Título: Predica del profeta jeremías - interrogatorio divino.
Texto: Jeremías 5.
Autor: Pastor Edwin
Guillermo Núñez Ruiz.
(2 minutos de lectura)
Introducción:
A. Lemas. Bosqueje este mensaje así porque me di
cuenta que en este pasaje abundan las preguntas, al estudiarlo me halle ante un
interrogatorio divino donde Dios nos pregunta:
I. ¿CÓMO TE HE DE PERDONAR POR ESTO? (Ver 7)
A. Esta pregunta nos indica que hay algo que el Señor
no le perdonara a su pueblo. Pero ¿Qué es? La respuesta está en el versículo 3:
nos dice que aunque el Señor los castigo por su idolatría e infidelidad ellos:
1. No les dolió.
2. Rechazaron la corrección.
3. Endurecieron sus rostros más que una piedra.
4. No quisieron convertirse.
B. He aquí el pecado imperdonable, la impenitencia,
la rebeldía, el no querer convertirse, rehusar el arrepentimiento.
II. ¿NO HABÍA DE CASTIGAR ESTO? ¿NO SE HABÍA DE
VENGAR MI ALMA? (Ver 9 Y 29).
A. Este texto nos hace pensar inmediatamente en la
ira de Dios, la venganza de Dios que responde a tal estado de impenitencia de
su pueblo.
B. Los castigos de Dios tiene dos fuentes:
1. El amor (Hebreos 12: 5
– 11): según este texto el juicio de Dios no responde a la ira de Dios (pues el creyente ha sido
librado de ella) sino a su amor (Vr 6), si nos ejercitamos en ella produciremos
frutos.
Aunque tal disciplina sea motiva por su amor al fin al cabo es castigo y como castigo duele, la disciplina de Dios se traduce en términos prácticos en perdida, tribulación, angustia, dolor etc cuando un hijo suyo permanece en estado de pecado.
Aunque tal disciplina sea motiva por su amor al fin al cabo es castigo y como castigo duele, la disciplina de Dios se traduce en términos prácticos en perdida, tribulación, angustia, dolor etc cuando un hijo suyo permanece en estado de pecado.
2. La ira: esta se manifiesta con
aquellos que conociéndolo, habiendo recibido de él, lo traicionan, se manifiesta
en aquellos que han rehusado acercarse a el, se traduce en tragedias,
desgracias pero aun peor en la condenación eterna (Romanos 2: 4 – 8).
III. ¿A MÍ NO ME TEMERÉIS? ¿NO OS AMEDRENTARÉIS
ANTE MÍ…..? (Ver 22)
A. Según
la PDT: "¿Acaso no me tienen miedo?, dice el Señor. »¿No deberían temblar
ante mi presencia?...”. Dios confronta a su pueblo con estas preguntas, en
otras palabras: “sabiendo que estoy listo
a castigarte, sabiendo que mi ira en cualquier momento se derrama sobre ti,
sabiendo que puedo enviarte al infierno ¿no me temes, no tiemblas ante mí?”
Ilustración: Lucas 12: 4 – 5. (Leer noticia anexa)
B. ¿Y qué de nosotros? ¿Temblamos ante la idea de
la disciplina, la venganza y la ira de Dios? porque si después de saber estas
cosas no lo tiemblas es porque has llegado al colmo de la dureza y no hay
esperanza alguna para tu alma hasta que no salgas de esa condición.
IV. ¿QUÉ, PUES, HARÉIS CUANDO LLEGUE EL FIN?
(Ver 31)
A. ¿A qué fin se refiere Dios? Ver 6, 10, 17 – 17.
Se refiere a la invasión del ejército de Babilonia y con ella a la destrucción
de las ciudades, del templo, a la muerte y la posterior deportación.
B. Y nosotros….que haremos cuando nos llegue el
fin? ¿Qué harás cuando Dios te juzgue? ¿Qué harás cuando la tribulación y la
desgracia llegue como fruto de tus ídolos? ¿Qué dirás? ¿Qué harás cuando en la
eternidad tengas que dar cuentas a Dios? todos pasaremos por un juicio:
1. Los cristianos por el tribunal de Cristo y
aunque ya estaremos en el cielo la biblia nos dice que aquel día algunos
sufrirán perdida otros se alejaran de el avergonzados (1 Corintios 3:14; 1 Juan
2:28).
2. Las rameras espirituales e impíos al morir van
al lugar de tormentos, después al juicio ante el gran trono blanco y luego al
infierno para siempre. (Lucas 16: 22 – 23; Apoc 20: 11 –15).
¿Qué harás aquel dirá? ¿Qué piensas decir?
Conclusiones:
A. ¿Que dirás cuando estés ante la presencia de Dios para darle cuentas de tus actos? Nos gustaría leer tus comentarios sobre ello.
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