da la capacidad para vencer.
Además, los recursos disponibles son un tema central en la historia. Sansón utiliza lo que tiene a mano, una quijada de burro, para derrotar a sus enemigos. Esto nos enseña que Dios nos ha provisto de recursos y capacidades para enfrentar los desafíos. No necesitamos esperar a tener todo lo que deseamos; debemos usar lo que ya tenemos. Este principio es aplicable en muchos aspectos de nuestra vida. Si una ostra puede convertir un grano de arena en una perla, ¿cuánto más podemos hacer nosotros con los recursos que Dios nos ha dado? Esta es una invitación a ser creativos y a reconocer que aun en situaciones difíciles, Dios nos da herramientas para enfrentar nuestros desafíos.
Es notable que los hombres de Judá, a pesar de ver la victoria de Sansón, no se unen a él. Esto refleja el estado de postración y miedo en el que se encuentran. A pesar de los milagros y las victorias, el miedo puede paralizarnos y hacernos ineficaces en la lucha contra el enemigo. Necesitamos tener fe y ser valientes para actuar cuando Dios nos llama a la acción. Es fundamental que, como creyentes, no solo reconozcamos las victorias de Dios en nuestras vidas, sino que también estemos dispuestos a participar en la batalla contra lo que nos oprime.
Después de la victoria, Sansón entona un poema en el que se atribuye la victoria a sí mismo, diciendo: "Maté a mil hombres". Aquí se revela un aspecto crítico de su carácter; a pesar de que la victoria fue el resultado del poder del Espíritu Santo, Sansón se enorgullece de su propio logro. Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo, en ocasiones, después de obtener victorias en nuestras vidas, podemos caer en la trampa del orgullo. Nos olvidamos de que sin la ayuda de Dios, no hubiéramos podido lograr nada. Este es un recordatorio de nuestra necesidad de permanecer humildes y reconocer la soberanía de Dios en nuestras vidas.
El trato de Dios con Sansón en este momento es significativo. A pesar de su orgullo, Dios actúa a favor de Sansón, abriendo un manantial para que sacie su sed. Esta intervención divina es un recordatorio de que, incluso cuando fallamos en reconocer a Dios en nuestras victorias, Él sigue siendo fiel y nos provee en nuestras necesidades. Es importante notar que, aunque Sansón obtuvo una victoria notable, su respuesta fue desagradecida. Muchas veces, a pesar de obtener victorias sobre nuestros enemigos a través de los recursos de Dios, somos descuidados o desagradecidos, atribuyéndonos las victorias como si fueran nuestras. Este tipo de orgullo no pasa desapercibido ante Dios, quien espera que reconozcamos su mano en nuestras vidas.
La historia de Sansón en Jueces 15 nos enseña lecciones valiosas sobre el compromiso y el conflicto con nuestros enemigos. Nos invita a reflexionar sobre cómo manejamos nuestras propias luchas y cómo respondemos a las victorias que Dios nos da. Es un llamado a reconocer la dependencia de Dios en nuestras vidas y a usar sabiamente los recursos que nos ha proporcionado. También es un recordatorio de que no estamos solos en nuestras batallas; Dios está con nosotros y nos da la fuerza necesaria para enfrentar lo que se nos presenta.
Además, esta narrativa nos desafía a considerar el costo del compromiso con el enemigo. A menudo, el miedo nos lleva a tomar decisiones que no son las correctas. La historia de los hombres de Judá es un ejemplo claro de cómo el miedo puede llevar a la traición y a la inacción. Necesitamos aprender a ser valientes y a actuar en defensa de lo que es correcto, incluso cuando esto implica arriesgar nuestra comodidad o seguridad. La valentía no significa la ausencia de miedo, sino la decisión de actuar a pesar de él.
En conclusión, la historia de Sansón es un poderoso recordatorio de que, aunque enfrentemos enemigos y desafíos, siempre podemos contar con la ayuda de Dios. La victoria pertenece al Señor, y debemos aprender a depender de Su poder y a utilizar los recursos que Él nos ha dado. A medida que enfrentamos nuestras propias batallas, recordemos que el miedo no debe gobernarnos, y que la acción valiente y decidida es fundamental para llevar a cabo la misión que Dios nos ha encomendado. Que nuestras vidas sean un testimonio de humildad y gratitud, y que siempre busquemos la gloria de Dios en todo lo que hacemos. Al hacerlo, no solo seremos vencedores en nuestras luchas, sino también instrumentos de Su paz y amor en un mundo que necesita desesperadamente de ellos. La historia de Sansón nos anima a levantarnos, a actuar y a recordar que, con Dios de nuestro lado, no hay enemigo que no podamos enfrentar.
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