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✝️BOSQUEJO - ✝️SERMÓN - ✝️PREDICA: ✝️COMO ESCAPAREMOS SI DESCUIDAMOS UNA SALVACIÓN TAN GRANDE✝️

VIDEO DE LA PREDICA


BOSQUEJO (Versión corta)

Tema: Discipulado. Titulo: Como escaparemos si descuidamos una salvación tan grande. Texto: Hebreos 2: 1 – 4. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz 


Introducción:

A. Existen peligros en toda actividad de la vida humana (dar ejemplos). Por esto también cada actividad de la vida humana tiene sus normas de prevención. Pues bien esta serie de mensajes buscan ser una prevención de los peligros que podemos encontrar en la vida cristiana.

B. Hoy veremos el primero al que llamare deslizarse. Lo analizaremos estudiando el texto que hemos leído, el mismo nos habla de:

(Dos minutos de lectura)

I. EL MANDAMIENTO: ATENDER (Ver 1)


A. EXPLICACIÓN DEL TEXTO

1. La Biblia nos insta a atender: quiere decir a prestar mucha atención, a escuchar cuidadosamente.

2. ¿Qué debemos escuchar? Para saberlo debemos referirnos al contexto. Es decir, al capítulo 1 y encontramos que lo que debemos escuchar es a la palabra suprema de Dios revelada en Jesucristo dice que el Hijo de Dios es el heredero de todas las cosas (v.2), él hizo el mundo (v.2), él es el resplandor de la gloria de Dios, y la expresión exacta de su naturaleza (v.3), él sostiene todas las cosas por la palabra de su poder (v.3), él se sentó a la diestra de la majestad de Dios (v.3), y él es mayor que cualquier ángel (v.4), porque los ángeles le ofrecen adoración (v.6). Él es el Dios poderoso (v. 8).

3. Varias veces en esta carta se nos insta a lo mismo. Por ejemplo, 3:1: “considerad a Jesús”; 12: 1 – 2 “poner los ojos en Jesús”  resaltando a si la importancia de esta acción. Ellos deben escuchar mas a Jesús que a cualquier otra cosa

B. APLICACIÓN:

1. Necesitamos concéntranos diligentemente en Jesús y su palabra.


II  EL PELIGRO: DESLIZARNOS (Ver 1)


A. EXPLICACIÓN DEL TEXTO

1. La línea argumentativa sigue mostrándonos que dejar de prestar atención a la palabra de Dios puede hacernos deslizar esta palabra quiere decir: “flotar arrastrado por algo”. Como cuando vemos algo ser llevado por la corriente sin que el objeto se resista.

B. APLICACIÓN:

1. Podemos quitar nuestra atención de Jesús y su Palabra y comenzar a ser arrastrados por varias cosas:

a. Podemos dejar de concéntranos en Jesús y concéntranos en hombres y en ese caso seremos arrastrados por ellos

b. Podemos dejar de concéntranos en Jesús y concéntranos en sectas y en ese caso seremos llevados por ellas.

c. Podemos dejar de concéntranos en Jesús y concéntranos en el mundo y en ese caso ser arrastrados por el.

Y esto será un peligro para nosotros y los que amamos.


III   LA CONSECUENCIA: JUICIO (Ver 2 – 4)


A.  EXPLICACIÓN DEL TEXTO

1. Cuando una persona en el A.T. desobedecía y violaba la palabra dada en el monte Sinaí era castigada. Levítico 26: 14 - 20.


2. La pregunta es: si estas personas no fueron perdonadas ¿cómo creen ustedes que serán libados del castigo siendo que la Palabra que ahora tenemos es superior a la que les fue dada a ellos?. Y sabemos que es superior por que:

a. Fue anunciada por el mismo Señor…ver 3.

b. Confirmada por los que la oyeron.

c. Confirmada por el mismo Dios al hacer señales, prodigios y milagros.

B. APLICACIÓN:

1. Si dejas de concéntrate en Jesús y en su palabra, si dejas de prestar atención, si dejas de escuchar, si te descuidas entonces comenzaras a deslizarte y al hacerlo tienes una sentencia sobre ti y es que no escaparas, Dios te castigara, Dios te enjuiciara para que vuelvas al camino del que jamás debes apartarte.


Conclusiones: 

Descuidar nuestra salvación y dejar de concentrarnos en Jesús es un grave peligro que puede llevarnos a deslizarnos en nuestra fe. La Escritura nos llama a estar atentos a la revelación divina y a seguir las enseñanzas de Cristo. Ignorar esta advertencia puede resultar en juicio, ya que la responsabilidad es mayor cuando conocemos la verdad. La atención diligente a la palabra de Dios es esencial para mantenernos firmes en nuestra fe y evitar ser arrastrados por influencias externas. Es fundamental regresar siempre a Jesús, el fundamento de nuestra salvación.

