Título: Tempestades.
Texto: Marcos 4: 35 – 41
Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz
Introducción:
A. Muchas veces en nuestro caminar cristiano necesitamos palabras de ánimo. Qué bueno que la Palabra de Dios tiene de ellas para nosotros. La serie que comenzaremos hoy será de consuelo, busca fomentar la fe y confianza en Dios. miraremos hoy la historia del evangelio cuando Jesús calma la tempestad para cumplir con este propósito en nuestras vidas, aprendemos de ella sobre las tempestades que:
I. SON UNA REALIDAD (Ver 37)
A. El versículo nos habla del comienzo de una tempestad esta será la primera de dos que senos mencionaran en el evangelio, la segunda fue aquella cuando Jesús camino sobre el agua (Mar 6: 45 – 52).
En esta ocasión como en aquella ellos se hallaron en medio de esta terrible tormenta por su obediencia a Jesús (fue el quien los insto a ir mar adentro), por seguirle a él.
B. Esta historia debe tomarse literalmente, nos enseña el poder de Jesús sobre la naturaleza. Sin embargo, hay aquí también enseñanzas sobre nuestras tormentas, nuestras tribulaciones (aquellas en las que sentimos que nos hundimos como sucedió en esta ocasión con los discípulos) son reales y muchas en nuestro caminar, varias de ellas ocasionadas por nuestro seguimiento fiel a Jesús.
II. A VECES SENTIMOS A JESÚS DORMIR (Ver 38).
A. La tempestad tuvo que ser realmente fuerte desde que los discípulos hombres experimentados en la pesca y en el mar de Galilea se asustaran tanto, ellos pensaron que aquel día morirían. Una de las cosas más llamativas de esta historia es la actitud de Jesús, mientras ellos desesperaban Jesús dormía.
B. Del dormir de Jesús en el arca podemos aprender que:
1. Cuando halla tempestades nuestra actitud debe ser como la de Jesús: sosiego, paz, tranquilidad.
2. Si sentimos que Jesús duerme en medio de nuestras tempestades por que no vemos respuestas esto no es descuido o indiferencia, esto responde a un plan preparado por él.
III. DEBEMOS RECURRIR A JESÚS (Ver 38)
A. Aunque los discípulos vieron a Jesús dormir igual recurrieron a él. Pensemos que ellos pudieron haberse dados por perdidos y dejarse morir al ver a Jesús en su apacible siesta.
B. En nuestras tempestades tenemos muchas opciones: podemos confiar en nuestras fuerzas pero posiblemente tarde o temprano nos cansaremos; podemos confiar en otros pero tarde o temprano nos defraudaran; podemos darnos por vencidos pero una vida de derrota no vale la pena ser vivida o podemos a pesar de lo que está pasando aferrarnos con todas nuestra fe a Jesús y esperar que el hará lo mejor por nosotros.
IV. JESÚS TIENE PODER SOBRE ELLA (Ver 39)
A. Al llamado de los discípulos Jesús SE LEVANTA y REPRENDIO al viento y al mar, la escena debió haber sido impresionante, al instante la tempestad se calmó.
B. Que Jesús calme o no una tempestad tiene que ver con su plan y voluntad para nuestra vida pero nunca debemos dudar que puede hacerlo. En esta ocasión y la próxima tormenta (Mar 6) la tormenta seria calmada. Sin embargo, cuando al apóstol Pablo le toco enfrentar una, esta no se calmó, continuo hasta que no quedo nada del barco y solo se salvaron las personas (Hechos 27).
A veces Jesús calma las tempestades de manera milagrosa, a veces no, todo responde a un plan y debemos ser sumisos a este.
V. SON LECCIONES DE FE (Ver 40).
A. Las palabras de Jesús a los discípulos nos muestra que todo el acto fue intencional, la tormenta, Jesús durmiendo y demás respondían a un plan, a una lección que quería ser impartida, una lección de fe y confianza. La verdad ellos no debieron temer.
B. Las tempestades son escuelas, escuelas donde debemos aprender fe, confianza, oración.
Conclusiones:
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