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BOSQUEJO
Tema: 2 Reyes. Titulo: Estudio bíblico sobre el rey Joás de Israel y la muerte de Eliseo. Texto: 2 Reyes 13: 10- 25. Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruiz.
Introducción:
A. Hoy de nuevo haremos un estudio bíblico biográfico de la vida de otro rey, esta vez veremos la historia del rey Joás de Israel, este rey también tiene su homónimo rey en el reino del Sur.
Joás es hijo de Joacaz quien lo sustituye luego de la muerte de este.
I. HIZO LO MALO (ver. 11).
A. Una vez tenemos delante de nosotros el lapidario estribillo de casi todos los reyes de Israel: "E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; en ellos anduvo".
B. Las causas de esto las encontramos de nuevo también en:
1. Un pésimo ejemplo de sus antepasados (Joás continuo con la adoración de los becerros de Jeroboam).
2. Una decisión personal del rey.
C. Una vida impía contrario a lo que se piense no solo depende de la influencia y herencia de nuestros antepasados; mas aún depende de las decisiones personales de cada quien.
II. LE FALTO FE (ver. 16 - 19).
A. Los versículos siguientes nos hablan de la muerte del profeta Eliseo, esta misma ocurrió en medio de unos sucesos que involucran a Joás. Antes de morir Eliseo le da a Joás una profecía, esta no fue igual a las demás fue actuada. Lo que tenemos que resaltar de ella es el hecho que la flecha que lanza Joás con la ayuda de Eliseo representaba la victoria de Israel sobre Siria: "Saeta de salvación de Jehová, saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec, hasta consumirlos".
B. Acto seguido el profeta le pide a Joás que tome otras fechas y que con ellas golpee el suelo. A estas alturas Joás ya debía haber entendido que estas flechas significaban victoria sobre Siria, bajo ese entendimiento debió haber golpeado el piso con determinación varias veces. Sin embargo, solo lo hace tres veces, el enojo de Eliseo y sus palabras se deben al detalle ya explicado: "Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria".
C. Si relacionamos este detalle con el punto anterior nos damos cuenta que una de las razones por la que una vida impía no sirve es porque difícilmente un hombre que hace lo malo antes los ojos del Señor podrá de alguna manera ser un hombre de fe y que viva poniendo su confianza en Dios, actitudes ambas vitales en vidas tan turbulentas como las que vivimos, el pecado mata mi fe en Dios.
III. VIO LA PALABRA CUMPLIRSE (ver. 25)
A. Eliseo murió, el tiempo paso y el versículo 25 nos muestra como la profecía que se había dado al rey sobre Siria se cumplía. Joás le arrebato a Siria las ciudades que Hazael había logrado quitarles y tal cual lo había dicho Eliseo eso sucedió en tres batallas ganadas por parte de Israel.
B. Ahora, tenemos delante de nosotros un hombre que ha visto el poder de Dios, si le sumamos a eso la resurrección relatada en este mismo texto bíblico. Entendiendo esto el epitafio de su tumba se hace increíble para nosotros ¿Cómo un hombre que ve realizarse semejantes milagros en su vida termina siendo un impío? Pues, ¡he aquí una ilustración de la dureza del corazón del hombre!
C. Es una triste realidad que por mas que Dios le muestre su gloria a los hombres muchos de ellos prefieren permanecer o alejados de el o viviendo una vida cristiana tibia.
Conclusiones:
La vida de Joás nos muestra que, pese a haber visto milagros y la fidelidad de Dios, la dureza y decisiones equivocadas pueden alejarnos de su voluntad. La historia nos desafía a vivir con fe, obediencia y humildad, reconociendo que la gracia divina se manifiesta en nuestras vidas. La oración y la reflexión nos llaman a mantenernos firmes en la fe y a buscar siempre la dirección de Dios, aprendiendo de los errores del pasado para no repetir sus fallas.
