TEMA: GENESIS. TEXTO: GENESIS 45 Y 46. TITULO: LA VICTORIA DE JACOB: COMO CREER, CONSULTAR Y DISFRUTAR LO QUE DIOS HACE POR NOSOTROS. AUTOR: PASTOR EDWIN GUILLERMO NÚÑEZ RUÍZ
Introducción:
A. Después de haber pasado un buen tiempo con José, vamos a dedicarnos un poco a su padre, ya que el texto así nos lo exige. Cuando leía Génesis, noté que en el capítulo 47:9 Jacob dice unas palabras inquietantes: “Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación”.
Es de anotar que esto lo está diciendo un hombre muy rico. Ya sabemos que el dinero no lo es todo en la vida. Jacob dice: han sido 130 años muy sufridos. Estudiando su vida, nos damos cuenta de que así fue: despreciado por su padre, odiado por su hermano, ahuyentado de su casa, engañado por Labán, sufriendo la muerte de su esposa amada, unos hijos difíciles, un hijo desaparecido, y esto solo para enumerar algunas cosas.
B. Este texto es conmovedor porque nos habla de un gran momento de alegría, de una victoria que vino a alegrar la vida de este anciano hombre, es un refrigerio en su autonombrada dura vida. Veremos hoy cómo vivió este hombre su momento de bendición y de esta manera aprenderemos cómo debemos hacerlo nosotros.
I CRÉALO (45: 26 – 28)
A. José se ha revelado a sus hermanos y ahora, respaldado por el Faraón, les dice que deben ir por su padre para que vayan a vivir con él en Egipto. Cuando llegan a Canaán y le cuentan a su padre lo que había ocurrido, Jacob tiene varias reacciones que es muy importante puntualizar:
Ver 26: “su corazón se afligió”: algunos lo interpretan como no inmutarse o conmoverse y otros como impresión. Jacob quedó impresionado, la razón es que ÉL NO CREÍA lo que le decían.
Ver 27: al ver los obsequios enviados por Faraón y José (21 – 23), Jacob creyó el anuncio y dice la Biblia que su ESPÍRITU REVIVIÓ, es decir, se puso contento, se emocionó, se animó.
Ver 28: Jacob dice: “me han convencido, José vive, voy a verlo antes de morir”.
B. Muchas veces, al ser bendecidos por Dios, no lo podemos creer, tal vez esto sucede porque nuestra vida ha sido dura. Esto nos hace dudar y un efecto devastador de la duda es que apaga la llama de la fe en nuestras vidas.
- La duda vino a Andrés (Juan 6: 8 – 9).
- La duda vino a los amigos de Jairo y a Jairo mismo (Marcos 5: 35 – 36). Pero lo cierto es que debemos creer y no sorprendernos al ser bendecidos por Dios, pues él quiere y puede bendecirnos. (Salmo 37: 3 – 5).
II CONSÚLTELO (46: 1 – 6)
A. Al partir, Jacob toma todas sus posesiones. Vemos en este acto visos de incredulidad, pues el faraón le había dicho que dejara todo, ya que Egipto y su riqueza estaban a su disposición (45:20). Parece ser que Jacob dice: “por si acaso”. Llegado a Beerseba, al extremo sur de Canaán, colindante con la frontera, Jacob se detiene y se dedica a adorar a Dios. Seguramente, pidió a Dios dirección y lo sabemos por lo que el Señor le responde en los versículos 2 – 4. Teniendo la confirmación de Dios, Jacob va a Egipto.
B. El texto pasa a enumerar la cantidad de personas que entraron a Egipto: de Jacob y Lea, 33 personas (ver 15); en total, 34. Sin embargo, se le resta a la lista a Er y a Onan, quienes habían muerto en Canaán. Da 32. Agregue a esta lista a Jacob mismo y le dará 33 personas.
De Jacob y Zilpa, 16 personas (ver 18); de Jacob y Raquel, 14 personas (ver 23); de Jacob y Bilha, 7 personas (ver 25). Sumando estas cantidades, da 70 individuos.
