"Él los guió por el camino correcto". - Salmo_107: 7
La experiencia cambiante a menudo lleva al creyente ansioso a preguntar "¿Por qué está así conmigo?" Busqué luz, pero he aquí que vino la oscuridad; Paz, pero he aquí problemas.
Dije en mi corazón, mi montaña está firme, nunca seré movido. Señor, tú escondes tu rostro, y estoy turbado. Ayer pude subir a la cima del monte, ver el paisaje y regocijarme con confianza en mi futura herencia; hoy, mi espíritu no tiene esperanzas, sino muchos miedos; No hay alegrías, sino mucha angustia. ¿Esto es parte del plan de Dios conmigo? ¿Puede ser esta la manera en que Dios me llevara al cielo? Sí, es así. El eclipse de tu fe, la oscuridad de tu mente, el desmayo de tu esperanza, todas estas cosas no son más que partes del método de Dios para que estés maduro para la gran herencia en la que pronto entraras. Estas pruebas son para probar y fortalecer tu fe (son olas que te arrastran más sobre la roca), son vientos que hacen que tu nave fluya con mayor rapidez hacia el refugio deseado. Según las palabras de David, para que se pueda decir de ti, "así él los lleva a su refugio deseado". Por honor y deshonra, por abundancia y por pobreza, por alegría y por angustia, por persecución y por paz, por todas estas cosas se mantiene la vida de sus almas, y por cada una de estas estamos siendo ayudados en el camino. Oh, no creas, creyente, que tus penas están fuera del plan de Dios; Son partes necesarias de ello. "Debemos, a través de mucha tribulación, entrar al reino". Aprende, entonces, incluso a "contar toda la alegría cuando caes en diversas tentaciones".
"Oh, deja que mi alma temblorosa esté quieta,
Y espere tu sabiduria, tu santa voluntad!
No puedo, Señor, tu propósito ver,
Sin embargo, todo está bien desde que está gobernado por ti ".
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