VERSIÓN LARGA
Hoy nos embarcaremos en un estudio bíblico biográfico sobre la vida del rey Joás de Israel, un personaje que, aunque a menudo se encuentra en la sombra de su homónimo en el reino del sur, presenta lecciones significativas para nuestra vida espiritual. Joás, hijo de Joacaz, sucedió a su padre en el trono de Israel y su historia se narra en el libro de 2 Reyes, capítulo 13, versículos 10 al 25. A través de este estudio, examinaremos tres aspectos clave de la vida de Joás que nos ayudarán a comprender su legado y su relación con Dios.
El primer aspecto que debemos considerar es que Joás hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como se menciona en el versículo 11. Esta afirmación se convierte en un estribillo recurrente en la historia de los reyes de Israel. Joás continuó en el camino de sus antepasados, perpetuando la adoración de los becerros de oro que Jeroboam, hijo de Nabat, había establecido. Esta adoración se convirtió en un símbolo de la idolatría que caracterizó al reino del norte, y Joás, al igual que muchos de sus predecesores, no se apartó de estos pecados.
Las causas de esta conducta se pueden analizar desde dos perspectivas. En primer lugar, está el pésimo ejemplo de sus antepasados, que dejaron un legado de idolatría y desobediencia a Dios. Sin embargo, también debemos considerar la decisión personal de Joás. A pesar de haber sido testigo de la obra de Dios en su vida y en la de su pueblo, decidió seguir el camino de la desobediencia. Esto nos lleva a una conclusión importante: una vida impía no depende únicamente de la influencia familiar o del contexto en el que uno crece; también está profundamente ligada a las decisiones personales que tomamos. Cada uno de nosotros es responsable de nuestras acciones y decisiones, y no podemos echar la culpa únicamente a nuestro entorno.
El segundo aspecto a considerar en la vida de Joás es su falta de fe, que se manifiesta en los versículos 16 al 19. En este pasaje, se relata la muerte del profeta Eliseo, quien había sido un guía y un consejero para el rey. Antes de morir, Eliseo le entrega a Joás una profecía que simboliza la victoria de Israel sobre Siria. Joás lanza una flecha con la ayuda de Eliseo, símbolo de la salvación de Jehová, y se le instruye a golpear el suelo con otras flechas. Sin embargo, Joás solo golpea el suelo tres veces. Este acto revela una falta de fe y determinación por parte del rey. Eliseo, al ver esto, se enoja y le dice que, si hubiera golpeado el suelo más veces, habría derrotado a Siria por completo.
La falta de fe de Joás es un reflejo de la condición del corazón humano. Al vivir en desobediencia y alejado de Dios, es difícil que una persona mantenga una fe firme y una confianza genuina en el Señor. La impiedad y el pecado generan una separación entre el ser humano y su Creador, debilitando así la fe. Joás, al seguir el camino de la desobediencia, no pudo experimentar la plenitud de la victoria que Dios tenía reservada para él.
Este punto nos lleva a reflexionar sobre nuestras propias vidas. ¿Estamos golpeando el suelo con determinación en nuestra fe, o nos conformamos con lo mínimo? A menudo, encontramos que nuestros esfuerzos son limitados y no reflejan la grandeza de lo que Dios puede hacer a través de nosotros. La falta de fe puede llevarnos a perder oportunidades y bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros.
El tercer aspecto que debemos considerar es cómo Joás vio la palabra de Dios cumplirse, como se menciona en el versículo 25. Después de la muerte de Eliseo, los acontecimientos se desarrollaron tal como el profeta había predicho. Joás logró recuperar las ciudades que Hazael de Siria había tomado, y esto se cumplió en tres batallas, tal como Eliseo había profetizado. Joás fue testigo del poder de Dios en su vida, y sin embargo, a pesar de haber visto el cumplimiento de la profecía y experimentado la intervención divina, su vida no cambió.