Varias cosas a puntualizar:
Note que Lea dio a Jacob 32 descendientes; Zilpa, que era su esclava, le dio 16, es decir, la mitad. Por otra parte, Raquel dio a Jacob 14 descendientes y su esclava Bilha le dio 7, también la mitad.
Cuando comparamos Génesis 46:27 con Hechos 7:14, nos damos cuenta de que Génesis nos da un total de 70 personas y Hechos nos dice que en realidad entraron 75 personas. ¿Contradicción? La lista dada aquí no incluye a otros cinco descendientes de José, aparte de Manasés y Efraín. Entonces, la lista de Génesis pudo haber sido redactada antes del nacimiento de estos cinco hijos. Cuando nacen, se incluyen y es así como otras versiones posteriores, como la Septuaginta, los agregan. Lo que dice Esteban está basado en esta versión.
La lista no incluye a las esposas de los hijos de Jacob y muy seguramente tampoco a todas las demás mujeres de la familia (solo nombra a Dina y a Sera, nieta de Jacob). Contándolas, mínimo serían 87 personas, incluyendo a Azenat, esposa de José.
C. Aplicando la acción de Jacob, podemos decir aquí que cuando Dios nos bendiga, debemos tomar las cosas con calma y consultarlo a él acerca de los siguientes pasos a dar. Pues una bendición dada por Jehová puede estropearse por actos imprudentes de nuestra parte.
III DISFRÚTELO (46: 29 – 30; 47: 28)
A. El encuentro final se dio en tierra de Gosén. Allí, Jacob y José, después de más de 20 años, se reencontraron, se abrazaron y ambos lloraron. Jacob estaba disfrutando su bendición. La Palabra nos dice que Jacob y su familia disfrutaron de la bendición de su hijo/hermano, de la bendición de la provisión abundante. Particularmente, Jacob vivió 17 años más (47:28).
B. Cuando la bendición llegue a nuestra vida, disfrutemos de ella. Cada día de nuestra vida estamos siendo bendecidos. Disfrutemos estos momentos y cuando una bendición de esas que llamamos grandes venga a nuestra vida, gocémosla más. Muchos pierden la bendición quejándose, remembrando, lamentándose. No hagamos esto.
CONCLUSIÓN:
A. Hemos visto que Jacob vivió una vida difícil, llena de sufrimientos y pruebas. Pero también vimos que Dios lo bendijo con un gran momento de alegría, cuando se reencontró con su hijo José, a quien creía muerto. Jacob pudo disfrutar de la bendición de Dios en su vejez, junto con su familia, en la tierra de Egipto.
B. Este relato nos enseña que Dios tiene un plan para nuestras vidas, aunque a veces no lo entendamos. Dios puede usar las circunstancias más adversas para cumplir sus propósitos. Dios puede transformar el dolor en gozo, la escasez en abundancia, la muerte en vida.
C. Por eso, les invito a que confíen en Dios, que crean en sus promesas, que consulten su voluntad y que disfruten de sus bendiciones. No se dejen abatir por las dificultades, ni se sorprendan por las sorpresas. Dios está con ustedes y los respalda. Él es su Padre y su Amigo. Él es su Dios y su Salvador.
D. ¿Quieres experimentar la bendición de Dios en tu vida? ¿Quieres conocer a Jesús, el hijo de Dios, que murió por tus pecados y resucitó para darte vida eterna? ¿Quieres ser parte de la familia de Dios, que te ama y te acepta? Si es así, te invito a que levantes tu mano, te pongas de pie, pases al frente, dobles tu rodilla y repitas conmigo esta oración: Señor Jesús, reconozco que soy pecador y que necesito tu perdón. Creo que moriste en la cruz por mí y que resucitaste al tercer día. Te abro mi corazón y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por amarme y por darme una nueva vida. Ayúdame a seguirte y a obedecerte. Amén.
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