AUDIO 

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VERSIÓN LARGA

Como escaparemos si descuidamos una salvación tan grande  

Hebreos 2: 1 – 4

Introducción

La vida está llena de peligros en cada actividad que realizamos. Por ejemplo, al conducir un automóvil, enfrentamos el riesgo de accidentes si no respetamos las señales de tránsito. En el ámbito financiero, descuidar nuestras inversiones puede llevarnos a pérdidas significativas. En el área de la salud, ignorar síntomas o no seguir las pautas médicas puede resultar en enfermedades graves. En cada uno de estos casos, existen normas de prevención que deben seguirse para salvaguardarnos. Esta serie de mensajes busca actuar como una prevención de los peligros que podemos encontrar en la vida cristiana, recordándonos la importancia de estar alertas y firmes en nuestra fe.

Hoy abordaremos el primer peligro al que llamaremos "deslizarse". Este concepto lo analizaremos estudiando el texto que hemos leído en Hebreos 2:1-4, que nos alerta sobre la necesidad de prestar atención a la salvación que hemos recibido. En este pasaje, se nos habla de la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe y de las consecuencias que enfrentamos si descuidamos nuestra relación con Dios.

I. El mandamiento: atender (Ver 1)

El primer aspecto que podemos observar en Hebreos 2:1 es el mandamiento de "atender". Esta exhortación implica prestar mucha atención y escuchar cuidadosamente. La Escritura no es un conjunto de recomendaciones, sino un mandato divino que se nos da para nuestro beneficio. Este llamado a atender no es casual; es un recordatorio de que nuestra salvación y nuestra relación con Dios requieren de nuestra atención activa y deliberada.

Es fundamental preguntarnos: ¿Qué debemos escuchar? Para saberlo, debemos referirnos al contexto del capítulo 1. Allí encontramos que la palabra suprema de Dios se ha revelado en Jesucristo. La Escritura nos dice que el Hijo de Dios es el heredero de todas las cosas. Él es quien creó el mundo, es el resplandor de la gloria de Dios y la expresión exacta de Su naturaleza. Además, sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder, se sentó a la diestra de la majestad de Dios y es mayor que cualquier ángel. Esto nos muestra que la posición y la autoridad de Cristo son inigualables, y que debemos prestarle la máxima atención.

Este llamado a prestar atención no es un mensaje nuevo. A lo largo de la carta a los Hebreos, se nos insta repetidamente a fijar nuestra mirada en Jesús. En Hebreos 3:1 se nos dice: “considerad a Jesús”; en Hebreos 12:1-2 se nos exhorta a “poner los ojos en Jesús”, resaltando la importancia de esta acción. Debemos escuchar a Jesús por encima de cualquier otra cosa, ya que Él es el camino, la verdad y la vida.

El mandato de atender a la Palabra de Dios es esencial porque nuestra fe se nutre de lo que escuchamos, y lo que escuchamos puede influir en nuestras decisiones y acciones. Por lo tanto, es vital que nuestra concentración esté en las enseñanzas y principios de Cristo.

II. El peligro: deslizarnos (Ver 1)

La línea argumentativa de este pasaje nos muestra que dejar de prestar atención a la palabra de Dios puede hacernos deslizar. La palabra “deslizarse” sugiere una imagen de algo que flota y es arrastrado por una corriente. Es como un objeto que, sin resistencia, es llevado por el agua. En el contexto espiritual, esto significa que podemos perder nuestra firmeza en la fe si dejamos de concentrarnos en Jesús.

Es fácil distraerse en el mundo actual, donde hay tantas voces y mensajes compitiendo por nuestra atención. Podemos quitar nuestra atención de Jesús y Su Palabra, y comenzar a ser arrastrados por varias cosas. Por ejemplo, podemos dejar de concentrarnos en Jesús y, en su lugar, enfocarnos en hombres. Esto puede llevarnos a ser arrastrados por sus opiniones, ideas y filosofías, que pueden no estar alineadas con la verdad de la Escritura.

También podemos dejar de concentrarnos en Jesús y distraernos con sectas o enseñanzas engañosas. Esto es especialmente peligroso, ya que estas creencias pueden parecer atractivas y espirituales, pero no están fundamentadas en la verdad de Dios. Además, podemos dejar de concentrarnos en Jesús y ser absorbidos por el mundo. Las distracciones del mundo, como las preocupaciones materiales, el entretenimiento y las influencias culturales, pueden desviar nuestra atención de lo que realmente importa.

Estos deslices son peligrosos no solo para nosotros, sino también para aquellos a quienes amamos. Si nos deslizamos, podemos poner en riesgo nuestra propia fe y la de los que nos rodean. Es fundamental estar alertas y recordar que nuestra vida espiritual requiere un esfuerzo consciente y una dedicación constante.