Es asombroso pensar que un hombre que presenció milagros y la fidelidad de Dios terminara siendo un rey impío. Esto nos ilustra la dureza del corazón humano. La historia de Joás es un recordatorio de que, a pesar de las evidencias de la obra de Dios en nuestras vidas, muchos deciden permanecer alejados o vivir una vida cristiana tibia. La experiencia de Joás nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios. ¿Estamos siendo receptivos a su voz y a su obra en nuestras vidas, o estamos endureciendo nuestro corazón ante sus manifestaciones?
Además, la vida de Joás presenta un contraste notable con la historia de Eliseo. Mientras Eliseo fue un profeta fiel que dedicó su vida a servir a Dios y a guiar a su pueblo, Joás, a pesar de haber sido instruido por este gran hombre de Dios, eligió el camino de la desobediencia. La historia de Eliseo y su muerte también nos recuerda la importancia del legado espiritual que dejamos. A menudo, el impacto de nuestros actos y decisiones perdura más allá de nuestra propia vida, afectando a las generaciones futuras.
La vida de Joás nos muestra que, pese a haber visto milagros y la fidelidad de Dios, la dureza del corazón y las decisiones equivocadas pueden alejarnos de su voluntad. La historia de Joás nos desafía a vivir con fe, obediencia y humildad, reconociendo que la gracia divina se manifiesta en nuestras vidas incluso en medio de nuestras imperfecciones. La oración y la reflexión son herramientas esenciales que nos llaman a mantenernos firmes en la fe y a buscar siempre la dirección de Dios.
En nuestra búsqueda de una vida de fe auténtica, debemos recordar que Dios nos llama a un compromiso genuino con Él. La vida de Joás nos advierte sobre los peligros de vivir una existencia cristiana superficial, donde la fe se convierte en un mero ritual y no en una relación personal con nuestro Creador. Dios anhela que le busquemos con todo nuestro corazón, que le confiemos nuestras vidas y que estemos dispuestos a seguir su voluntad, aun cuando las circunstancias sean difíciles.
La historia de Joás también nos invita a considerar la importancia de la comunidad de fe en nuestras vidas. Eliseo fue un mentor y guía para Joás, y su influencia podría haber llevado al rey a una vida de obediencia y fe. Sin embargo, Joás eligió desestimar esa influencia. En nuestra vida cristiana, es esencial rodearnos de personas que nos alienten y nos desafíen a crecer en nuestra fe. La comunidad de creyentes puede ser un soporte vital en nuestra lucha diaria por vivir conforme a la voluntad de Dios.
La vida del rey Joás de Israel es un recordatorio de que nuestras decisiones tienen consecuencias significativas. A pesar de haber tenido la oportunidad de recibir instrucciones y ver la mano de Dios en acción, su vida fue un testimonio de la dureza del corazón humano y la falta de fe. Joás nos enseña que no debemos tomar a la ligera la gracia que Dios nos ha ofrecido. No importa cuán grandes sean las pruebas que enfrentemos, siempre hay un camino hacia la victoria a través de la fe y la obediencia.
Al reflexionar sobre la vida de Joás, se nos ofrece una oportunidad para examinar nuestras propias vidas. ¿Estamos viviendo en la luz de la verdad de Dios? ¿Estamos dispuestos a arrepentirnos de nuestras faltas y a buscar su dirección? La historia de Joás nos desafía a ser fieles, a poner nuestra confianza en Dios y a seguir su camino, no solo en los momentos de gloria, sino también en las dificultades.
En conclusión, la vida de Joás es un estudio sobre la importancia de nuestras decisiones y la necesidad de mantener un corazón receptivo a la voz de Dios. A través de su historia, aprendemos que, a pesar de las evidencias de la obra de Dios en nuestras vidas, es posible desviar nuestro camino si no estamos vigilantes. La gracia divina nos llama a vivir con fe, obediencia y humildad, aprendiendo de los errores del pasado para no repetir sus fallas. Que cada uno de nosotros busque la dirección de Dios y se mantenga firme en su fe, recordando que la verdadera victoria se encuentra en una vida de comunión con Él.
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