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BOSQUEJO - SERMÓN: PROVERBIOS 31, MUJER VIRTUOSA

VÍDEO 


BOSQUEJO

Tema: Proverbios. Titulo: Proverbios 31 mujer virtuosa. Texto: Proverbios 31: 10 - 31. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruíz.

Introducción:

A. Hemos dicho que para prosperar a la manera de Dios debemos:

1. Evitar los tesoros de maldad.
2. Trabajar con diligencia.
3. Ahorrar con paciencia.
4. Evitar las deudas.
5. Orar correctamente


Pensando en estas cosas caí en cuenta que en el libro de proverbios hallamos un muy buen ejemplo de esto, una ilustración y la hallamos en el elogio a la mujer virtuosa, el verso 11 nos dice que a esta mujer "NO CARECE DE GANANCIAS...", la razón de ellos es que ella es una muy buena administradora (lo que dice es específicamente sobre las mujeres pero aplica a hombres también)

B. Como buena administradora ella:

I. NEGOCIA (ver. 24).


A. Nótese que ella misma hace telas y cinturones, después los vende a los comerciantes.

B. Para prosperar es importante tener cierta capacidad de negociar de comprar y vender. 

C. Descubrir buenos negocios, descubrir necesidades y suplirlas con un producto debe ser característica de el buen administrador.


II. INVIERTE (ver. 16)


A. ¿Qué hace con el producto de sus negocios? Antes nos dice que vendía telas y cinturones, ahora, nos dice que negocia también con terrenos. Sin embargo, lo interesante es lo que hace con el producto de sus negocios, en este caso el producto que compro lo trabajo para que diera rendimientos, en otras palabras invirtió.

B. Invertir es usar nuestro dinero para ganar mas dinero. Necesitamos aprender a invertir, no a mal gastar o despilfarrar. 

Eclesiastes 11: 1 - 2 nos dice (como una posible aplicación) que debemos: 1. invertir en varias cosas (tal cual lo hace la mujer virtuosa), 2. Tener paciencia en las inversiones.

C. Miremos Lucas 16: 1 - 13: esta parábola sobre todo en el versículo 8 - 9,nos habla sobre el dinero y la manera astuta como debemos manejarlo. Desde luego la parábola no alaba el robo y el engaño sino la manera hábil como el mayordomo uso el dinero como una inversión y previsión de su futuro. Respecto a esto el comentario de la Nueva Biblia de Jerusalén dice: 

"Según la costumbre entonces tolerada en Palestina, el mayordomo tenía derecho a autorizar préstamos de los bienes de su amo y, como no percibía sueldo, a resarcirse aumentando en el recibo la cantidad prestada, para que en el reembolso pudiera beneficiarse de la diferencia como de un excedente que representaba su interés. En el caso presente, sin duda no había prestado en realidad más que cincuenta medidas de aceite y ochenta cargas de trigo; al rebajar el recibo a su cantidad real, no hace más que privarse del beneficio ciertamente usurario, que había negociado. Su «injusticia», v. Luc_16:8, no está, pues, en la reducción de recibos, que no es más que el sacrificio de sus intereses inmediatos, hábil maniobra que su amo puede alabar, sino más bien en las malversaciones anteriores que han motivado su despido, v. Luc_16:1".


III. ES GENEROSA (ver. 20)


A. Ella no recoge su mano, mas bien la alarga para darle al pobre y al necesitado.

B. La idea de la generosidad es vital para prosperar a la manera de Dios (Salmo 41:1; 112:9 (2 Cor 9: 6 - 11), Hech 20: 34 -35; Fil 4: 17 - 20).


Conclusiones.

La mujer virtuosa en Proverbios 31 nos enseña que administrar bien nuestros recursos es fundamental para prosperar. Al negociar, invertir y ser generosos, cultivamos un carácter que honra a Dios. Su ejemplo es aplicable a hombres y mujeres, recordándonos que la sabiduría en la gestión de nuestras finanzas y la generosidad hacia los necesitados son esenciales para vivir conforme a los principios divinos. Siguiendo estos preceptos, podemos alcanzar una vida plena y satisfactoria.

VERSION LARGA

El libro de Proverbios en la Biblia es una fuente rica de sabiduría práctica que nos ofrece principios valiosos para una vida exitosa y plena. Entre sus enseñanzas, el pasaje de Proverbios 31:10-31 destaca el retrato de la mujer virtuosa, un modelo de sabiduría y diligencia en la administración de los recursos. Este pasaje no solo se aplica a las mujeres, sino que proporciona lecciones universales sobre la gestión de nuestras finanzas y la importancia de vivir con integridad y generosidad.

Para prosperar de acuerdo con los principios de Dios, hemos discutido la importancia de evitar los tesoros de maldad, trabajar con diligencia, ahorrar con paciencia, evitar las deudas y orar correctamente. Al considerar estos principios, encontramos en Proverbios 31 un excelente ejemplo de cómo ponerlos en práctica. El versículo 11 nos dice que esta mujer “no carece de ganancias”, lo cual subraya su capacidad como administradora. Su habilidad para gestionar recursos es un claro ejemplo de cómo todos, hombres y mujeres, pueden aplicar estos principios en su vida cotidiana.

La mujer virtuosa es presentada como una hábil negociadora. El versículo 24 nos dice que ella hace telas y cinturones, que luego vende a los comerciantes. Este aspecto de su carácter resalta la importancia de tener habilidades de negociación, que son esenciales para prosperar en el mundo de los negocios y las finanzas. La capacidad de negociar no solo implica comprar y vender; también incluye identificar oportunidades y satisfacer necesidades en el mercado.

