BOSQUEJO (VERSIÓN CORTA)
😇Tema: Génesis. 😇Titulo: Sobre Melquisedec. 😇Texto: Gen 14: 18 – 20. 😇Autor: Pastor Edwin Guillermo Núñez Ruíz.
Introducción:
A. Tenemos en este pasaje lo que en la hermenéutica se llama un tipo. Es decir, una representación, un símbolo, una semejanza. Melquisedec viene a ser un tipo de Cristo; no es Cristo pre-encarnado manifestándose a Abraham sino una semejanza, un símbolo, un emblema de Cristo en el A.T. (Hebreos 7:1 – 3) fíjese en las palabras “hecho semejante al hijo de Dios”.
B. ¿Por qué?
I. POR SUS NOMBRES (Génesis 14:18 Comp. Hebreos 7:2)
A. Los nombres del personaje de Génesis 14:17 son Melquisedec que quiere decir “rey de justicia” y su rango era el de Rey de Salem (la que después se conoció como Jerusalén), este termino nos indica que también era de rey de paz.
B. Cristo al igual que Melquisedec era:
1. Rey de justica: Jesús fue el único justo sobre la tierra (Zac 9:9; 1 Pedro 3:18) y por ello pudo morir como sacrificio por todos los demás que son injustos.
2. Rey de paz: Jesús fue quien logro que tuviéramos paz para con Dios (Rom 5:1).
II. POR SUS OFICIOS (Genesis 14:18 comp. Hebreos 7:1)
A. Según estos pasajes Melquisedec era rey sacerdote al mismo tiempo. Como sacerdote Melquisedec bendijo, oro por Abraham (Gen 14:19 – 20).
B. De la misma manera Cristo es rey y sacerdote al mismo tiempo:
1. Como sacerdote Cristo intercede por el creyente (Rom 8:34; 1 Juan 2:1) griego entunchano: Coincidir, tener un encuentro con alguien para conversar. De esta descripción de un encuentro casual, se pasa a la idea de suplicar a una persona un servicio a favor de otra, aun cuando en algunas ocasiones la petición pudiera estar dirigida en contra de esa otra persona.
2. Como rey Cristo: Juan 18: 36 – 37; Efesios 1: 20 – 22 esta autoridad sobre al tierra será reconocida cuando el regrese con poder y gran gloria (Apoc. 19:16).
III. POR SU ORIGEN (Heb 7:3)
A. Este texto nos llama la atención sobre lo intempestivo del aparecimiento de Melquisedec en la historia bíblica, nunca se nombra a su padre o a su madre o donde nació, o cuando nació de la misma manera no nos habla de su muerte tampoco y esto no es por que no los tuviera sino por que Dios designo que así fuera para que este se convirtiera en un tipo perfecto de Cristo, en cuanto a su eternidad.
B. Cristo es eterno. (Juan 1. 1 – 3) esta eternidad implica su deidad por que solo Dios puede ser eterno y también que su sacerdocio es eterno (salmo 110:4).
Conclusiones:
Melquisedec, al no tener genealogía ni muerte mencionada, simboliza la eternidad de Cristo, quien es Rey de justicia y paz. Este pasaje nos invita a reconocer la importancia de Cristo como nuestro intercesor y soberano. Al entender la figura de Melquisedec, profundizamos en la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, fortaleciendo nuestra fe en la obra redentora de Jesús. La eternidad de Melquisedec resalta la eternidad de Cristo, recordándonos que su sacerdocio y su reinado trascienden el tiempo, ofreciéndonos paz y justicia en nuestra vida espiritual.
VERSIÓN LARGA
Sobre Melquisedec
Génesis 14: 18 – 20
Introducción
En el pasaje que analizamos hoy, encontramos lo que en la hermenéutica se denomina un "tipo". Esto significa que Melquisedec representa, simboliza y sirve como una semejanza de Cristo. Es importante aclarar que Melquisedec no es una manifestación pre-encarnada de Cristo, sino una figura que prefigura a Cristo en el Antiguo Testamento. La Epístola a los Hebreos (Hebreos 7:1-3) enfatiza esta similitud al decir que Melquisedec fue "hecho semejante al Hijo de Dios". En esta exploración, nos preguntamos: ¿Por qué Melquisedec es tan significativo en la narrativa bíblica y qué lecciones podemos aprender de él?
I. POR SUS NOMBRES (Génesis 14:18; Hebreos 7:2)
Los nombres de Melquisedec son reveladores y significativos. Su nombre significa "rey de justicia". Además, él es descrito como el rey de Salem, lo que posteriormente se conocería como Jerusalén, y este título también implica que es el rey de paz.
A. Melquisedec como Rey de Justicia
La justicia es un tema recurrente a lo largo de las Escrituras. Melquisedec, al ser llamado "rey de justicia", nos recuerda que la justicia es un atributo fundamental del carácter de Dios. En el Nuevo Testamento, encontramos que Cristo también es presentado como rey de justicia. Jesús es el único que vivió una vida perfectamente justa en la tierra (Zacarías 9:9; 1 Pedro 3:18). Su sacrificio en la cruz lo convierte en el único capaz de ofrecer justicia a los injustos. En este aspecto, Melquisedec y Cristo comparten la misma esencia.
