Tema: Génesis. Título: Esau vende su primogenitura. Texto: Génesis 25: 27 – 34. Autor: Pastor Edwin Guillermo Nuñez Ruiz
Introducción:
A. Hoy analizaremos la familia de Jacob. Particularmente algunas acciones de sus miembros con el fin de aprender de ellos lecciones prácticas para la vida.
I EL ACTUAR DE LOS PADRES (Ver 27 - 28)
A. Se nos presenta a Esau el mayor como un cazador y de campo y a Jacob como una persona que habitaba en tiendas, además se nos dice de el que era tranquilo.
B. Como sabemos los padres de Esaú y Jacob eran Isaac y Rebeca y son presentados en este texto como padres que demuestran favoritismos. Isaac prefería Esaú y Rebeca prefería a Jacob.
C. Los padres no deben preferir a unos hijos por encima de otros. Si bien es cierto que a veces los padres siente cierta atracción por un hijo más que por los otros esto jamás debe decirse o demostrase porque:
1. El hijo favorito crecen con la creencia de que tiene el derecho a tener lo que quieren cuando quieren, y no esperan consecuencias negativas de su comportamiento, son mas inmaduros
2. Los hijos desfavorecidos: Los no elegidos, si digieren la situación con normalidad, serán más independientes y resolutivos que sus hermanos preferidos. Sin embargo, esta situación e sun nicho de conflicto, resentimiento, ansiedad y depresión en el futuro
II EL ACTUAR DE JACOB (ver 29 – 31)
A. Un día estaba Jacob cocinando y Esaú llego cansado de su faena pidió a Jacob de lo que estaba cocinando, una sopa de lentejas, Jacob aprovecho la oportunidad para “negociar” con el su primogenitura.
1. La primogenitura consistía en dar al hijo varón mayor la dirección de la familia, una doble herencia, el sacerdocio y los derechos de dinastía.
Jacob deseaba esto para el y aprovecho el momento, vio la oportunidad y actuo de manera cuestionable, lo correcto hubiera sido dar de comer a su hermano sin ninguna contraprestación como lo indicaría el amor fraterno. Sin embargo, podemos ver aquí secuelas del favoritismo y la competencia que esto creo entre los hermanos.
Jacob seguramente sabia sobre la profecía (ver 23 – 26) y trato de conseguir este fin a través de medios fraudulentos, no espero el tiempo, el momento la manera de Dios y por eso tuvo que pagar las consecuencias. Al final le toco huir y no pudo disfrutar lo que había ganado en este “negocio”.
En Jacob tenemos una ilustración de como Dios cumple sus planes a pesar de quienes somos y de como Dios usa los malos actos de los hombres para cumplir sus fines, por este acto es que la nación de Israel no siguió la línea a través de Esaú (que sería lo común por ser el primogénito), sino a través de Jacob según la profecía que se había dado. Y esto ocurre sin que sea Dios el quien cause pecado alguno (Sat 1:14, 1 juan 2:16).
Sin embargo, lo que si puede hacer Dios es redirigir estos actos pecaminosos para cumplir sus propósitos.
B. Tenemos aquí malos ejemplos:
1. Aprovecharse de la necesidad de otros para sacar ventaja de ello. Es verdad que la Biblia nos insta a ser astutos como serpientes, pero jamás esto basado en la necesidad de otros y más cuando ellos son de nuestra familia.
2. Tratar de obtener buenos fines con medios dudosos. “EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS”. Recordemos que lo que sembramos recogemos y si actuamos mal seguramente recogeremos malos frutos.
III EL ACTUAR DE ESAU (Ver 32 – 34)
A. Dada la situación Esaú jura y vende su primogenitura argumentando que si moría de hambre igual no le iba a servir de nada. Entonces Jacob le dio las lentejas y le encimo un pan por el “negocio”. Uno se pregunta: ¿de verdad esta era una situación de vida o muerte? Es obvio que no solo que Esaú tenía en poco su bendición, su primogenitura.
B. Esaú actuó mal al:
1. Menospreciar la bendición que tenía y cambiarla por algo irrisorio. Intercambio lo eterno por lo temporal. Hebreos 12: 16 – 17. Por este acto la Biblia lo llama profano del griego bebelos es aquello que carece de toda relación o afinidad con Dios. No menospreciemos nuestra vida con Dios y las cosas que Dios nos ha dado. A veces cambiamos la bendición de nuestro ministerio, de nuestra familia, de nuestra comunión con Dios, de cosas que sabemos que Dios nos entregó por un trabajo, por una persona, por un placer
2. Que no nos ocurra como a Esaú que después deseo recobrarla y ya no pudo, muchas veces después de menospreciar nuestras bendiciones y perderlas deseamos recobrarla y ya no se puede, muchas veces nuestro pecado es perdonado pero las consecuencias de nuestras acciones seguirán recordándonos que con las bendiciones que se nos han dado no se juega.
Conclusiones:
¿Cuánto hay en nosotros de Isaac y rebeca? ¿Cuánto de Jacob? ¿Cuánto de Esau?
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