Título: Sin letra pequeña
Texto: Lucas
9: 57 – 62.
Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz.
Introducción:
A. Lemas. Por la gracia de Dios algunos de los que
estamos aquí hemos podido responder al llamado de salvación que nos hizo el
Señor. Ahora, después de este llamado a la conversión viene otro llamado y es
el de la adoración o consagración.
B. Muchas veces hemos firmado contratos y casi todo
contrato tiene lo que se llama la “letra pequeña”. En esta “letra pequeña” esta
la trampa de muchos de ellos, mas con Jesús no es así, cuando el nos llama a la
consagración no hay nada de letra menuda, las condiciones del discipulado están
dadas claras y explícitamente, por tanto si alguno quiere venir en pos de mi……
I. DISPONGASE A RENUNCIAR (Ver 57 – 58).
A. El relato nos dice que mientras que Jesús iba
por el camino alguien le dijo: “te
seguiré a cualquier sitio que vayas”. Descubramos primero quien era el
personaje, según el relato de Mateo que muy probablemente era paralelo a este
nos dice que el personaje era un escriba, ellos eran personas muy respetadas,
tal vez no de clase alta, los teólogos de su época.
Podemos pensar que algo vio Jesús en el relacionado con el
deseo de fama, honor y riqueza dada la respuesta que el mismo le dio a su
apresurada oferta.
B. Notemos en primer lugar que Jesús no se dejó
impresionar por la posición de este hombre, él pudo haber pensado: “que conveniente que este hombre este entre
mis discípulos” pero no fue así. Por otro lado, Jesús ni niega, ni afirma
la petición del escriba sino que lo invita a meditar en lo que implica querer
seguirle.
En su respuesta Jesús usa para sí mismo la expresión: HIJO
DEL HOMBRE, este fue el título que más uso Jesús para describirse, al usarlo se
autoproclamaba como EL MESIAS.
Jesús le dice que: el, el MESIAS no tenía ni siquiera un
lugar donde descansar. Él no tenía posiciones. En otras, palabras si quieres
seguirme debes abandonar todo deseo de usufructuarte con lo que hacemos, por
ende de riquezas, de honra, de fama.
C. Aprendemos de las palabras de Jesús que:
1. El seguimiento de Jesús no es algo para tomarse
a la ligera, es algo que necesita ser meditado, pensado, reflexionado con el
fin de fracasar en el intento.
2. El seguimiento de Jesús no debe implicar para
nosotros deseo de lucro, de posesiones, de honra y de fama. Esto incluye tanto
a aquellos que hoy hacen el ministerio por fama y poder como aquellos que piensan
que seguir a Jesús es una mina de oro y un camino sin espinas.
II. ORDENE SUS PRIORIDADES (Ver 59 – 60)
A. Encontramos aquí una diferencia con el primer
caso y es que no se trata de alguien que se ofrece al seguimiento sino de
alguien que es llamado por Jesús a seguirle. Lo que el seguidor le responde
demanda una explicación pues no es fácilmente entendible para nosotros hoy en
día, nosotros entenderíamos que sencillamente pide hacer el oficio funerario de
su padre y que luego al instante seguiría a Jesús mas no es esto únicamente. Lo
que muy seguramente sucedía es que teniendo el hombre a su padre ya anciano y
dependiente respondía a Jesús pidiéndole asistir a su padre hasta que este
muriera y después le seguiría, esta era una petición razonable máxime cuando en
la cultura de su época hacer esto era uno de los deberes más importantes.
La respuesta de Jesús nos desconcierta por cuanto nos
parece desconsiderada. El maestro le dice palabras más, palabras menos: “no, si me vas a seguir lo harás bajo más
condiciones, te estoy diciendo sígueme y lo debes hacer aún por encima de tus
deberes más sagrados”. Jesús le pide al hombre abandonar a su padre para
dedicarse a anunciar el reino de Dios.
B. Aprendemos para nosotros que:
1. Seguir a Jesús es lo PRIMERO no puede haber otra
cosa que sea PRIMERO, ni siquiera nuestros deberes más básicos y sagrados. Si cualquiera de ellos se opone en algún modo
al seguimiento fiel de Jesús debo estar listo para ordenar mis prioridades.
2. Una de las tareas primordiales del seguidor de
Cristo es ANUNCIAR reino de Dios. Seguir a Jesús es ANUNCIAR su reino, el
seguidor de Jesús para cumplir tal tarea de palabra y obra subyuga todo. El
siempre piensa: ¿de qué manera mis palabras y comportamientos anuncian el reino
de Dios? de tal modo, que si de alguna manera sus palabras o actos no ayudan a
la extensión del reino de Dios estos quedaran relegados.
III. CONCENTRE SU OBJETIVO (Ver 61 – 62).
A. En
el tercer caso encontramos a otra persona que no es llamada pero que se ofrece,
este caso demanda también una explicación por cuanto las palabras del hombre en
nuestro contexto actual no serían muy entendibles o dicen muy poco. Parafraseando
al personaje en su contexto cultural él le dice a Jesús: “te quiero seguir pero déjame primero ir a poner mi casa en orden y
luego vendré a seguirte”
En la respuesta de Jesús descubrimos una figura que
señala a un hombre que mientras ara en lugar de mantener su mirada al frente
(para hacer así un surco derecho) la desvía hacia otra cosa que llama su
atención. La persona que tal hace no es apta, no sirve para arar. Entonces,
Cristo lo que dice es: “si me vas a
seguir tu mirada, tu objetivo debe estar puesto en mí y en mi servicio si no es
así no eres apto para ser mi discípulo”.
B. De esta manera:
1. De nuevo, seguir a Jesús y anunciar el reino es
lo PRIMERO para un discípulo, aun por encima de su misma familia.
2. Al seguir a Jesús ponemos nuestra mirada en él y
su servicio para no quitarla, no debe ser puesta en otras personas, no debe
desviarse para mirar atrás, ni tampoco desviarse en otras cosas.
3. Aun con esto el Señor no intenta rebajar el
valor de la familia solo que el discípulo la ubique en el lugar correcto con
respecto a él y su seguimiento.
Conclusiones.
Si de verdad nos hemos
arrepentido y hemos aceptado el llamado a la salvación seguiremos también el
llamado al radical seguimiento de Jesús.
CLICK AQUÍ PARA DESCARGAR EL AUDIO DEL SERMÓN
ESCUCHE AQUÍ EL AUDIO DEL SERMÓN
CLICK AQUÍ PARA DESCARGAR EL AUDIO DEL SERMÓN
ESCUCHE AQUÍ EL AUDIO DEL SERMÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario