DECISIONES QUE TRANSFORMAN: ADMITIR LA REALIDAD Y SANAR TU VIDA
Introducción:
A. Ya hemos comenzado este maravilloso tiempo de cambio y transformación. Como dije el domingo pasado, esto no sucederá automáticamente o, como dirían algunos, “como por arte de magia”. Es necesaria la sinergia: Dios me cambia, pero yo debo poner de mi parte. ¿Cómo pongo de mi parte? Participando en la campaña: asistiendo fielmente (domingos, sábados, miércoles), memorizando los versículos bíblicos (Mateo 5:3), haciendo los devocionales, invitando a amigos y familiares y, muy importante, TOMANDO DECISIONES. Cuando tomo decisiones, es allí donde la vida cambia. 🌟
B. Esta semana, la decisión a tomar es la de la realidad: RECONOZCO QUE NO SOY DIOS; ADMITO QUE SOY INCAPAZ DE CONTROLAR MI TENDENCIA A HACER LO MALO Y QUE MI VIDA ES INMANEJABLE. Vamos a especificar aún más esta frase:
I. DEBO ADMITIR MI NATURALEZA 🌱
A. La Biblia dice que he nacido con una tendencia natural hacia lo malo, hacia el pecado, y esa es mi realidad. (Génesis 6:5) nos dice dos cosas sobre la generación de Noé que son ciertas hoy día también:
- La maldad es mucha.
- El hombre solo está pensando en hacer lo malo.
(Romanos 3:9-18).
B. Así es el hombre, así somos todos. Nadie escapa y, para comenzar mi cambio, debo admitir eso. Aun siendo cristianos, es imposible dominar por completo esta naturaleza.
II. DEBO ADMITIR MIS SECRETOS 🔒
A. Por lo general, las cosas que nos hacen daño las mantenemos en secreto. Mi doloroso pasado es un secreto para muchos, las cosas que me ocurren hoy día y me duelen son un secreto, mis adicciones son un secreto, mis malos hábitos son un secreto, mis pecados son un secreto que, para superarlos, debo ser sincero con Dios y con otra persona.
David nos habla en el Salmo 32:3-5 sobre el problema de tratar de esconder nuestros pecados a Dios, de hacer como si no existieran, de negarlos: él sintió angustia, inquietud, enfermo, se sentía marchitar. 😔
B. Sin embargo, para ser restaurado no es suficiente admitirlo ante Dios; también es necesario admitirlo a otro creyente espiritualmente serio y maduro (Santiago 5:16). Esto con el fin de recibir apoyo y oración. 🙏
C. Entonces, para derrotarlo, necesito admitirlo. No puedo lidiar con los pecados en mi vida mientras no estoy dispuesto a aceptarlos. No puedo resolver mis complejos hasta que no los acepte. No podré enfrentar mis miedos mientras no los admita.
III. DEBO ADMITIR QUE HAY MALOS SENTIMIENTOS 💔
A. Cuando se trata de ser transformado, es importante admitir que existen sentimientos que me paralizan, sentimientos como:
El orgullo: hasta aquí hemos hablado de humillarte, de ser humilde y admitir tu imposibilidad de controlarte dada tu mala naturaleza y también de admitir tus secretos. Cuando no lo hacemos, cuando creemos que podremos solos, que no necesitamos de Dios, que podemos controlarnos por nosotros mismos, eso se llama orgullo y sabemos que: “Dios da gracia al humilde, mas mira de lejos al altivo”. La gracia es el poder que necesitamos para cambiar (1 Pedro 5:5). 🌿
El miedo: cuando nos decidimos a cambiar, tenemos varios miedos, entre ellos: miedo a fracasar y miedo a admitirlo. Contra el miedo, nada mejor que la fe en las promesas de Dios (Lucas 5:4-5). El cambio es posible. 💪
Conclusión:
Para sanar y transformar tu vida, debes reconocer tu condición delante de Dios. Admitir tu naturaleza, tus secretos y tus malos sentimientos es el primer paso hacia una vida renovada y plena. 🌟
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