Título: Como hacer la obra de Dios.
Texto: Jueces 1: 1 – 8.
Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. La tierra fue repartida, pero como es claro aún habían Cananeos viviendo en la tierra prometida para la muerte de Josué, estos debían ser combatidos y exterminados según la orden de Dios. En este primer capítulo se nos cuenta cómo empezó a suceder esto después del fallecimiento del gran líder:
I. CONSULTARON A DIOS (Ver 1- 2).
A. Lo primero que hacen los Israelitas al comenzar esta nueva campaña es CONSULTAR A DIOS para conocer cuál era su voluntad. Ante la pregunta directa: ¿Quién de nosotros subirá primera a pelear contra los Cananeos? El Señor responde diciendo que la tribu de Judá debe hacerlo, mientras que la mismo tiempo le asegura la victoria.
B. La tarea de Dios debe hacerse consultado a Dios, a través de su Palabra y la oración solo así podemos infórmanos acerca de cómo debe hacerse su obra, de cómo hacerla bien.
C. Ejemplo: 1 Cor 2: 1 - 5
II. TRABAJARON JUNTOS (Ver 3).
A. Al ser informado Judá de la decisión de Dios su primer impulso fue invitar a su hermano Simeón (tribu ubicada dentro de la tribu de Judá) a luchar con él, comprometiéndose a su vez, a ayudarle también a él en su lucha (“y yo también iré contigo al tuyo).
B. Es muy importante no pelear las batallas del Señor solos, es muy importante la unidad, un rasgo característico del ministerio que se nos muestra en el N.T. es que los apóstoles y servidores siempre estaban acompañados.
C. Ejemplo: Romanos 16.
III. ACTUARON EN OBEDIENCIA (Ver 4 - 8).
A. Es muy importante subrayar que tanto Judá como Simeón se dirigieron a la acción, en ella lograron vencer al: Cananeo, al Ferezeo (Adoni- bezec = Señor de Bezec) y capturar a Jerusalén.
B. Así nosotros, debemos ser gente de acción. La obra de Dios no se hace únicamente en la quietud de la oración sino también en el fragor de la acción. Escuche esta frase: “el éxito está en el esfuerzo y no en el resultado; un esfuerzo total es una victoria total sin importar el resultado”.
C. Ejemplo: Hechos 1: 6 – 11.
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