La habilidad para negociar puede ser un factor determinante en el éxito financiero. Negociar implica más que simplemente intercambiar bienes; es un arte que requiere discernimiento y estrategia. La mujer virtuosa muestra que al ser proactiva en su enfoque, puede maximizar sus recursos y generar ganancias. Esta actitud es esencial para cualquier persona que desee administrar sus finanzas de manera efectiva. Además, la mujer virtuosa no solo identifica lo que puede vender, sino que también se esfuerza por entender las necesidades de los demás. Al descubrir lo que el mercado necesita, puede ofrecer productos que realmente aporten valor. Esta capacidad para ver más allá de lo inmediato y satisfacer las necesidades de los demás es una característica de un buen administrador.

El versículo 16 nos muestra que la mujer virtuosa no solo se dedica a la venta de telas, sino que también invierte en terrenos. Este paso hacia la inversión es crucial para la prosperidad a largo plazo. La forma en que utiliza sus recursos es un modelo de cómo debemos aprender a manejar nuestro dinero de manera sabia. Al invertir, la mujer virtuosa demuestra que entiende el concepto de que el dinero debe trabajar para nosotros. La inversión es fundamental en la gestión financiera, y la mujer virtuosa se asegura de que sus recursos no se desperdicien. Eclesiastés 11:1-2 nos aconseja diversificar las inversiones y tener paciencia, lo que es esencial para obtener beneficios a largo plazo.

En Lucas 16:1-13, Jesús habla de un mayordomo que, a pesar de ser deshonesto, usa su astucia para asegurarse un futuro mejor. Aunque la parábola no alaba el engaño, resalta la importancia de ser inteligentes y estratégicos en la administración del dinero. La mujer virtuosa refleja esta sabiduría al invertir y asegurarse de que sus esfuerzos generen frutos. Al igual que el mayordomo en la parábola, la mujer virtuosa utiliza su astucia para maximizar sus recursos. La inversión no solo se trata de ganar dinero, sino de hacerlo de manera ética y responsable. Su ejemplo nos anima a ser buenos administradores de lo que Dios nos ha confiado, asegurando que nuestras inversiones sean rentables y alineadas con los principios de Dios.

El versículo 20 nos presenta a la mujer virtuosa como alguien que extiende su mano al pobre y al necesitado. Su generosidad es un rasgo distintivo que resalta la importancia de cuidar de los demás, especialmente de aquellos que están en necesidad. La generosidad es un principio esencial en la vida de la mujer virtuosa. Proverbios 41:1 y 112:9, así como otros pasajes como 2 Corintios 9:6-11, enfatizan la importancia de dar a los necesitados. La generosidad no solo es una muestra de amor y compasión, sino que también es un principio que Dios bendice. Aquellos que dan generosamente recibirán abundancia.

La generosidad de la mujer virtuosa comprende que al ayudar a los demás, también está alineándose con los propósitos de Dios. La generosidad abre puertas y crea oportunidades. Hechos 20:34-35 nos recuerda que es más bendecido dar que recibir. La actitud generosa de la mujer virtuosa no solo beneficia a los necesitados, sino que también la posiciona para recibir las bendiciones de Dios. Además, su generosidad crea un legado que trasciende su propia vida. Al ayudar a los demás, ella no solo impacta sus vidas, sino que también deja una huella duradera en su comunidad. Su ejemplo nos llama a ser agentes de cambio, utilizando nuestros recursos para mejorar la vida de quienes nos rodean.

La mujer virtuosa en Proverbios 31 nos enseña que administrar bien nuestros recursos es fundamental para prosperar en la vida. Al negociar, invertir y ser generosos, cultivamos un carácter que honra a Dios y refleja Su sabiduría. Su ejemplo es aplicable a hombres y mujeres, recordándonos que la sabiduría en la gestión de nuestras finanzas y la generosidad hacia los necesitados son esenciales para vivir conforme a los principios divinos.

La mujer virtuosa es un modelo de cómo debemos administrar nuestras finanzas. Nos muestra que, al aplicar estos principios, podemos alcanzar una vida plena y satisfactoria. La administración financiera no es solo una cuestión de números, sino una cuestión de corazón y propósito. Al reflexionar sobre la vida de la mujer virtuosa, se nos hace un llamado a actuar. Debemos evaluar nuestras propias vidas y preguntarnos cómo estamos manejando nuestros recursos. ¿Estamos negociando sabiamente? ¿Estamos invirtiendo para el futuro? ¿Estamos siendo generosos con aquellos que nos rodean? La respuesta a estas preguntas puede marcar la diferencia en nuestra vida y en la vida de los demás.

Al seguir el ejemplo de la mujer virtuosa, podemos estar seguros de que Dios bendecirá nuestros esfuerzos. Su palabra nos promete que aquellos que siembran generosamente también cosecharán generosamente. Al vivir de acuerdo con los principios de Proverbios, nos alineamos con la voluntad de Dios y experimentamos Su favor en todas las áreas de nuestra vida. 

El retrato de la mujer virtuosa en Proverbios 31 es un llamado a todos nosotros para ser buenos administradores de los recursos que Dios nos ha confiado. Al seguir su ejemplo de negociación, inversión y generosidad, podemos vivir vidas que no solo prosperen, sino que también glorifiquen a Dios y bendigan a quienes nos rodean. Su legado es un recordatorio de que, al vivir conforme a los principios divinos, podemos alcanzar una vida llena de propósito, satisfacción y abundancia. La mujer virtuosa es un testimonio de la bendición que resulta de vivir de acuerdo con la sabiduría de Dios, y su ejemplo nos inspira a ser diligentes y generosos en nuestra propia vida. Al imitar sus cualidades, no solo transformamos nuestras finanzas personales, sino que también contribuimos al bienestar de nuestra comunidad y honramos a Dios en el proceso.

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