Titulo: ¿Por qué murió Jesús? – parte 2
DIGA: de tapa a tapa la Biblia es un libro de castigos o juicios divinos, hoy hablaremos del peor de todos ellos. PREGUNTE: ¿cual creen ustedes que es el peor de todos los castigos que describe o anuncia la Biblia? (Posibles respuestas: el diluvio, el apocalipsis, Sodoma y Gomorra, las plagas de Egipto). DIGA: Aunque estos juicios se nos hagan aterradores ninguno de ellos es el peor, el peor de todos es la crucifixión de Jesús. (EN ESTE PUNTO SI LE ES POSIBLE CONSIGA UN VÍDEO EN YOUTUBE QUE CONTENGA IMÁGENES DE LA PASIÓN DE CRISTO, les dejo algunos link:
http://www.youtube.com/watch?v=A8TQBWx1pxY
http://www.youtube.com/watch?v=BZCi67wCIlw
http://www.youtube.com/watch?v=5whDi1j-wMc)
http://www.youtube.com/watch?v=BZCi67wCIlw
http://www.youtube.com/watch?v=5whDi1j-wMc)
Después de verlo use el recurso que se le da en la hoja siguiente y pida a varias personas que lo lean juntos. Sino puede conseguir vídeos sencillamente pase a la lectura del recurso.
Oremos por que podamos comprender la magnitud de lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz del calvario.
RECURSO: LA CRUCIFICION DE CRISTO
LECTURA UNO: LA FLAGELACION: “Después, Jesús fue despojado de Su ropa y luego fue azotado. En los azotes, un soldado usaba un látigo llamado “flagrum” o “flagelum”, elaborado con correas de cuero las cuales, contaban con pequeñas bolas de metal que tenían incrustaciones de fragmentos de vidrio o hueso y cosidas al final de cada correa. Este látigo era descargado con todas las fuerzas y cuando golpeaba contra la espalda de Jesús, las bolas con los fragmentos se incrustaban en la Su piel y cada vez que se recogía el látigo traía consigo pedazos de piel los cuales expusieron los músculos y tal vez, los mismo huesos del costillar. Indudablemente Su espalda fue reducida a un amasijo de sangre y carne mutilada. Este azote, se detenía cuando la persona moría o cuando alcanzaba la cantidad de 39 latigazos. De acuerdo a la Ley judía, solo se debían dar 39 azotes. Para ese momento ya Jesús se encontraba en gran dolor, habiendo perdido gran cantidad de sangre, tornándose débil y sediento. Solo después de este martirio fue llevado a la crucifixión”.
Eusebio, el historiador de la iglesia del siglo tercero, describió la flagelación romana en estos términos: «Las venas del azotado quedaban al descubierto y […] los músculos, tendones e intestinos de la víctima, quedaban expuestos al aire».
Mateo 27:26: “Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.”
LECTURA DOS: LA CORONACION: “Ellos entonces le despojaron de Su ropa colocándole un manto escarlata sobre Él y le colocaron una corona de espinas sobre Su cabeza. El manto se le tuvo que haber pegado a la sangre coagulada de Su espalda y cuando más tarde se lo quitaron para crucificarlo, tuvo que haber sido doloroso haciéndole que volviera otra vez a sangrar debido a las heridas causadas por los azotes. La corona colocada sobre Su cabeza, tenía una serie de espinas que se le incrustaron hasta el cuero cabelludo y el mismo cráneo, desgarrando y removiendo Su piel; continuando así, una hemorragia severa acompañada de gran dolor”
Mateo 27:29-31: “y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.”
LECTURA TRES: LA CRUCIFICION: “Jesús fue llevado a la cruz, y finalmente, fue crucificado en a un madero cruzado. Normalmente, una persona era colocada en el travesaño extendiendo su brazo para posteriormente atravesar su muñeca con un clavo. El otro brazo entonces, era extendido también y otro clavo atravesaba la otra muñeca. Al colocar los clavos en la muñeca se amputaba el nervio causando un ardiente dolor, así como también la parálisis en la mano. Los clavos tenían como 15 cms de largo.
Una vez Jesús levantado en la cruz, Sus pies fueron calvados a esta. Pero para hacerlo, Sus rodillas fueron dobladas y sus piernas algo recogidas para permitir que Su cuerpo se acostara contra el horizontal para que así sus pies fueron clavados. Una vez levantado, la fuerza de la gravedad trae el peso del cuerpo hacia delante dislocando los hombros y los codos reventando las articulaciones y rasgando los ligamentos”.
LECTURA CUATRO: LA MUERTE: “Debido a la posición extendida de los brazos, la cavidad torácica se encuentra en un permanente estado de expansión causando que el respirar sea dificultoso. Con la gran cantidad de pérdida de sangre debido a los latigazos y la crucifixión, Jesús se deshidrata y Su cuerpo tiene menos sangre para llevar oxigeno. Por lo tanto, Su corazón late de prisa en un intento de compensar y Su necesidad de oxigeno aumenta grandemente. Para poder respirar, Jesús tenía que empujarse usando Sus pies clavados para permitirle al pecho suficiente flexibilidad para inhalar. Esto no solo era insoportable sino que también significó que tenía que raspar Su espalda desnuda, golpeada contra el travesaño de madera en bruto. Todo este proceso de respirar e inhalar empujando Su cuerpo clavado solo incrementaba en intensidad al pasar del tiempo. Pronto, el cuerpo llega al punto de no regreso y el corazón, bien se revienta o la persona muere asfixiada. Pero antes de que eso sucediera, la pérdida de sangre resulta en una sed extrema en la medida que el cuerpo pide agua para restaurar esa pérdida de sangre. Jesús dijo: “Tengo sed.” (Jn 19:28), por lo cual, un soldado le ofreció vinagre (Lc 23:36) pero Jesús lo rehusó porque no estaba buscando aliviar Su prueba”.
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