B. Melquisedec como Rey de Paz
Además de ser rey de justicia, Melquisedec es también rey de paz. La paz es un regalo que solo Dios puede ofrecer, y es a través de Cristo que podemos experimentar esta paz. Romanos 5:1 nos dice que "justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Así como Melquisedec trajo paz a Abraham, Cristo nos ofrece paz en nuestras vidas, restaurando nuestra relación con Dios. La figura de Melquisedec, por tanto, nos dirige a la comprensión de que la paz verdadera solo se encuentra en la justicia de Dios.
II. POR SUS OFICIOS (Génesis 14:18; Hebreos 7:1)
Melquisedec es presentado en las Escrituras no solo como rey, sino también como sacerdote. Esta dualidad en su oficio es crucial para entender su simbolismo.
A. Melquisedec como Rey Sacerdote
En el contexto de Génesis, Melquisedec bendice a Abraham, lo que implica que ejerce su rol de sacerdote. En el versículo 19, le dice: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo". Esta bendición es significativa, ya que un sacerdote tiene la autoridad de interceder y bendecir en nombre de Dios.
B. Cristo como Rey y Sacerdote
De manera paralela, Cristo también cumple los roles de rey y sacerdote. Como sacerdote, Cristo intercede por nosotros ante el Padre (Romanos 8:34; 1 Juan 2:1). La palabra griega para "interceder" implica un encuentro personal donde uno suplica a favor de otro. Esto nos recuerda que Cristo no es un sacerdote distante, sino que está íntimamente involucrado en nuestras vidas, presentando nuestras necesidades ante Dios.
Como rey, Cristo tiene la autoridad suprema sobre la tierra. En Juan 18:36-37, Jesús afirma que su reino no es de este mundo. Efesios 1:20-22 nos muestra que Dios lo ha puesto sobre todo, y su autoridad será plenamente reconocida cuando regrese en gloria (Apocalipsis 19:16). La capacidad de Melquisedec de ser rey y sacerdote a la vez prefigura la obra redentora de Cristo.
III. POR SU ORIGEN (Hebreos 7:3)
Otro aspecto fascinante de Melquisedec es su origen. La Escritura nos presenta su aparición de manera intempestiva. No se menciona su genealogía, ni su nacimiento, ni su muerte. Esto no es un descuido; Dios ha dispuesto que así sea para que Melquisedec sirva como un tipo perfecto de Cristo.
A. La Eternidad de Melquisedec
Al no tener una genealogía, Melquisedec simboliza la eternidad. La ausencia de detalles sobre su inicio y final resalta la idea de que su sacerdocio es eterno. Esto es crucial, ya que en Hebreos 7:3 se menciona que este aspecto de Melquisedec lo hace "semejante al Hijo de Dios". La eternidad de Melquisedec apunta a la eternidad de Cristo, quien es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8).
B. La Eternidad de Cristo
Cristo es eterno. Juan 1:1-3 nos habla de su existencia desde el principio. Esta eternidad implica su deidad, ya que solo Dios puede ser eterno. Además, su sacerdocio es eterno, como se menciona en Salmo 110:4. La figura de Melquisedec, al no tener genealogía ni muerte, nos recuerda que el sacerdocio de Cristo es inmutable y eterno, lo que nos brinda seguridad en nuestra relación con Él.
Conclusiones
Melquisedec, al no tener genealogía ni muerte mencionada, representa la eternidad de Cristo, quien es Rey de justicia y paz. Este pasaje nos invita a reconocer la importancia de Cristo como nuestro intercesor y soberano. Al entender la figura de Melquisedec, profundizamos en la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, fortaleciendo nuestra fe en la obra redentora de Jesús.
La eternidad de Melquisedec resalta la eternidad de Cristo, recordándonos que su sacerdocio y su reinado trascienden el tiempo. En un mundo lleno de incertidumbres, esta verdad nos ofrece paz y justicia en nuestra vida espiritual. La obra de Cristo, como nuestro Rey y Sumo Sacerdote, es un recordatorio constante de que estamos bajo su cuidado y autoridad. Melquisedec, por lo tanto, no solo es un personaje histórico, sino un símbolo poderoso que nos lleva a comprender mejor la grandeza de nuestro Salvador.
Al meditar sobre Melquisedec, debemos preguntarnos: ¿Estamos reconociendo a Cristo en nuestras vidas como nuestro Rey y Sumo Sacerdote? La figura de Melquisedec nos desafía a acercarnos más a Dios, a buscar su paz y justicia, y a entender que, a través de Cristo, tenemos un intercesor que siempre está de nuestro lado. Esta reflexión nos invita a vivir con la certeza de que nuestra relación con Dios está asegurada por la eternidad de Cristo, quien reina y sirve como nuestro Sumo Sacerdote por siempre.
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