Título: ¡Al vencedor!
Texto: 2 Timoteo 4: 6 – 8
Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz.
Introducción:
A. Frases de persistencia:
1. Tienes dos opciones te rindes o luchas por lo que quieres.
2. No te des nunca por vencido; en el próximo intento podría estar la victoria.
3. Empezar es fácil; persistir es un arte.
4. Persistir, insistir nunca desistir.
5. A veces se gana; a veces se pierde no… mas bien, a veces se gana y a veces se aprende.
I. LA VIDA CRISTIANA ES:
A. Una guerra a pelear. Porque se lucha contra Satanás, contra el mundo, contra nuestros propios malos deseos. Hay que Vivirla, lucharla cada día con valentía, sacrificio y disposición a morir.
B. Una carrera para acabarla. Porque por lo general la vida cristiana dura años y en ella nos enfrentamos a diversas pruebas, hay que tener la paciencia, disciplina y persistencia para terminarla y no dejarla a medias para guardar la fe.
II. LA MOTIVACIÓN ES:
A. El apóstol Pablo nos dice que el ya hizo estas cosas y que solo está esperando la recompensa. La motivación para soportar lo duro de la guerra, lo extenuante de la carrera está en la recompensa. Él nos habla de:
1. La corona de justicia. Antes cuando un competidor ganaba una carrera se le daba una corona de laurel como premio paso usa esa figura para hablarnos de las recompensas eternas en este caso el nos habla de la recompensa que recibirá por haber llevado una vida de obediencia y santidad a Dios. Esta recompensa no solo es para el sino para todos aquellos que viven como el vivió.
2. La Escritura nos habla en otras ocasiones de estas recompensas:
a. Marcos 10: 28 – 30: Las recompensas no solo serán allá, también hay recompensas para esta vida
3. En Apocalipsis Juan nos da grandes promesas también:
a. Apoc 2:7: En Edén comer del árbol de la vida daba vida eterna; llegar al paraíso de Dios y comer de este árbol es igual a vivir eternamente, obvio, en el paraíso. Es el don de la inmortalidad, (nuestros peores miedos tiene que ver con la muerte) se le promete al vencedor que no morirá nunca mas
b. Apoc 2:11: La muerte segunda es la condenación eterna. Los vencedores, los que se mantienen firmes en las cosas de Dios no sufrirán la condenación eterna.
c. Apoc 2:17: el mana, el fruto del árbol de la vida y el agua de la vida vienen a ser el alimento que recibirá como recompensa en el paraíso el vencedor. Eso hablando figuradamente, literalmente seria la saciedad total de las más profundas ansias y deseos del vencedor.
d. Apoc 2: 26 – 27; 3:21: el vencedor también reinara con Cristo sobre las naciones. Además, según Ver 28 recibirá la estrella de la mañana (Apoc 22:16) quien es Jesús mismo. El mayor premio del vencedor será Cristo mismo.
e. Apoc 3:12: El vencedor será hecho columna en el templo de Dios. En la antigüedad se honraba a personas haciéndoles columnas en los templos, en ellas se escribía su nombre, era un acto de honra. Esta es una manera de decirnos que quien venza recibirá honores en el cielo.
Conclusión:
Muy seguramente teniendo esto en mente Pablo y los demás cristianos fueron capaces de ser fieles hasta la muerte.
"Solo como un ejemplo a historia nos cuenta sobre Blandina, una “débil” mujer cristiana torturada bajo el reinado de Marco Aurelio: “Pero la más destacada de todos estos mártires fue Blandina, una mujer débil por quien temían sus hermanos. Cuando le llegó el momento de ser torturada, mostró tal resistencia que los verdugos tenían que turnarse. Cuando varios de los mártires fueron llevados al circo, Blandina fue colgada de un madero en medio de ellos y desde allí les alentaba. Como las fieras no la atacaron, los guardias la llevaron de nuevo a la cárcel. Por fin, el día de tan cruentos espectáculos, Blandina fue torturada en público de diversas maneras. Primero la azotaron; después la hicieron morder por fieras; acto seguido la sentaron en una silla de hierro candente; y a la postre la encerraron en una red e hicieron que un toro bravo la corneara. Como en medio de tales tormentos Bandina seguía firme en su fe, por fin las autoridades ordenaron que fuese degollada” (Historia del Cristianismo. Tomo 1. Justo Gonzalez).
¿Qué es lo que puede hacer que alguien soporte de esta manera un suplicio como este? Fe en la corona, en la recompensa final y la vida eterna. ¡Vale la pena!
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