UNA MIRADA CRITICA AL CONSUMISMO
Mi reflexión y análisis sobre este escrito pretenderá ser crítico, pero no critico desde el desacuerdo sino critico desde el acuerdo total, pues comulgo en un 100% con el constructo metafórico que realiza el escritor aquí, tanto con el mito de la caverna de Platon, el capitalismo salvaje y el consumismo que inevitablemente se deriva de este mismo.
Me parece que para comprender bien la analogía que se nos plantea es importante conocer algo sobre lo que es el capitalismo y su consecuente consumismo. Al realizar este ejercicio podremos entonces analizar mejor lo que propone nuestro autor.
El capitalismo es como su nombre lo indica un sistema social, político y económico que se basa en el dinero, la meta principal es dominar y poseer la mayor cantidad de recurso económico, su método para lograrlo es cualquiera, tal vez como nunca antes en la historia de la humanidad las palabras “el fin justifica los medios” son tan evidentes y reales. Dicha filosofía trae consigo consecuencias devastadoras y muchas veces irrecuperables para el mundo entero, dicha manera de pensar es la que actualmente está destruyendo nuestro ecosistema pues las multinacionales, principales abanderadas del capitalismo en su afán de conseguir dominio y poder a través del dinero destruyen el sistema ecológico, el medio ambiente, los páramos principales fuentes de agua, los bosques, los mares, los ríos, las especies etc. Son arrasados en el afán desmedido e inicuo de obtener poder. Este a mi juicio es una de las consecuencias más funestas pues un día nos daremos cuenta que el dinero como tal, en sí mismo no puede calmar el hambre, ni saciar la sed y por qué inevitablemente ELLOS están destruyendo el único hábitat que poseemos TODOS los hombres conduciéndonos hacia un fin de niveles apocalípticos.
Sin embargo, la más devastadora de todas las consecuencias que estamos afrontando hoy día fruto de lo que se le ha denominado “capitalismo salvaje” es el daño que se nos está haciendo a nosotros mismos como hombres, ya que el capitalismo minimiza el valor del ser humano, asignándole un precio y viéndolo solo como “mano de obra”, dentro de este mismo ámbito y peor aún vemos como el capitalismo deforma no solo el valor del ser humano de esta manera, sino que también deforma dicho valor haciéndole creer que la felicidad esta en las cosas materiales, en poseer y obtener, este imaginario construido por este sistema le hace creer a la gente que solo se es “alguien” si se tiene dinero y mucho dinero, si se tiene cierta apariencia física y si se tiene cierto grado de preparación intelectual produciendo en el entonces un afán de comprar o mejor de consumir bienes y servicios, de este modo el hombre como tal se convierte en una de las bases del sistema capitalista al convertirse en un “ser de consumo”, cuando una persona que llamaremos del común llega a convencerse de eso y de hecho llega a convencerse empleara todos los medios posibles para ser “alguien en la vida”, para no quedarse atrás de lo establecido por el capitalismo, para sobrevivir, como ocurría con los personajes de nuestra historia, algunos de estas medios son loables y respetables, como el trabajo equilibrado y honesto, como el emprendimiento y la iniciativa etc; al mismo tiempo otros que son la mayoría utilizan medios más detestables apunte en esa lista delinquir, vender su cuerpo, asesinar, esclavizar, mentir, robar, estafar, abandonar a su familia, irse del país, trabajar como si esto fuera lo único en la vida, endeudarse hasta mas no poder, entre otros y todo esto para obtener la aparente, vil, pasajera y falaz “felicidad” que supuestamente le dará lo material.
Este mal del consumismo, de las ansias de dominio, monopolio y poder es una monstruo que esta atrapando entre sus tentáculos todos los ámbitos de la sociedad. Tenemos manifestaciones de esto en la iglesia, en la academia, en la salud, en la política etc., uno de los culpables de tal extensión de este mal esta en los medios de comunicación y especialmente en la televisión por ser el más masificado de todos. No es de sorprenderse entonces que los principales capitalistas son los dueños de las más grandes cadenas de televisión y por tanto los manejan a su antojo para conseguir sus fines.
La televisión a través de novelas, películas reality, actores, actrices, presentadoras, comerciales y aun los mismos noticieros se valen de las necesidades de las personas para construirles un paradigma de hombre o mujer “exitoso” que la mayoría adquiere y que así los convierte en seres de consumo.
Entonces la triste realidad es que somos seres no que se construyen desde la individualidad y el libre pensar, sino que somos programados desde niños por la televisión y luego por la masa que ha sido programada por la televisión misma. Las personas pasamos horas desde niños frente a la televisión sin darnos cuenta que estamos siendo programados y no nos damos cuenta porque pensamos que los mensajes que recibimos desde la misma son inofensivos hasta catalogamos lo que vemos en el monitor como “entretenimiento” y si nos están entreteniendo de la mas detestable y peor de todas las forma. ¿Cómo hablar así de individualidad, de libre pensamiento, de originalidad si lo que hacemos es seguir la masa y copiar estilos de vida de otros impuesto por el medio de comunicación? ¿Cómo hablar de estos valores si nos parecemos mas al sistema, a la moda y a la gente del sistema que a nosotros mismos? La triste realidad es que así no lo admitamos muchos de nosotros somos esclavos y pensamos lo que se nos ha impuesto por el capitalismo, la televisión y la masa hipnotizada por este último, la triste y real realidad es que en muchos casos no pensamos por nosotros mismos.
Me parece necesario aclarar en este punto que no es mi intención satanizar la totalidad de la televisión, ni considerar que toda es maligna o maliciosas. Sin embargo, lo que escribo es una realidad difícil de negar.
Dicho de este modo la televisión toma en la realidad la forma de los tramoyista de la caverna de Platon quienes con sus formas proyectadas en la pared le hicieron creer a los esclavos que eso era todo lo que había.
El capitalismo esta tan arraigado en nuestra sociedad y en nosotros mismos que es muy difícil zafarse de el y no vivir bajo sus parámetros. Para que esto fuera posible se necesitaría una fuerte intervención en la estructura misma de nuestra cultura y sociedad. Sin embargo, lanzare en este espacio algunas sugerencias que si bien no anularan totalmente el efecto capitalista y de consumo en nosotros y nuestro entorno puede hacer que su influencia sea menor. Como estudiante de ciencias religiosas dictare tales propuestas desde el evangelio:
1. Hay que tener en cuenta que la ley mosaica y los evangelios son inspirados por un valor que los permea y esta es la justicia y la igualdad. Estamos acostumbrados a ver estos documentos como religiosos en esencia pero no olvidemos que la correcta relación con Dios tiene como regla una correcta relación con el prójimo. Dicho de otra manera, no podemos estar bien con Dios hasta que no estamos bien con “mi-otro”. Mandamientos como: “ojo por ojo y diente por diente” antes de legalizar la venganza, lo que buscaban era la justicia e igualdad al no permitir al ofendido ir en su riposta más allá de donde había ido su ofensor. Así pues, la práctica de ellos nos llevara a liberarnos de alguna manera de la injusticia y la desigualdad principales iconos del capitalismo.
2. Recordar que "La vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes que posee" (Luc.12:15). Puede ser un buen antídoto para no dejarnos moldear por este mundo de imagen y consumismo. Según este pasaje del evangelio nuestra vida en esencia no la constituyen nuestro poder económico, ni nuestra imagen frente a otros, es necesario que el hombre crezca y tomado de la mano de su creador aprenda a descubrir en la vida aquellos valores perdidos de los si se constituye su vida.
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