III. La consecuencia: juicio (Ver 2 – 4)

En el Antiguo Testamento, cuando una persona desobedecía y violaba la palabra dada en el monte Sinaí, era castigada. En 1 Corintios 10:7-10, Pablo nos recuerda cómo el pueblo de Israel enfrentó juicios por su desobediencia. Si ellos, que recibieron una revelación inferior, fueron juzgados, ¿cómo creemos que nosotros escaparemos del castigo si desobedecemos a la Palabra que ahora tenemos, que es superior a la que les fue dada a ellos?

La Escritura nos muestra que la revelación que hemos recibido en Cristo es superior porque fue anunciada por el mismo Señor. Jesús, el Hijo de Dios, es la máxima revelación de Dios a la humanidad. Además, esta revelación fue confirmada por aquellos que la oyeron. Los apóstoles y los testigos de Jesús proclamaron Su mensaje con valentía y autoridad. También fue validada por Dios a través de señales, prodigios y milagros. Estas manifestaciones del poder de Dios respaldan la veracidad del mensaje de salvación que hemos recibido.

Si dejamos de concentrarnos en Jesús y en Su Palabra, si dejamos de prestar atención, si nos descuidamos, comenzaremos a deslizarse. Al hacerlo, tenemos una sentencia sobre nosotros: no escaparemos. Dios nos juzgará y nos llevará de vuelta al camino del que jamás debemos apartarnos. Este juicio no es meramente punitivo; es un llamado a la restauración.

Dios, en Su amor y justicia, nos disciplina para que podamos volver a la senda correcta. Es fundamental que no tomemos a la ligera nuestra salvación. Ignorar la verdad y desatender la revelación divina es un grave peligro que puede tener consecuencias eternas.

Conclusiones

Descuidar nuestra salvación y dejar de concentrarnos en Jesús es un grave peligro que puede llevarnos a deslizarnos en nuestra fe. La Escritura nos llama constantemente a estar atentos a la revelación divina y a seguir las enseñanzas de Cristo. Ignorar esta advertencia puede resultar en juicio, ya que la responsabilidad es mayor cuando conocemos la verdad.

La atención diligente a la palabra de Dios es esencial para mantenernos firmes en nuestra fe y evitar ser arrastrados por influencias externas. Esto requiere un esfuerzo consciente y una dedicación diaria a la oración, la lectura de la Biblia y la comunión con otros creyentes.

Es fundamental regresar siempre a Jesús, el fundamento de nuestra salvación. Él es nuestra roca y nuestro refugio. En tiempos de incertidumbre, debemos recordar que nuestra salvación es un regalo precioso que debe ser valorado y cuidado. No podemos permitir que las distracciones de la vida nos desvíen del camino que Dios ha trazado para nosotros.

En resumen, el llamado a atender y prestar atención a la salvación que hemos recibido no es solo una simple sugerencia, sino un mandato urgente. El tiempo que pasamos en oración, en la Palabra y en la comunidad de creyentes nos ayudará a mantener nuestra fe firme y evitar el deslizamiento. Al hacerlo, no solo aseguramos nuestra propia salvación, sino que también somos testigos de la gracia de Dios en la vida de los que nos rodean.

Por lo tanto, examinemos nuestras vidas y nuestras prioridades. ¿Estamos dedicando el tiempo y la atención necesarios a nuestra relación con Dios? ¿Estamos escuchando y siguiendo las enseñanzas de Jesús? Que cada uno de nosotros se comprometa a no descuidar esta salvación tan grande, recordando que el camino de la fe requiere de nuestra atención continua y un corazón alerta.

Debemos entender que el descuido en nuestra relación con Dios puede tener repercusiones que no solo afectan nuestra vida espiritual, sino que también impactan a nuestras familias, amigos y comunidades. Cada vez que elegimos ignorar la voz de Dios, estamos abriendo la puerta a la duda, al miedo y a la confusión. Por eso es crucial que tomemos en serio este llamado a la atención.

La vida cristiana no es un camino fácil. Está lleno de desafíos y tentaciones que pueden fácilmente desviarnos de nuestro propósito. Sin embargo, cuando mantenemos nuestra atención en Jesús y nos comprometemos a seguir Su Palabra, encontramos la fortaleza que necesitamos para superar cualquier obstáculo.

Finalmente, recordemos que la salvación es un don que debemos cuidar con diligencia. No podemos permitir que la rutina diaria, las preocupaciones o las distracciones del mundo nos hagan olvidar lo que hemos recibido en Cristo. Nuestra responsabilidad es constante, y nuestra respuesta debe ser de gratitud y compromiso.

Así que, en este día, renovemos nuestro compromiso de atender a la voz de Dios, de mantenernos firmes en nuestra fe, y de recordar que nuestra salvación es un regalo invaluable. Que podamos vivir con la certeza de que, al prestar atención a lo que Dios nos ha revelado, estaremos preparados para enfrentar cualquier desafío que se presente en nuestro camino. Al final, nuestra salvación es una gran responsabilidad, pero también una gran alegría. Que nunca olvidemos el precio que se pagó por ella y que siempre estemos dispuestos a vivir en la luz de Su verdad.

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