¡Bienvenido! Aquí encontraras mas de 1.000 recursos para tu ministerio, encontraras estudios biblicos, sermones, bosquejos, reflexiones y explicaciones de textos biblicos, no solo escritas sino también en vídeo y audio. ¡ESPERAMOS QUE TE SEAN ÚTILES, DIOS TE BENDIGA!

BUSCA EN ESTE BLOG

DEVOCIONAL: TAMBIÉN SUFRIRÁS


Resultado de imagen para JEREMIAS 17:17"Tú eres mi esperanza en el día del mal"
Jeremías 17: 17

El camino del cristiano no siempre es brillante con la luz del sol; Tiene sus temporadas de oscuridad y de tormenta.
Es cierto que está escrito en la Palabra de Dios: "Sus caminos son caminos agradables, y todos sus caminos son paz"; y es una gran verdad, que la religión está calculada para dar felicidad al hombre en términos generales; pero la experiencia nos dice que si la senda del justo es "Como la luz brillante que brilla cada vez más hasta que el día es perfecto", sin embargo, a veces esa luz se eclipsa. En ciertos períodos, las nubes cubren el sol del creyente, y él camina en la oscuridad y no ve luz. Hay muchos que se han regocijado en la presencia de Dios por un tiempo; han tomado el sol en las primeras etapas de su carrera cristiana; han caminado a lo largo de los "pastos verdes" al lado de las "aguas tranquilas", pero de repente encuentran que el cielo glorioso está nublado; En lugar de la tierra de Goshen, tienen que pisar el desierto de arena; en el lugar de las aguas dulces, encuentran arroyos con problemas amargos, y dicen: "Seguramente, si yo fuera un hijo de Dios, esto no sucedería". Oh! No lo digas, tú que estás caminando en la oscuridad. El mejor de los santos de Dios debe beber el ajenjo; El más querido de sus hijos debe llevar la cruz. Ningún cristiano ha disfrutado de perpetua prosperidad; ningún creyente siempre puede mantener su arpa en los sauces. Tal vez el Señor te asignó al principio un camino suave y sin nubes, porque eras débil y tímido. Temperó el viento hasta el cordero esquilado, pero ahora que eres más fuerte en la vida espiritual, debes entrar en la experiencia más madura y áspera de los hijos adultos de Dios. Necesitamos vientos y tempestades para ejercer nuestra fe, para arrancar la rama podrida de la dependencia propia, y para enraizarnos más firmemente en Cristo. El día del mal nos revela el valor de nuestra gloriosa esperanza.

Libro: Devotional Classics of C. H. Spurgeon

No hay comentarios: