Tema: Levítico
Título: El código de santidad
Texto: Levítico 17
Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz
Introducción:
A. A partir de este capítulo entramos a lo que los estudiosos llaman “el código de santidad”, va desde el capítulo 17 hasta el capítulo 26. Un resumen de lo que dice esta sección y a su vez su versículo central es Lv 19.2: “Santos seréis, porque santo soy yo, Jehová, vuestro Dios”, como vemos el tema central es la santidad, aunque también lo eran los capítulos anteriores solo que desde otro enfoque: los capítulos 1- 16 nos hablan de los sacrificios que hacían santo al israelita y los capítulos 17- 26 hablan sobre cómo vivir una vida santa.
B. Hoy abordaremos los dos primeros temas del código de santidad:
I. EL SANTUARIO ÚNICO (Ver 3- 9)
A. El texto nos habla de la importancia de degollar todo buey, cordero o cabra en el tabernáculo así este no fuese a ser sacrificado como ofrenda sino para ser comido. Esta era una manera de evitar la adoración a falsos dioses, en este caso específico ídolos con forma de chivo los cuales son descrito aquí como demonios, estas figuras eran adoradas en Egipto (Ver 7), también era provechosa esta ley para evitar que cada quien hiciese su propio culto a Dios.
La pena por incumplir con este mandamiento es ser cortado del pueblo (Ver 8). Esto se ha interpretado de tres maneras:
1. El culpable será sometido al juicio de Dios mismo.
2. La pena de muerte.
3. El destierro de la comunidad.
Parece ser que en Levítico se aplicaría la segunda interpretación.
B. Es importante tocar un punto aquí y es que parece haber una contradicción entre Éxodo 20: 24 – 26; Levítico 17: 1 – 9 y Deuteronomio 12: 2 – 28. En el primero no se nos da un lugar específico para ofrecer sacrificios (no había tabernáculo, ni templo). En el segundo se nos dice que únicamente se debe sacrificar en el tabernáculo (supone a Israel en el desierto y al pueblo habitando alrededor del tabernáculo) y el ultimo se señala un solo lugar de culto pero se da el permiso de sacrificar víctimas no destinadas al culto en cualquier lugar (supone a Israel asentado en la tierra prometida, allí sería muy difícil dadas las distancias llevar un animal al tabernáculo cada vez que alguien quiera un banquete).
Esta aparente contradicción se salva mostrando que este es uno de los casos donde vemos que la ley de Dios tiene principios inmutables pero que a su vez las aplicaciones pueden cambiar conforme las épocas y las necesidades. El principio aquí es que solo se debía sacrificar a Dios, solo se debe adorar a Dios de determinada manera establecida por el. Sin embargo, las formas y las maneras pueden cambiar siempre y cuando estas no violenten la esencia del principio.
C. Podemos hacer varias aplicaciones practicas de esta primera ley:
1. Dios esta interesado en guardarnos de la idolatría en todas sus formas.
2. Los ídolos son entes demoníacos
3. Al hacer nuestro propio culto adoramos a un ídolo y no a Dios.
II. NO BEBER SANGRE (Ver 10 – 16)
A. Tenemos aquí la prohibición de comer sangre esto por tres razones:
1. Porque en la sangre esta la vida, representa la vida y por tanto al sujeto, por ello es que esta puede obtener el perdón de los pecados es la vida de un animal inocente por la vida de un hombre culpable (Ver 11). Ademas si alguien caza un animal puro para comer deberá primero escurrirle la sangre antes de comerlo y tapar la sangre con tierra (este era un acto de reverencia por la vida)
Entonces, comer la sangre es menospreciar la vida. (1 Samuel 14: 32 – 34).
2. Por que en la sangre esta la vida y la vida le pertenece a Dios
3. Porque contemporáneos suyos solían beber la sangre de los animales pues creían que haciéndolo tomaban características de estos como: la velocidad, la agilidad, la visión etc. Ademas, solían derramarla en sus ritos. Dios quería evitar estas practicas supersticiosas en su pueblo
4. Porque esto evitaría enfermedades que podían trasmitirse través del acto.
B. Dos comentarios para aplicar esta ley:
1. Juan 6:54. Si Dios prohibió beber sangre por que Jesús aquí nos insta a beber su sangre?
Por que estas palabras deben tomarse en el sentido de creer en el, haciéndose asi uno con el.
2. Hebreos 9: 12, 22: la sangre de Jesús se derramo para expiación de nuestros pecados.
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